(CNN) - Un hombre plantó explosivos y abrió fuego contra el edificio del cuartel general de la policía de Dallas, Texas, la madrugada de este sábado.
Después huyó a bordo de una furgoneta blindada, se atrincheró por varias horas en el vehículo y fue abatido por un francotirador de la policía.
Las autoridades confirmaron el deceso, pero no la identidad del sospechoso.
Tras el primer tiroteo, agentes de la policía encontraron paquetes sospechosos cerca de la sede policial. Al menos una bolsa contenía explosivos, lo que obligó a las autoridades a evacuar la zona.
Cuando un robot para el manejo de explosivos se acercaba al paquete, la bolsa explotó, pero nadie resultó herido, reportó en Twitter el mayor Max Geron, vocero de la policía.
Inicialmente, el jefe de policía de Dallas, David Brown, comentó que un testigo había dicho que hasta cuatro personas habrían disparado armas automáticas desde varios puntos.
Ventanas rotas por los disparos
Varias ventanas del edificio policial se rompieron en el tiroteo, pero no se reportaron heridos.
El atacante y los policías intercambiaron disparos. El agresor entonces embistió con la furgoneta a una de las patrullas y después se alejó de la sede de la policía.
“Creemos que la intención de este sospechoso era matar a los oficiales”, dijo el jefe de policía David Brown a los periodistas.
“Apenas sobrevivimos a las intenciones del sospechoso”, comentó Brown.
Cerca de la sede de la policía, los uniformados acorralaron a la camioneta blindada en el estacionamiento de un restaurante de comida rápida cercano. Dentro estaba el agresor.
El hombre le dijo, por teléfono, a los agentes especiales de un equipo SWAT que se llamaba James Boulware, pero la policía no pudo confirmar de forma independiente si se trataba de su verdadero nombre.
Las causas del ataque están bajo investigación.
Antes de que el francotirador de la policía le disparase, el sospechoso despotricó contra la policía alegando que fueron los responsables de su hijo fuera apartado de él.
En abril, una jueza le quitó a Boulware la custodia de su hijo y nombró a la abuela del menor como tutora del pequeño.
La jueza del caso dijo que había recibido múltiples amenazas de Boulware desde que emitió el fallo.
La seguridad se reforzó en las estaciones de policía de Dallas y en la sede de la alcaldía de la ciudad.