(CNN) – Como suele suceder, las selfies pueden servir para la ciencia.
Alexandra Swanson, una investigadora de carnívoros y quien era estudiante de doctorado de la Universidad de Minnesota, colocó 225 cámaras trampa en más de 1.000 kilómetros del Parque Nacional Serengeti en Tanzania, como parte de su tesis. Las cámaras han estado tomando imágenes continuamente desde el 2010 y han capturado 1,2 millones de selfies furtivas de animales, como parte del mayor estudio de seguimiento con cámaras que se haya hecho hasta la fecha.
“Mi plan era utilizar cámaras trampa para monitorear determinado número de especies diferentes a través del territorio”, dice ella.
Más específicamente, quería estudiar cómo los carnívoros más grandes interactuaban con los carnívoros más pequeños. Ella no imaginó cuán difícil sería clasificar todas las imágenes.
“Lo que no esperaba era cuántas imágenes podían producir estas cámaras. Me encontré saturada de datos de imágenes”, dice ella.
Ciencia: convocatoria abierta
Inicialmente, Swanson recibió la ayuda de 40 voluntarios universitarios para clasificar los datos, pero se dio cuenta que incluso esa cantidad no era suficiente para lograrlo.
“Rápidamente nos atrasamos, incluso con la ayuda de un pequeño ejército de voluntarios”, dice ella.
Fue entonces cuando tuvo la idea de hacer una convocatoria abierta para hacer la trascendental tarea. Con la ayuda de un colega, ella presentó su proyecto, Snapshot Serengeti, en Zooniverse, una plataforma en línea para proyectos de ciencia de los ciudadanos. Más de 40.000 voluntarios —la mayoría sin experiencia en ciencia— la ayudaron a identificar cada animal.
“Al clasificar estas imágenes, nuestros voluntarios hicieron valiosas contribuciones a la investigación que no habríamos logrado de otra forma”, dice ella.
Su población de voluntarios en línea ha podido clasificar los datos con un 97% de precisión, dice. Para los que están iniciando, cada imagen es mostrada a varios voluntarios diferentes.
“Si envía una imagen a diez personas y todos dicen que es una cebra, estamos bastante seguros que es una cebra. Si cinco dicen que es una cebra, dos dicen que es un búfalo y tres dicen otra cosa, entonces sabemos que tenemos que examinar esa foto más de cerca”, dice ella.
Grandes avances con las selfies
La secuencia de imágenes de las cámaras ha permitido que los científicos respondan “preguntas más amplias y complejas” sobre cómo las diferentes especies interactúan en el Serengeti, dice Swanson.
“Una de las cosas más geniales fue ver cómo los leones, guepardos y hienas están dividiendo el terreno”, dice ella. Los tres grupos compiten por los mismos espacios del hábitat, señala, aunque los leones suelen ser excepcionalmente agresivos en relación a otros carnívoros.
“Descubrimos que estaban usando las mismas áreas, pero los guepardos llegaban unas horas después de que los leones se fueran… algo así como un tiempo compartido”.
Swanson dice que la investigación posiblemente podría proporcionar un panorama más amplio de la mayor migración de mamíferos del mundo; es decir, de los 1,6 millones de ñus, gacelas y cebras que cruzan el Serengeti cada año. Se supone que los animales se están trasladando a tierra volcánica más rica en nutrientes.
“Sin embargo, en una escala mucho más selecta, no entendemos cómo es que deciden moverse de un lado a otro. Al combinar los datos de las cámaras trampa con datos de precipitación, estamos tratando de trazar la migración con más detalle y entender por qué lo hacen en un determinado día”.
Revolucionando el proceso
Tradicionalmente, los científicos han confiado en los collares de radio y GPS para realizar un seguimiento de los animales en su hábitat natural.
“Esos proporcionan mucha más información en cuanto a la ubicación de los animales, pero son caros; así que solo se le pueden colocar a unos cuantos animales a la vez”, dice Swanson, así que el alcance de los datos será de menor escala. El muestreo de transecto (en el que se calcula las poblaciones de animales al contar algunos a través de una distancia determinada) requiere mucho esfuerzo humano, por lo que a menudo solo se llevan a cabo anualmente.
En comparación, el método en el que se combinan las cámaras trampa con la ciencia ciudadana ha inundado el mundo con datos que hasta ahora no estaban disponibles en relación a los hábitats de los animales.
“Las cámaras proporcionan tomas constantes sobre dónde están estos animales”, dice Swanson.