Por Meera Senthilingam para CNN
(CNN) –– En la epidemia mundial de tuberculosis (TB) de hoy en día, los niños se han convertido en una población invisible, ya que mueren a causa de esta enfermedad curable porque son difíciles de encontrar y diagnosticar. Al pasar desapercibidos por los servicios de salud, los niños personifican una “epidemia oculta”, la cual los expertos en salud pública están tratando de derrotar.
En 2013, se calculó que 550.000 niños estaban infectados alrededor del mundo, según la Organización Mundial de la Salud.
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Un proyecto reciente en Uganda, conocido como SPARK-TB, ha estado buscando a los miles que no han sido diagnosticados, quienes a menudo quedan ocultos en medio de los barrios pobres urbanos de la capital, Kampala, y sus distritos circundantes.
“Se espera que los niños contribuyan entre el 12% y el 20% de nuestros casos de tuberculosis… eso representa unos 12.000 niños”, dice Frank Mugabe, gerente del programa nacional contra la tuberculosis del Ministerio de Salud de Uganda, donde cada año se diagnostican más de 60.000 nuevos casos. Uganda es uno de los 22 países con alta carga de tuberculosis a escala mundial, y la débil inmunidad se debe a la alta tasa de VIH en la población lo que exacerba aún más la incidencia de tuberculosis.