Por Bill Weir
(CNN)– Yo volvía a casa de cubrir la guerra en Irak, volando a través de Amman, en Jordania, cuando mi amigo y productor tuvo una idea. “Vamos a ir a Petra,” dijo. “Y quizás nos demos un baño flotante en el Mar Muerto”. Después de un día fingiendo ser Indiana Jones en las ruinas de Petra, llegamos a la playa más baja del mundo al atardecer. Nunca olvidaré mi primer chapuzón en la piscina natural más extraña que he visto nunca.
Todavía me recuerdo vadeando el líquido caliente y viscoso. Me picaban los ojos, los labios y las (ejem) zonas bajas, al tiempo que el cuerpo flotaba como un corcho. Increíble.
Años más tarde, cuando leí que este antiguo centro, salado de la Tierra Santa estaba desapareciendo a un ritmo alarmante y que enormes sumideros se estaban abriendo y tragando las huellas de los profetas y de los santos, pensé que tenía que ir allí sin perder tiempo.
Lo que encontré me sorprendió más que cualquier otra parada en “La Lista de las maravillas”.
La principal razón de que el Mar Muerto se esté evaporando es que el río Jordán está casi muerto.
Este es el río donde los cristianos creen que Juan bautizó a Jesús. Los musulmanes creen que las orillas del Jordán guardan los restos de los amigos de Mohammed. Pero este río santo para media humanidadha sido condenado y desviado por goteo. Los sauces llorones que un día dieron sombra a los bancos están en peligro de extinción y la fauna ya es escasa.
Pero casi nadie hace caso de esta agonía, porque recorrer las orillas del río Jordán, supone pasar por una zona militarizada, estrangulada con alambre de púas y sembrada de minas terrestres.
Parece una evidencia más para aquellos que se empeñan en creer que la próxima Guerra Mundial será por el agua.
Pero la gente que conocí describe una realidad muy diferente.
Aunque la Guerra de los Seis Días comenzó en parte por el agua, el tratado de paz entre Israel y Jordania se mantiene junto a un acuerdo para compartir el agua. Incluso en el peor de los combates entre Israel y Hamas, las tuberías en Gaza siguen fluyendo y los canales traseros entre los gestores del agua permanecen abiertos.
En el desierto, un enemigo sediento es un enemigo más desesperado por lo que si existe la más mínima esperanza de un camino hacia la paz en el Medio Oriente, probablemente tenga algo que ver con el agua.
Te voy a mostrar lo que quiero decir como “La Lista de la maravilla” absorbe la Tierra Santa, la noche del domingo en la CNN. Ven a flotar conmigo si puedes.