(CNN)– Un platillo volador fue visto sobre el océano Pacífico. Pero no es un objeto volador no identificado (UFO, por sus siglas en inglés) ya que sí tiene identificación: pertenece a la agencia espacial estadounidense (NASA).
Tras varios días de retraso, este lunes la NASA inició las pruebas de vuelo de una aeronave en forma de platillo volador que pudiera ser la llave para las futuras misiones de los seres humanos al planeta Marte.
Un enorme globo elevó el vehículo de prueba que llevaba el Desacelerador Supersónico de Baja Intensidad (LDSD, por sus siglas en inglés) del lugar donde se llevó a cabo la prueba, el Edificio de Alcance de Misiles del Pacífico localizado en Kauai, Hawai, perteneciente a la Marina de Estados Unidos.
Hubo júbilo en el puesto de control del artefacto mientras el globo comenzaba a elevar el platillo, pero la alegría duró poco.
Una vez que el globo alcanzó la altura de 32 kilómetros por arriba de la superficie, los controladores de la misión dispararon sus cohetes y probaron el artefacto principal de la prueba: un paracaídas supersónico gigante, que mide 30 metros.
El paracaídas se activó pero no se infló, escribió la NASA en Twitter, prometiendo que aprendería de la prueba.
Actualizando tecnología de décadas
En 2014, cuando el platillo volador fue probado por vez primera, su despegue fue el único problema, ya que no se infló como se esperaba.
Ahora, un nuevo diseño fue probado: el paracaídas Supersonic Ringsail, que, según la NASA, es el paracaídas supersónico más grande que haya sido probado para aterrizar en Martes.
La tecnología que se usa actualmente para llevar a cabo dicha misión -desacelerando de altas velocidades durante su reingreso a la atmósfera hacia las etapas finales del aterrizaje en Marte- se originó con el programa Vikingo de la NASA, que lanzó dos naves hacia la superficie marciana en 1976.
El diseño básico del paracaídas Vikingo ha sido usado desde entonces. Fue utilizado de nuevo en 2012 para lanzar el explorador Curiosity a Marte.
La NASA necesitará tecnologías nuevas y mejoradas para trabajar con las aeronaves más grandes del futuro, a fin de poder aterrizarlas en superficies rocosas, así como en elevaciones más altas.
El arrastre atmosférico
Los científicos de la NASA esperan que la aeronave en forma de platillo volador pueda ser la llave para aterrizar en Marte.
“En tanto la NASA planea misiones científicas ambiciosas con robots en Marte, poniendo las bases para expediciones humanas más complejas, la necesidad de que la aterrice de manera segura en la superficie del planeta rojo se volverá más grande, a fin de poder acomodar a los exploradores en la superficie del planeta rojo, informó la agencia espacial.
Esto significa que el paracaídas supersónico necesitará trabajar para crear el arrastre atmosférico suficiente para alentar las aeronaves y que puedan aterrizar seguros en Marte. Usar el arrastre para la desaceleración significa ahorrar combustible esencial para los aterrizajes seguros.
Una tercer prueba para el platillo volador de la NASA se realizará en el verano de 2016.
Mariano Castillo, Lauriel Cleveland y Amanda Barnett de CNN contribuyeron con este reporte.