(CNN) - Menos mal que el papa Francisco tiene buen sentido del humor.
Llamó a un hombre italiano el lunes para preguntar por su mal estado de salud, según L’Osservatore Romano, el periódico del Vaticano.
El pontífice hace esto tan a menudo que ya se le denomina el “telemarketing papal”.
Pero Franco Rabuffi no se había enterado, pensó que la llamada era un engaño y colgó… ¡Dos veces!, según la publicación.
Con el tercer telefonazo empezó a creerlo.
“Me quedé sin palabras”, dijo Rabuffi a L’Osservatore Romano. “Pero el Papa Francisco vino a mi rescate, diciendo que lo que había sucedido era gracioso.”
El Papa invitó incluso a Rabuffi y su esposa a la audiencia general para poderlos abrazar en persona.
Rabuffi se disculpó y, sin ninguna sorpresa, Francisco le perdonó.