(CNN)– Tras décadas de una caída en el índice criminal, los residentes en algunas de las ciudades más grandes de Estados Unidos se preguntan si hay un incremento en el porcentaje de actividad de los criminales.
Por ejemplo, durante mayo en Baltimore, Maryland, se registraron 43 homicidios, el mes más mortal en la ciudad desde 1972. O Houston, Texas, que registró un 45% en el incremento de asesinatos de enero a mayo, comparados con el mismo periodo de tiempo, pero de 2014.
Las últimas estadísticas en Milwaukee, Wisconsin, muestran que los asesinatos se incrementaron en un 103% de enero a mayo en comparación con 2014.
El repunte en los homicidios en estas grandes ciudades son preocupantes por sí mismas, pero se vuelven aún más alarmantes cuando las políticas y prácticas de la policía en materia racial y social se exhiben con regularidad en las noticias.
Una revisión de las estadísticas de homicidios en las ciudades estadounidenses durante este año muestra una fotografía borrosa.
Si bien Baltimore y Houston aparentemente experimentan una ola criminal, ciudades comparables en cuanto a población, como Dallas y Los Ángeles, tienen un declive en estos factores.
Es decir, es muy temprano para sacar conclusiones sobre un cambio en la tendencia de crímenes violentos.
Evidencia anecdótica
¿Qué tanto dice sobre Baltimore la estadística violenta sobre mayo?
De los 119 homicidios registrados en la ciudad de Maryland este año, más de un tercio ocurrió en mayo.
Al hablar en un acto para recordar a un civil que fue asesinado por una bala perdida en 2014, el alcalde de Baltimore, Stephanie Rawlings-Blake, dijo que mayo es un mes “muy, muy duro para nuestra ciudad”.
En el otro extremo se encuentra Los Ángeles. Debido a su gran población, la ciudad registra una gran cantidad de asesinatos en Estados Unidos, pero la tendencia se ha reducido respecto a crímenes violentos.
CNN solicitó estadísticas de homicidio en 2015 de varias ciudades estadounidenses con grandes poblaciones. Algunos departamentos cooperaron de inmediato, mientras que otros pidieron más tiempo para poder responder las solicitudes. Entre los departamentos que entregaron la información, algunos lo hicieron hasta mayo mientras que otros solo tenían hasta abril.
Explicando la tendencia decreciente
Hay un acuerdo general de que los departamentos de policía más grandes tienen un efecto positivo para combatir el crimen, informó Harold Pollack, codirector del Laboratorio de Criminología de la Universidad de Chicago.
La calidad de las políticas de seguridad también ha mejorado en los últimos 20 años y los departamentos están mejor manejados, dijo el experto.
Otros factores son difíciles de cuantificar.
Se cree que el final de la epidemia del crack contribuyó a decrecer los crímenes violentos, así como otras razones que van desde la legalización del aborto hasta cambios en el mercado de las drogas ilegales.
Así que, ¿cuál es el debate ahora?
Una diferencia obvia entre 2015 y ahora son las tensiones entre los oficiales de policía y algunas comunidades.
Los casos mediáticos de oficiales policiacos que disparan y matan a hombres negros desarmados han provocado enojo y protestas.
Hay un entendimiento de que de alguna manera las cosas han cambiado, o deben cambiar, tras el caso de Michael Brown, Freddie Gray o Eric Garner.
El debate sobre si se debe aplicar una reforma a la policía o si se necesitan políticas más agresivas casi siempre rayan en lo político. Las estadísticas de asesinatos en 2015 están brindando evidencia de ambos lados.
El analista político de CNN Van Jones dijo que vincular las protestas por las muertes de hombres negros desarmados con el incremento de crímenes, “es falso”.
“Los sindicatos de policías están tratando de vincular cualquier crimen con las protestas”, le dijo el experto a Erin Burnett de CNN.
Lo fundamental
El punto es, según los expertos, que no se tiene la información suficiente para concluir si hay una nueva ola de crímenes, y si la hay, cuáles son los factores detrás del hecho.
Pollack sugirió que ver la información disponible a través de una visión política puede distraer al gobierno de enfocarse en lo fundamental.
Casi sin excepción, las protestas por las muertes de hombres negros desarmados han sido ejemplos de errores al momento de aplicar la ley por parte de los policías, indica el experto.
Todas las comunidades necesitan y quieren buenas políticas de seguridad, y el enfoque debería ser en los factores conocidos para reducir la criminalidad.
Las acciones como las políticas comunitarias y atender temas sociales en las comunidades han funcionado, dijo Pollack.
“La seguridad pública es un producto conjunto tanto de la policía y la comunidad, y cada parte debe de tener confianza en el otro, y cuando esa confianza se pierde, es muy difícil que la policía haga su trabajo y que la comunidad haga lo propio”, indicó.
Pero bajo el actual clima político, no sería sorpresa si las estadísticas sobre el crimen se vuelven parte de la discusión sobre las políticas de seguridad y raciales.
“Vemos que se ha puesto sobre la mesa que la policía es la amenaza más grande de los jóvenes negros, es simplemente falso, y la animadversión dirigida hacia la policía en las calles hoy en día está teniendo efecto”, dijo Heather Mac Donald, del Instituto de Manhattan, a Chris Cuomo de CNN.
“He escuchado de muchos oficiales que no están dispuesto a involucrarse en acciones que pudieran ser malinterpretadas a través de las cámaras de celulares”.
La acusación del otro lado es que existe un esfuerzo intencional para aminorar el apoyo político que han obtenido los manifestantes negros.
“La fusión de las protestas con el incremento en el crimen y la criminalidad de cierta manera difama todo lo que representan las protestas”, le dijo a Cuomo el columnista del New York Times, Charles Blow.