Un guardia armado en una de las torres de vigilancia de la correccional Clinton en Nueva York. (Getty Images).

(CNN) – Dos asesinos planificaron meticulosamente cómo fugarse de la prisión estatal de Nueva York, posiblemente al escapar de sus celdas bajo el manto de la oscuridad para ensayar su huida en túneles, dijeron las autoridades.

Richard Matt y David Sweat tenían planificado conducir durante siete horas en la noche hasta un lugar predeterminado, junto con la mujer que supuestamente les ayudó, dijo Andrew Wylie, fiscal del condado de Clinton.

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Pero Joyce Mitchell, quien supuestamente les suministró las herramientas para abrirse camino a través de los muros de la prisión, se arrepintió y decidió no recogerlos, dijo.

Mitchell dijo a los investigadores que tenía planificado fugarse con ellos después de recogerlos la semana pasada cerca de una boca de alcantarilla donde saldrían desde una red de túneles, dijo Wylie.

“Iban a reunirse cerca de la planta de energía, iban a conducir —no voy a decir que al anochecer, porque fue después de la medianoche y estaba oscuro— pero iban a conducir, posiblemente hasta una zona que estaba a unas siete horas de camino”, dijo Wylie.

Pero ella se hizo para atrás.

Fiscal del distrito: los presos tenían un destino en mente

Mitchell dijo a las autoridades que Matt y Sweat seleccionaron el destino.

No dijo a dónde pensaba dirigirse el trío después de que los dos prisioneros escaparan del Centro Correccional Clinton de Dannemora, dijeron los funcionarios.

“Esa fue la información que recibió de parte de Matt y Sweat… que estaba a siete horas de distancia”, dijo Wylie.

Luego de cambiar de opinión, ella empezó a cooperar con la policía.

“Ella efectivamente indicó que una de las razones por las que no se presentó era porque amaba a su esposo y no quería hacerle esto”, dijo Wylie.

Mitchell ahora se encuentra en la cárcel, acusada de ayudar en la descarada fuga de la prisión. Los dos asesinos convictos a los que ella supuestamente ayudó están libres, pero a la fuga.

Ella se declaró inocente el viernes por la noche frente a una acusación de delito grave por promover contrabando en la prisión y una acusación delito menor de brindar ayuda a delincuentes. Su próxima comparecencia en el tribunal es el lunes.

Si es declarada culpable, Mitchell enfrenta a un máximo de ocho años tras las rejas.

Prisioneros los vieron con teléfonos celulares

Las entrevistas con otros prisioneros indicaron que Matt y Sweat fueron vistos con teléfonos celulares antes de que escaparan, según Wylie.

“Pero no tenemos ninguna prueba de estos teléfonos móviles”, dijo.

Wylie dijo que las autoridades han estado en contacto con familiares y amigos de Matt y Sweat que viven en otras partes de Estados Unidos, pero todos ellos dijeron que no habían tenido noticias de los convictos desde que escaparon de sus celdas de máxima seguridad.

Uno de los presos la hacía sentir ‘especial’

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Se descubrió que Matt y Sweat habían desaparecido el 6 de junio durante la revisión matutina en el Centro Correccional Clinton.

Mientras se escapaban, se metieron en agujeros y perforaron una pared de acero y un tubo de calefacción, luego salieron por la boca de alcantarilla en dirección a la calle.

Mitchell les proporcionó cuchillas para sierras de acero, cinceles, una perforadora y un desatornillador, según registros judiciales.

En las semanas previas a la fuga, dijo Wylie, ellos podrían haberse escondido en la pared en medio de la noche para planificar su ruta de escape.

Además, dijo, la manipulación de Mitchell podría venir desde 2013, cuando los tres se conocieron.

Mitchell le ha dicho a los investigadores que Matt la hacía sentir “especial”, dijo una fuente con conocimiento de la investigación.

Su esposo y compañero de trabajo de la prisión, Lyle Mitchell, también se encuentra bajo investigación, pero no ha sido arrestado o acusado, dijeron las autoridades. Él trabajaba en el departamento de mantenimiento en el área de sastrería, donde trabajaba su esposa, dijo Wylie.

Los funcionarios del Departamento Estatal de Correcciones habían recibido una queja sobre la relación entre Joyce Mitchell y uno de los dos fugitivos. El departamento no encontró suficiente evidencia como para respaldar la queja, pero eso no significa que no haya existido una relación.

Se intensifica la búsqueda

Más de 800 oficiales estatales, locales y federales de seguridad están buscando a los fugitivos, dijo la policía estatal de Nueva York. Ellos han estado siguiendo más de 700 pistas que han surgido en la persecución de una semana.

Sweat estaba cumpliendo una condena sin derecho a libertad condicional por el asesinato de un empleado del alguacil del condado de Broome en 2002. Sobre Matt pesa una condena a 25 años por el secuestro y asesinato de un hombre en 1997.

La búsqueda de los fugitivos se ha ampliado en Plattsburgh, al norte de Nueva York, donde las autoridades han cerrado una parte de la autopista estatal 374.

Perros de rastreo detectaron su olor la semana pasada en una gasolinera en el pueblo, donde las autoridades creen que hurgaron la basura en un local de sándwiches.

Whyle dijo que los avistamientos previos no han llevado a ninguna pista.