(CNN) – El número de adolescentes que tienen sexo ha sido el más bajo en los últimos 25 años, mientras que el uso de condones entre los adolescentes es ligeramente más alto que en los últimos 11 años, de acuerdo con un reporte realizado por los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).
Sin embargo, parece que los jóvenes no han incrementado su uso efectivo de métodos anticonceptivos como los dispositivos intrauterinos y continúa usando la abstinencia, que es uno de los últimos métodos efectivos para prevenir el embarazo.
“Una de las metas de este reporte es observar los factores que los influencia en la etapa reproductiva de los adolescentes”, dijo Gadys M. Martínez, estadista en el Centro Nacional de Estadísticas para la Salud del CDSC y una de las autoras del reporte, publicado el miércoles.
Los investigadores observaron su actividad sexual y sus métodos anticonceptivos, que son los factores determinantes para saber cuando una persona está embarazada o no, dijo Martínez. Estos factores están influenciados por otros como las condiciones de vida de los adolescentes, que no fueron examinados para este reporte.
El estudio encontró que 44% de las mujeres y 47% de los hombres entre los 15 y 19 años dijeron haber tenido relaciones entre 2011 y 2013, los años en que los adolescentes fueron encuestados. Esos índices no han cambiado de la encuesta de un periodo previo, 2006 a 2010, aunque son mucho más bajos que en 1988 cuando 51% de las mujeres y 60% de los hombres de este grupo reportaron haber tenido relaciones sexuales.
Los investigadores también usaron datos de la encuesta de 2011 a 2013 para determinar la probabilidad de los adolescentes en cada grupo que habían tenido relaciones, que no se habían reportado antes. Encontraron que 13% y 18% de mujeres y hombres, respectivamente, de 15 años habían practicado sexo. Entre los jóvenes de 18 años de edad, el índice se elevo a 68% en mujeres y 69% en hombres.
Uso de anticonceptivos
Similar a la tendencia de actividad sexual entre estos adolescentes, el índice del uso de anticonceptivos no parece haber cambiado mucho, al menos entre 2002, 2006 y 2011-2013, los años en los que se realizó la encuesta. Por ejemplo, 97% de mujeres adolescentes de 2011 a 2013 dijeron que habían usado un condón al menos una vez, comparado con el 94% en 2002.
Los investigadores también han observado el número de otros métodos anticonceptivos, y cómo muchas adolescentes reportaron nunca haberlos usado. Los índices del uso de la pastilla o la abstinencia han incrementado de 55% a 60% desde 2002; el uso de dispositivos intrauterinos fue de 3% en ambos periodos de 2006-2011 y de 2011- 2013.
Las excepciones incluyen el uso de Depo Provera una inyección para el control de nacimiento, que cayó de 21% en 2002 a 15% de 2011-2013. El uso de anticonceptivos de emergencia incrementaron de 8% en 2002 a 22% de 2011-2013, posiblemente porque ahora está disponible para mujeres de 15 años en adelante sin ninguna prescripción.
Lindberg sospecha que los adolescentes están utilizando más metódos anticonceptivos en la actualidad porque el índice de embarazos ha ido en declive dramaticamente desde a mediados de la década del 2000.
Aunque el presente informe reporta una baja en la actividad sexual en los últimos 25 años, el periodo entre 1988 y 1995 es el reponsable de este declive, cuando hubo un incremento en la educación sexual en respuesta a la epidemia del VIH, y el índice de la actividad sexual no ha cambiado mucho desde entonces, dijo Lindberg.
El estudio encontró que jóvenes que esperan hasta sus últimos años de adolescencia (18 y 19) para tener sexo, eran más propensos a usar métodos anticonceptivos en la primera vez que lo practicaban, posiblemente porque fueron más educados acerca del sexo y el embarazo, dijo Martínez.
Mientras que las adolescentes que no usaron anticonceptivos en su primera vez, la probabilidad de quedar embarazada incrementaba de dos a cinco veces.
“La primera relación sexual es un punto clave porque te marca la trayectoria de lo que harás en un futuro”, dijo Martínez.
Puede existir un número de consecuencias negativas de los adolescentes que tienen hijos.
“Uno de los más preocupantes es que el hijo sea criado en la pobreza y la educación y el trabajo de la madre sean limitados (y) el padre este menos involucrado”, dijo Lindberg.
Los investigadores usaron datos de las personas encuestadas de más de 2.000 mujeres y hombres adolescentes a lo largo de Estados Unidos como parte de la Encuesta Nacional de Crecimiento de Familias.