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(CNN) – Los enfermos venden sus casas para venir aquí.

Una fila de edificios de dos pisos en mal estado, al oeste de Beijing, a unos cien metros de uno de los principales hospitales de tratamiento e investigación del cáncer de China, alberga una miseria incalculable.

Conocidos localmente como “los hoteles del cáncer”, estos proporcionan alojamiento barato y temporal para cientos de pacientes en un país donde un diagnóstico de cáncer puede ser devastador, tanto financiera como físicamente.

Por la noche, se pueden escuchar sollozos de agonía mientras que los pacientes agobiados por el dolor caminan de un lado a otro por los pasillos. Lejos de casa, vienen a buscar el tratamiento que creen no encontrar en el interior rural y en las ciudades más pequeñas de China.

“Creí que iba a colapsar cuando me enteré de la noticia”, dijo Liu Dajiang, quien cuida a su esposa.

Han utilizado una de las casas de huéspedes modestas como un lugar para esperar la quimioterapia, la cirugía y la radioterapia en el hospital cercano desde que la diagnosticaron de cáncer cervical en septiembre del 2014.

No cuentan con atención de enfermería en sus alojamientos, pero una cocina común les permite vivir con poco dinero y además también reciben apoyo de las personas que padecen la misma enfermedad.

“Nadie podía tratar su enfermedad en un lugar pequeño”, dijo Liu, al referirse a su ciudad natal costera al norte de Beijing.

En cada habitación hay bolsas con productos colgadas en las ventanas. Muchos de los huéspedes utilizan la cocina comunitaria para reducir costos.

Tasas de cáncer atroces

La Organización Mundial de la Salud dice que las tasas de cáncer en China están aumentando “ferozmente”, ya que 2,2 millones de hombres y mujeres mueren de cáncer cada año… muchas de las cuales podrían haberse prevenido. El cáncer de pulmón es el cáncer más común diagnosticado en los hombres, mientras que el cáncer de mama es el más común en las mujeres.

Bernhard Schwartlander, representante de la OMS en China, le dijo a CNN que los hoteles de cáncer –que han surgido alrededor de hospitales reconocidos en muchas ciudades importantes– son una respuesta a las deficiencias en el sistema de salud de China; la mayoría de los pacientes no tienen acceso asequible a un tratamiento de calidad para el cáncer cerca de donde viven, dijo.

El tratamiento del cáncer puede ser muy caro y los seguros básicos de salud apenas cubren los costos, dijo.

“Pagar de sus bolsillos los medicamentos para el tratamiento del cáncer puede ser una enorme carga financiera para los hogares rurales pobres”.

“Por lo tanto, existe un grave riesgo de que para muchas personas el hecho de recibir un diagnóstico de cáncer pueda ser catastrófico en términos financieros… y hace que un hogar termine en la pobreza”.

A pesar de que la mayoría de hospitales de condado cuentan con la capacidad para diagnosticar y tratar el cáncer, algunas personas creen que la calidad de la atención es mejor en las ciudades, dijo.

Sin embargo, su decisión de dirigirse a prestigiosos hospitales no siempre fue la mejor manera de proceder, agregó.

La verdadera calidad de la atención, luego de tomar en cuenta cosas como los tiempos de espera, no siempre era la mejor; aunque algunos tipos de cáncer poco comunes solo pueden ser tratados por especialistas en las grandes ciudades, dijo.

La habitación alquilada por Liu tiene dos camas y ningún otro tipo de mobiliario, a excepción de un mueble para televisión. La esposa de Liu yace en la cama con los ojos cerrados, a pesar de que el televisor está encendido. Ella no quiere hablar con los periodistas.

“Ella está muy débil”, explicó. “Rara vez sale de la cama. Camino con ella solo alrededor del vecindario”.

Relatos de desgracia

Meng, el dueño del hotel, dijo que ha conocido a muchos pacientes que venden sus casas para financiar su tratamiento médico.

“La mayoría de ellos se curan, pero otros nunca regresan (del hospital)”, dijo Meng, quien no quiso dar su nombre completo.

En el 2010, Meng alquiló el edificio y lo renovó para convertirlo en un hotel de 70 habitaciones, con 10 baños comunes.

“Los pacientes necesitan suplementos nutricionales”, dijo. “Ellos pueden preparar aquí cualquier cosa que quieran comer. No pueden hacer eso en los hoteles regulares”.

Dijo que sus huéspedes se llevaban bien y que nunca se pelean por cosas triviales. “Todos tienen dolores, por lo que se entienden bien unos a otros”.

Meng dice que ha escuchado innumerables relatos de desgracia y calamidad.

“Todo se retrasa cuando ellos me cuentan sus cosas”, dice. “¿Pero cómo podría no escuchar y entender?”

Liu Dajiang y su esposa, quien tiene cáncer cervical, se han quedado en esta habitación mientras que ella recibe tratamiento en un hospital cercano.

‘Me está matando’

Muchos se han quedado más tiempo en su hotel de lo que pensaron inicialmente; las listas de espera para recibir tratamiento son largas.

Un hombre, que no quiso dar su nombre, dijo que se ha estado quedando en el hotel de Meng durante casi dos meses con su esposa e hija.

Llegó a Beijing luego de que le removieran un tumor de su mandíbula en su ciudad natal de Jilin y desde entonces ha recibido radioterapia en el Hospital de Cáncer de Beijing.

Él dijo que cree que las máquinas para el tratamiento eran mejores que las de su ciudad natal, pero que se ha decepcionado por el nivel de atención. Ha gastado 70.000 dólares desde que fue diagnosticado.

“Todos quieren conseguir un buen médico, pero realmente no sabes si te tratarán con amabilidad”, dijo. “Mi médico no quiere ni desperdiciar el aliento hablando conmigo”.

“Me ha costado 15.000 yuanes solo registrarme, ni hablar de la tarifa de tratamiento”, dijo. “Me está matando”.

A la esposa de Liu solo le falta una sesión más de radiografía antes de que pueda salir del hotel de cáncer y volver a casa. Pero la pareja solo puede pensar en los 30.000 dólares que ahora deben después de pedir prestado para pagar su atención médica y costos de vida durante su estancia en Beijing.

Liu dijo que él solía administrar una pequeña empresa, pero tuvo que parar después de que su esposa se enfermara.

Como la mayoría de la gente en el hotel, Liu compra alimentos y cocina él mismo para ahorrar dinero.

“Tenemos que contar cada centavo”, dice. “Nosotros los campesinos no podemos pagar esos gastos médicos tan altos”.

CY Xu contribuyó con este reporte.