Por Catherine Shoichet, Zeynep Bilginsoy y Holly Yan
(CNN) —– Una vez más, el atractivo de ISIS puede haber atrapado a otro grupo de extranjeros, esta vez estudiantes de medicina que son ahora sospechosos de viajar a Siria para trabajar en hospitales controlados por ISIS.
El grupo de 11 personas incluye siete británicos, un estadounidense, un canadiense y dos sudaneses, aseguró el legislador turco Mehmet Ali Ediboglu a CNN el domingo.
Ediboglu, un legislador de la oposición turca, dijo al diario The Observer que había hablado con las familias de los estudiantes, las cuales estaban convencidas de que sus seres queridos deseaban trabajar para ISIS y les estaban pidiendo ayuda para viajar a Siria.
“Han sido engañados, les lavaron el cerebro. Eso es lo que sus familiares y yo creemos”, indicó Ediboglu, según el diario.
Pero también subrayó que el grupo no viajó con la intención de unirse al combate. “No olvidemos sobre el hecho de que son médicos”, agregó. “Fueron allí para ayudar, no para pelear”.
Ocho del grupo son estudiantes de medicina que acaban de graduarse y otros tres están en su último año de la escuela de medicina. Estudiaban en Jartum, Sudán.
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Ahora, al menos siete de sus madres y padres viven cerca de la frontera entre Turquía y Siria, pidiendo su regreso, según The Observer.
En una entrevista publicada el lunes en el Hürriyet Daily News de Turquía, el grupo de padres dijo que estaban preocupados y prometió no salir de Turquía sin sus hijos.
El médico Maumoon Abdulqadir señaló que estaba enviando un mensaje a su hija, Lena, que es una de los estudiantes.
“Yo sé que quieres ayudar a la gente y ser de utilidad, pero puedes hacer esto de otra manera”, dijo al periódico. “Hay muchos que necesitan tu ayuda, pero este no es el camino. Por favor, vuelve”.
Funcionarios británicos dijeron que son conscientes del informe.
“Estamos proporcionando asistencia consular a sus familias y hemos informado a la policía de Turquía para tratar de dar con su paradero”, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad británica en un comunicado.
Las autoridades han advertido que un creciente número de combatientes extranjeros viajan para unirse a las filas de ISIS. Las estimaciones sobre el número de personal médico que el grupo ha contratado son más difíciles de conseguir.
El año pasado, una mujer de 19 años, originaria del estado estadounidense de Colorado, fue arrestada en el Aeropuerto Internacional de Denver mientras estaba a punto de embarcarse en un viaje a un campo de ISIS, donde esperaba servir como enfermera.
Jomana Karadsheh, Nimet Kirac y Radina Gigova contribuyeron con este reporte.