(CNN) – Ellos se reunieron en la Iglesia Metodista Episcopal Africana Emanuel para estudiar la Biblia: un pequeño grupo de 13 personas. Muchos eran rostros conocidos. Solo uno de ellos era un extraño.
Pero era incomprensible que fuera un asesino al acecho, un hombre que podría disparle a nueve feligreses y líderes de la iglesia a sangre fría.
La policía dice que Dylann Roof fue a la iglesia en Charleston, a dos horas de su casa y mató a tiros al pastor, a otros reverendos y a personas que habían llegado el miércoles para conocer más acerca de la palabra de Dios.
Esto es lo que sabemos sobre los nueve fallecidos:
Un pastor que vivió su vida con propósito
El reverendo Clementa Pinckney murió el miércoles haciendo lo que siempre había sentido, era correcto para él.
Estaba predicando la Palabra cuando él y otras ocho personas fueron asesinados a tiros en la masacre.
Pinckney, de 41 años, respondió al llamado a predicar hace casi 30 años, a la edad de 13 años, de acuerdo con una biografía publicada en el sitio web de la iglesia.
Él fue un triunfador toda su vida. Fue nombrado pastor por primera vez cuando tenía 18 años. Se graduó magna cum laude de Allen University y fue presidente del cuerpo estudiantil.
La revista Ebony lo incluyó como uno de los “mejores estudiantes universitarios en Estados Unidos”.
En 1996, a los 23 años, fue elegido miembro de la Cámara de Representantes de Carolina del Sur, la persona negra más joven en ser elegida.
Cuatro años más tarde, fue elegido para el Senado estatal.
Pinckney impulsó una legislación para para que la policía usara cámaras corporales, ya que creía que esto protegería a las personas, dijo su primo, el senador estatal Kent Williams.
Cuando estaba en la Legislatura, el reconocimiento nacional de sus logros continuó. El columnista del Washington Post, David Broder, dijo que Pinckney era “alguien que levantaba el espíritu político por sorprendentemente no volverse cínico en torno a la política”.
El representante de Estados Unidos Mark Sanford, exgobernador de Carolina del Sur, fue parte de quienes le rindieron tributo el jueves.
“Él era un ser humano extraordinario”, le dijo Sanford a “New Day”, de CNN. “Tenía una voz grave y profunda —la voz de un locutor de radio, si te parece— y abordaba la vida con el mismo nivel de seriedad”.
Williams lo llamó “un hombre de carácter”. “Era un hombre temeroso de Dios. Era un hombre de familia”.
Williams añadió lo siguiente: “Él tenía una pasión por ayudar a los pobres, por ayudar a mejorar la calidad de vida de toda la humanidad. Pero sobre todo de los más pequeños de entre nosotros”.
A Pinckney le sobrevive su esposa, Jennifer, y dos hijas, Eliana y Malana.
Un pastor que tenía mucho tiempo en la iglesia
Al igual que Pickney, el reverendo Daniel Simmons estaba en la iglesia de manera regular durante las noches de lectua de la biblia los miércoles.
El hombre de 74 años sobrevivió al tiroteo pero murió mientras era sometido a cirugía.
Antes de estar en la iglesia Emanuel, Simmons estuvo en otra iglesia en Awendaw, al noreste de Charleston.
Una bibliotecaria que ‘dedicó su vida’ a mejorar las vidas de otros
Cynthia Hurd amaba a Dios, a su familia, a sus libros y a su comunidad, le dijo su hermano Malcolm Graham a CNN.
Él la describió como la matriarca de la familia y la persona que los mantenía unidos.
Fue bautizada en la iglesia y asistió allí toda su vida. Su difunta madre cantaba en el coro.
Así que no era de sorprenderse que estuviera allí una noche entre semana para asistir a un estudio bíblico.
La pérdida de Hurd es “incomprensible” para la biblioteca pública del condado de Charleston, donde trabajaba.
La biblioteca dijo que era mucho más que solo una empleada. Hurd “dedicó su vida a servir y a mejorar la vida de otros”, decía el comunicado.
Las 16 sucursales de la biblioteca se cerraron el jueves en honor a Hurd, de 54 años, quien fue gerente de la Biblioteca Regional de St. Andrews. Cambiarán el nombre de la sucursal en su honor.
“Pedimos oraciones por su familia, sus compañeros de trabajo, su iglesia y toda esta comunidad, a medida que nos unimos para hacerle frente a esta trágica pérdida”, decía el comunicado de la biblioteca.
Hurd había trabajado para la biblioteca —”ayudaba a los residentes y se aseguraba de que tuvieran todas las oportunidades para tener una educación y crecimiento personal”— durante 31 años, decía el comunicado.
Su esposo, Steve, trabajaba como estibador en Arabia Saudita y la familia está tratando de traerlo a casa. Graham es uno de sus cuatro hermanos mayores. Ella también tiene una hermana menor.
Una terapista también estuvo entre las víctimas
Sharonda Singleton vivía lo que parece ser una vida plena y ocupada.
Era terapeuta del habla y entrenadora de atletismo en Goose Creek High School en Carolina del Sur, después de haber practicado atletismo cuando asistió a la Universidad Estatal de Carolina del Sur en Orangeburg.
Y también era reverenda en la Iglesia Metodista Episcopal Africana Emanuel, donde ocurrieron los asesinatos.
Era miembro de una familia de deportistas.
Estaba casada con Christopher Singleton, quien jugó fútbol en la Universidad Estatal de Tennessee en su época universitaria.
Y su hijo, Chris, quien nació en 1995, juega béisbol para Charleston Southern University.
El jueves, un día después de la muerte de su madre, Chris Singleton pidió en Twitter oraciones por ella.
Myra Thompson, profesora de estudio bíblico
Myra Thompson, de 59 años, también murió en el tiroteo, según el obispo Alphonza Gadsden, quien fue notificado por la familia de la víctima. Gadsden había conocido a Thompson durante una década.
“Ella era una persona que amaba al Señor. Sus metas eran agradarlo en todo lo que hiciera. Ella estaba dando un estudio bíblico cuando la mataron”, dijo.
Tywanza Sanders, la ‘víctima más joven’
La foto de perfil de Tywanza Sanders en Facebook es una selfie que muestra a un hombre joven con una encantadora sonrisa y una gorra de lado.
No solo sonreía mucho, sino hacía felices a sus amigos.
“Si lo conocías, sabías que tenías a un buen amigo de tu lado, sin importar nada”, le dijo Grant a CNN. “Él te hacia sonreír incluso cuando no querías sonreír”.
Su amigo era muy cariñoso, especialmente con su familia, dijo Grant. Sanders hablaba de su madre a menudo, e iba a verla todo el tiempo.
Él murió tratando de salvar a su tía, Susie Jackson, según les informaron a Grant y A.J. Harley.
Sanders era un estudiante tranquilo pero muy conocido, y estaba comprometido con su educación, según una declaración de Allen University, de donde se graduó en 2014.
La universidad, en Columbia, Carolina del Sur, es la misma de donde Pinckney se había graduado años antes.
La universidad dijo que Sanders era la víctima más joven del tiroteo, pero no dio su edad.
Él se graduó, dijo la universidad, de su División de Administración de Empresas.
A sus colegas los conmovió su espíritu cálido y servicial, dijo la universidad.
La publicación más reciente de Sanders en Facebook, más o menos a las 6 p.m. hora del este el miércoles, contenía un video con comentarios debajo.
“¿Alguna vez han notado como los principales medios tratan a los manifestantes negros y a los alborotadores blancos de manera distinta?”, preguntaba el texto.
Sanders parecía ser un joven resuelto a ser exitoso.
Su foto de portada en Facebook —la imagen que aparece detrás de la foto de perfil y encabeza la página— contenía solamente palabras en letras verdes contra un fondo oscuro.
Simplemente decían lo siguiente: “Tus sueños te llaman”.
Empleada de universidad era ‘una líder amable y entusiasta’
La reverenda DePayne Middleton-Doctor, de 49 años, trabajaba como coordinadora de admisiones en el centro de estudios de Charlston de Southern Wesleyan University.
“Siempre fue una líder amable y entusiasta, DePayne verdaderamente creía en la misión de SWU de ayudar a los estudiantes a alcanzar su potencial al conectar la fe con el aprendizaje”, dijo el presidente de la universidad, Todd Voss.
Middleton-Doctor acababa de empezar a trabajar en el centro de estudios de la universidad cristiana en diciembre.
Ella sacó su maestría en administración en la institución en 1994 luego de estudiar biología y ciencias de la vida en Columbia College. Fue una redactora de propuestas con experiencia y una consultora para los distritos escolares antes de unirse a Southern Wesleyan, dijo la universidad.
Tenía cuatro hijas, le dijeron amigos a CNN.
Ella cantaba en el coro
Susie Jackson, de 87 años, fue parte del coro de la iglesia durante mucho tiempo, le dijo su nieto a WEWS, afiliada de CNN, en Cleveland, Ohio. Tim Jackson dijo que su abuela era “una persona muy especial”.
Era parte del coro y también era parte de la junta de ujieres de la iglesia, en la que había participado durante muchos años.
Susie Jackson era una persona muy cariñosa y dadivosa con una linda sonrisa, le dijo su nieto a la estación.
Una querida exempleada que disfrutaba de su jubilación
Sus excompañeros de trabajo extrañaban a Ethel Lance. La mujer de 70 años de edad se había jubilado en 2002, pero dejó su huella en el Gailard Auditórium. Ella se encargó de la actividad tras bambalinas durante 34 años, dijo Cam Patterson, el director de Charleston de instalaciones especiales.
“Nadie se atrevía a sacarla de su territorio. Ese era su orgullo y alegría”, dijo Patterson.
Lance era una persona y una empleada maravillosa, dijo Patterson.