(CNN) – Anillos brillantes, vestidos blancos y autos de lujo llenaron el gigantesco centro nacional de convenciones, junto al Estadio Olímpico “Nido de pájaro” de la capital china durante un reciente fin de semana.
Equipados con globos, osos de peluche y bolsas de regalo llenas de cupones, una gran cantidad de vendedores estaban afuera de sus puestos, dándoles regalos gratis a los visitantes en su intento por convertirlos en clientes.
Repartidos en dos niveles, más de 200 vendedores competían por llamar la atención en la expo boda de tamaño olímpico de Beijing —y, más importante aún, las billeteras— de miles de parejas jóvenes.
Una carga económica inflada
Todo estaba a la venta con descuento, pero incluso un cálculo aproximado en el lugar apuntaba al creciente costo de casarse en China.
La cuenta total fácilmente podría superar los 20.000 dólares —una suma inimaginable hace tan solo unos años— tomando en cuenta un par de anillos, un vestido de novia, un banquete, una sesión de fotos y un planificador profesional.
En Estados Unidos, el costo promedio de una boda —sin incluir la luna de miel— tiene un costo similar de 25.200 dólares, según el último dato publicado por Wedding Report, una firma de investigación de mercado.
Aunque el rápido crecimiento económico ha dado lugar al aumento de los ingresos, el chino promedio aún gana una fracción de lo que gana su homólogo estadounidense.
Las estadísticas del gobierno muestran que el ingreso disponible anual para el 2014 era tan solo de 3.283 dólares por persona en China.
El inflado costo de las bodas ha estimulado una industria multimillonaria, pero también ha impuesto una pesada carga sobre las más de 10 millones de parejas que se casan cada año en el país más poblado del mundo, en especial sobre aquellas que ya se sienten financieramente tensas porque están tratando de comprar su primera casa y su primer auto.
Sin embargo, frente a una arraigada preferencia cultural por el matrimonio, los jóvenes chinos que se preparan para casarse admiten que reducir los gastos no siempre es una opción.
“Es un evento que sucede solo una vez en la vida… así que tengo que mostrar mi compromiso con ella y sus padres a través de la boda”, explicó Wang Di, de 23 años de edad, quien estaba buscando buenas ofertas en la feria a pesar de que él y su novia no planean casarse sino hasta dentro de dos años.
“Posiblemente no nos importe mucho la ceremonia… pero a nuestros padres y a otros familiares sí”.
Matrimonios desnudos
Frustradas por la presión familiar, algunas parejas chinas han optado por los así llamados “matrimonios desnudos”; es decir, sin casas, sin autos, sin bodas… y a veces sin anillos.
Aunque el público parece apreciar la filosofía de que el amor verdadero lo soporta todo, la mayoría de los encuestados en repetidas encuestas aún rechazan la noción de desconocer todas las trampas tradicionales de matrimonio.
Sin embargo, cada vez más, las ideas menos radicales —pero más creativas y más asequibles— están ganando popularidad en las grandes ciudades.
En una casa con patio en los suburbios de Beijing un sábado reciente, el código de vestimenta era informal, pero parecía que todos realmente se divertían en la boda al estilo “hazlo tú mismo” de la novia y el novio. En el escenario, la novia ya se había quitado los zapatos altos.
El lugar era la casa de la pareja… la cual le alquilaron a un granjero local por tan solo 2.500 dólares al año. La decoración, que era principalmente de flores frescas y entretenimiento —con un DJ y una banda— fueron cortesía de sus amigos artistas.
Las paredes de ladrillo estaban adornadas con varios carteles al estilo de una película en la que la novia y el novio eran los protagonistas, incluyendo un cartel en el que ellos reían en la cama con la frase “amor descabellado” con letras de color amarillo atrevido que aparecían salpicadas por todo el edredón rojo que cubría sus cuerpos.
¿La misma costumbre antigua?
“Casi todas las bodas ahora se apegan a la misma costumbre y yo no quiero eso”, dijo la novia Zhang Yueyue, gerente de mercadeo de una revista de artes.
La feliz pareja hizo un cartel de película simulado para celebrar su día especial.
“Creo que lo más importante es dejar que todos se diviertan. Muchas bodas chinas ahora son más sobre hacer alarde de riqueza y dejar que los padres tengan ‘presencia’ a través de la extravagancia”.
Incluyendo el servicio de catering y los vestidos tradicionales hechos a la medida, Zhang y su esposo artista gastaron menos de 2.000 dólares en su gran día.
Con sus modestos ingresos, los recién casados acordaron que el ahorro de la boda equivalía a tener más dinero para iniciar su vida de casados.
En medio de aplausos y gritos en el patio, algunos de los invitados de la pareja ya se sentían inspirados.
“Mi presupuesto tampoco será alto”, dijo Zhao Mengsha, una colega y amiga de la novia que está planeando su propia boda de verano. “Solo quiero una gran fiesta con un poco de entretenimiento… y, más importante aún, una gran cantidad de alcohol”.
Eso definitivamente suena como una fórmula ganadora para una ocasión especial.