CNNE 194014 - guantanamo

Nota del editor: Camilo Egaña es el conductor de Encuentro. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor.

(CNN Español) – Puede que la de Guantánamo no sea la batalla perdida de Obama. Tal vez, quizás, a lo mejor. El cierre del penal de Guantánamo fue una de las grandes promesas electorales de Obama en 2008.

El vocero de la Casa Blanca ha admitido este miércoles que el gobierno de Estados Unidos ultima los detalles de un plan para cerrar el centro de detención de la Base Naval de Guantánamo, en el sureste de Cuba.

Una retahíla de reveses judiciales y políticos han impedido al presidente cerrar el penal militar, como prometió, y al país quitarse de encima la costra de la vergüenza. Porque Guantánamo es para muchos, ese limbo, sofocantemente caluroso, que ha albergado a cientos de sujetos, sospechosos de terrorismo, muchos de los cuales jamás han sido juzgados como Dios manda.

Guantánamo es una pesadilla, un reino creado por George W. Bush al margen de las leyes nacionales e internacionales. Bush justificó que la tortura en la cárcel de Guantánamo salvó la vida de muchos y que la CIA le aseguró que el waterboarding, ese ignominioso simulacro de ahogamiento, “no producía daños permanentes”. Lo dijo en su libro de memorias de 2010 Decision Points.

Alguien estaba equivocado.