(CNN) — Un recordatorio para los periodistas: cuando le escribas una carta abierta al papa, mantén tu celular con la batería cargada. Quizás te hable para conversar sobre tu misiva.
Sí, el papa lo hizo de nuevo. En esta ocasión, según un periodista argentino, Francisco le habló por teléfono a un columnista para responderle unas preguntas sobre los candidatos que buscan impulsar sus campañas fotografiándose con el popular pontífice.
Aparentemente, el papa fue persuasivo. La llamada terminó con el periodista, Alfredo Leuco, prometiendo que aprenderá a rezar.
Pobre operador telefónico de larga distancia del Vaticano. El papa Francisco ha hecho llamadas telefónicas como ningún otro pontífice.
Por ejemplo, una mujer italiana se sintió aliviada cuando el líder religioso le pidió telefónicamente que no abortara. También una mujer de Argentina recibió una llamada de Francisco, en la que se le pidió que recibiera su primera comunión, a pesar de que su esposo se había divorciado de su primera esposa.
El papa también telefoneó a la familia Foley de New Hampshire tras el asesinato de su hijo, James, a manos de ISIS en agosto pasado, además de dejar un mensaje de voz a monjas de España en la noche de Año Nuevo. (El pontífice les preguntó qué estaban haciendo afuera de su monasterio.)
Los funcionarios del Vaticano son muy cautelosos sobre las llamadas, asegurando que lo que el papa hace en su tiempo libre es su asunto personal. No confirmaron ni negaron la mayoría de las conversaciones del pontífice. Pero las llamadas se agregan a la imagen mística de Francisco, considerado un “hombre de la gente”, como si fuera otro pastor más, pero en este caso su congregación es de casi un billón de almas.
El último ejemplo de estas llamadas telefónicas proviene de Leuco, que escribe para el diario Clarín, con sede en Buenos Aires, Argentina, medio impreso que ha tenido diferencias con la actual presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que ha gobernado el país desde 2007.
A juzgar por su pasado reciente, el papa Francisco no es muy fanático de Fernández. Cuando era el cardenal Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, el pontífice y la presidenta tuvieron diferencias sobre el aborto, matrimonio entre personas del mismo sexo, corrupción y pobreza.
La actitud de la mandataria hacia Francisco aparentemente cambió desde que fue electo papa en marzo de 2013.
Los periodistas argentinos han mencionado que los dos se han reunido, con fotografía incluida, al menos en cuatro ocasiones desde marzo de 2013. En su carta abierta a Francisco, Leuco le pidió al papa que no permita que ocurra una quinta reunión, con la cercanía de las elecciones generales de Argentina a celebrarse en octubre próximo.
Bajo la constitución, Cristina Fernández no puede aspirar a un tercer mandato este año, pero algunos de sus simpatizantes están sugiriendo un cambio constitucional para permitir que la presidenta se quede otro periodo.
De alguna manera, Leuco se enteró que la mandataria argentina visitaría el Vaticano el próximo 7 de junio y nuevamente tendría una reunión con el pontífice, según refirió el periodista en su carta abierta. (El Vaticano no ha dicho si tienen programado o no un encuentro entre el papa y Cristina Fernández.)
“Muchas personas, quizás la mayoría de los argentinos, piensan que cometería un error”, escribió Leuco al papa, “que estaría faltando a su palabra, que es comparable al oro”.
Según reportes, Francisco aseguró que no se reuniría con candidatos que estuvieran cercanos a competir en elecciones, por temor a que los encuentros sean utilizados con fines electorales.
“La foto que se tome con usted”, continuó Leuco, refiriéndose a Cristina Fernández, “no ayuda a aquellos que están a favor de una democracia alternativa y una república”.
Si bien no se ha confirmado o cancelado un encuentro entre el papa y la presidenta argentina, el hecho de que alguien tan poderoso y popular como el papa le haya contestado a un periodista ordinario, resonará con muchos argentinos, dijo el reverendo Gustavo Morello, un jesuita de Argentina que enseña sociología en Boston College.
“Incluso la gente que se llegue a decepcionar si el papa se reúne con la presidenta, va a pensar que el pontífice es un hombre alivianado”.
Morello también enfatizó que Clarín, donde trabaja Leuco, podría anotarse varios puntos políticos en este debate. Si el papa se niega a reunirse con Cristina Fernández, sería una vergüenza para la presidenta y su partido político.
La administración de la mandataria argentina le dijo a CNN que no comentaría sobre este reporte.
La columna de Leuco generó una gran respuesta en Argentina. Su nombre fue tendencia en Twitter y los simpatizantes de Fernández exigieron la renuncia del periodista. Pero ninguna reacción fue tan poderosa como la llamada del papa el sábado pasado, dijo el columnista.
En una columna publicada tras la llamada, Leuco denominó la conversación telefónica que sostuvo con el papa como “el mayor logro de mi vida como periodista”.
Pero Leuco casi no contesta la llamada.
Debido a la mala señal de telefonía, la primera llamada del papa no se logró, así que el pontífice le dejó un mensaje. “Señor Alfredo Leuco, soy el padre Bergoglio, el papa Francisco. Le llamaré después para agradecerle por su carta”.
Unas horas después, el papa llamó de nuevo, según Leuco.
“Sentí una gran serenidad de parte del papa. No quería ocupar mucho de su tiempo pero le pedí que habláramos. Le agradecí de todo corazón su gesto. Me hablo del sentido moral de mi carta y casi me desmayé”.
Leuco aseguró que le dijo al papa que estaba siendo “masacrado” en las redes sociales por su columna y le pidió permiso para hacer pública la conversación con el pontífice.
Francisco le ofreció enviarle un correo electrónico para que ningún periodista dudara de su historia. Cuando iba a colgar, el papa le pidió al periodista que orara por él.
“Estaba muy avergonzado y tímido para decirle que no sé cómo rezar”, escribió Leuco. Pero tras la llamada, el periodista prometió que les preguntaría a algunos de sus amigos cómo hacerlo.
Rafael Romo y Marya Cuevas contribuyeron a este reporte.