(CNN) -— El su país ni siquiera puede ponerse legalmente al volante de un automóvil, pero el fin de semana pasado se convirtió en el corredor más joven en la historia de la Fórmula 1 a sus 17 años y 166 días. “La edad es solo un número”, dice el piloto adolescente Max Verstappen con una expresión seria en el rostro. “No me veo a mí mismo como alguien de 17 años”.
Después de que Red Bull anunciara su fichaje procedente del equipo juvenil Toro Rosso el verano pasado, ex pilotos y expertos aseguraron que era muy joven para ser lanzado al caldero de la F1, el nivel superior del mundo de los deportes automovilísticos.
Para hacer las cosas peor, Verstappen estrelló un auto de exhibición de Red Bull al tratar de hacer una atrevida maniobra en una carrera de demostración en agosto pasado.
“Fue realmente estúpido”, admitió Verstappen en una entrevista con CNN. Pero aún así se estrenó en la apertura de temporada del Gran Premio de Australia.
No se trata de un niño piloto ordinario y, para probarlo, realizó un debut fríamente confiado en el impredecible circuito Albert Park de Melbourne.
“Él maneja como alguien mayor –y habla como alguien mayor también”, dijo el expiloto y analista de Sky TV Martin Brundle desde la cabina de prensa.
Verstappen estaba a punto de ser el piloto más joven en obtener puntos en la F1, manejando entre los 10 primeros en Australia, cuando tuvo que detener su humeante Toro Rosso en la vuelta 34 por un problema en el motor.
“Fue una forma decepcionante de terminar mi primera carrera de Fórmula 1”, resumió Verstappen. “Es una pena porque me sentía bien y el coche estaba trabajando bien”.
Puede que no haya sido el comienzo perfecto para el recién llegado a la F1, pero fue casi cercano y al menos logró una cosa –probar a quienes dudaban de él que estaban equivocados.
La confianza parece no ser un problema para el adolescente, quien comenzó a correr go-karts a la edad de 4 años.
El hijo del corredor de F1 Jos Verstappen, quien fue compañero de Michael Schumacher en Benetton en 1994, y de la corredora de go-karting Sophie Kumpen, nació ganador.
“Correr está en nuestra sangre”, dijo Verstappen a CNN. “Mientras crecía, veía karts o algo con motores que hacían ruido. Era obvio que iba a entrar a las carreras. Gané mi primera carrera con sólo 7 años”.
“Durante dos años, gané todo en lo que competí. A veces cometí errores, pero generalmente gané todo”.
“Esto es algo que he querido desde que tenía 4 años y todavía lo disfruto como la primera vez que salí a la pista”.
Fue este talento en bruto, la velocidad en sus genes mezclada con su propia determinación, lo que persuadió a Red Bull para reclutarlo para su equipo junior en 2014.
Era su primera temporada al volante de un monoplaza pero para el final del año, ya había terminado en tercer lugar en la serie tres de Fórmula Europea –un caldo de cultivo para los campeones de F1 incluyendo a Ayrton Senna, Schumacher, Sebastian Vettel y Lewis Hamilton –ganando 10 carreras.
Los campeones del mundo, Mercedes, también estaban interesados en Verstappen, a quien se compara con el tres veces campeón, Senna, ya difunto.
“Sí, tuvimos algunas conversaciones”, dice Verstappen. “Tengo que decir que Toto [Wolff] y Niki [Lauda] fueron muy amigables y lo siguen siendo cuando los veo. Pero también llevo hablando con Red Bull desde 2010 y al final ellos me hicieron una buena oferta para correr en F1”.
El camino a la cima del automovilismo de Verstappen pudo haberlo marcado su familia, pero el adolescente se sorprendió cuando Red Bull decidió ponerlo directamente en la pista de F1.
“Por supuesto, fue una gran sorpresa”, dice. “Pero siempre doy grandes pasos y creo que de F3 a F1 es un paso más pequeño que de karting a F3”.
Aún vive en casa con su padre, en la pequeña ciudad Bree en Bélgica. Sus padres están separados pero él dice que sigue cercano a su madre, que vive a 50 minutos de su casa.
Cree que fue su familia a quien debe agradecer su éxito. “Mi papá me preparó muy bien desde una edad temprana. Se concentró en lo importante, en pasarlo bien en la carrera pero también en estar concentrado. Todos los días, desde los 4 años hemos estado juntos preparando los go-karts y los motores. Aunque la primera vez que manejé un carro de F1, se puso muy nervioso. Al final sigue siendo su hijo conduciendo a más de 300 kilómetros por hora…”, concluye.