(CNNMoney) – Hay muchas dificultades que Grecia tiene que enfrentar antes de que en realidad pueda conseguir su rescate.
Aunque los líderes europeos aceptaron el último paquete de rescate de 96.000 millones de dólares para Grecia, ellos están esperando que el gobierno del país impulse una serie de reformas a través del parlamento. La semana pasada este aprobó los primeros, y el miércoles deberá aprobar otros dos.
Tan pronto como estas reformas sean aprobadas, Grecia podrá comenzar a hablar con los líderes europeos sobre los detalles del plan de rescate y un calendario para que el dinero sea liberado.
El reloj no se detiene… Grecia necesita asegurar el acuerdo antes del 20 de agosto, fecha en la que tiene que pagar 3.200 millones de euros (3.500 millones de dólares) al BCE, a fin de permanecer en la eurozona.
El parlamento griego votará por dos nuevas leyes el miércoles. Este tiene que adoptar un reglamento para los bancos en quiebra, y encontrar una manera de hacer más eficientes sus prolongados procedimientos judiciales.
Las reformas son parte del acuerdo inicial firmado por los líderes la semana pasada.
Grecia había estado rechazando reformas durante meses, con la esperanza de obtener un mejor trato con Europa. Después de que esa estrategia fracasó y llevó al país al borde del colapso, el gobierno cedió ante los acreedores y estuvo de acuerdo en aprobar un programa de severas reformas económicas.
Atenas también accedió a transferir activos hasta por un monto cercano a los 50.000 millones de euros (55.000 millones de dólares) para un fondo independiente, reformar su sistema de pensiones y el IVA, e implementar más recortes en los gastos.
La primera votación de la semana pasada desencadenó una rebelión dentro del partido gobernante Syriza, y varios miembros del parlamento, entre ellos el anterior ministro de finanzas, Yanis Varufakis, votaron en contra de su propio gobierno. Las protestas anti-austeridad estallaron afuera del edificio del parlamento.
Los detalles del nuevo paquete no se han ultimado todavía, pero una cosa es cierta: los demás países europeos estarán comprometidos para la mayoría de los préstamos. Eso se debe a que la mayor parte del dinero –alrededor de 50.000 millones de euros (55.000 millones de dólares)– serán del fondo de rescate de emergencia de la eurozona.
Según los últimos datos oficiales, la deuda de Grecia ya ha llegado a 312.000 millones de euros (340.000 millones de dólares).
El país ha recibido 53.000 millones de euros (58.000 millones de dólares) en préstamos bilaterales de países individuales de la eurozona, y 142.000 millones de euros (154.000 millones de dólares) del fondo de rescate.
Todos los países de la eurozona contribuyen a esta suma de dinero, incluso aquellos que han sido gravemente afectados por la crisis económica, como España o Irlanda, y aquellos con menor PIB per cápita, como Letonia.
Esa es la razón por la que el paquete de rescate tuvo que ser aprobado por varios parlamentos nacionales, y por la que muchos líderes europeos adoptaron una postura severa hacia Grecia. Sus contribuyentes están respaldando los préstamos de Grecia porque el fondo de rescate utiliza su dinero como garantía para recaudar dinero en los mercados internacionales. Si Grecia deja de pagar los préstamos, perderían su dinero.
Las contribuciones de cada país se hacen con base en el tamaño de su población y su situación económica.
Como el país más grande, Alemania es el más expuesto a la crisis griega. Su vulnerabilidad hasta el momento, asciende a 56.000 millones euros (61.000 millones de dólares)… lo que equivale a unos 700 euros (760 dólares) por ciudadano. Le sigue Francia con 42.000 millones de euros (46.000 millones de dólares) e Italia con 37.000 millones de euros (40.000 millones de dólares).