(CNN) – Una llamada al 911 condujo a la policía en Tulsa, Oklahoma, a encontrar a cinco personas apuñaladas hasta la muerte en el interior de una casa, una chica gravemente herida y dos sospechosos –hermanos de 16 y 18 años, ambos familiares de las víctimas– que escapaban por la puerta.
Sin embargo los adolescentes, Robert Bever de 18 años y un hermano suyo menor de edad, no permanecieron en libertad durante mucho tiempo. Fueron capturados con la ayuda de un perro policía.
En la casa estaban asesinados David Bever de 52 años, su esposa April de 44 años, y tres de sus hijos, todos menores de edad.
Hasta ahora las autoridades no han confirmado que efectivamente el joven de 18 años sea hijo de David y Abril Bever y que los tres menores asesinados y la joven herida sean también sus hermanos. Solo han confirmado que eran “familiares”.
Tampoco se sabe qué cargos pueden enfrentar Robert Bever y su hermano, ni mucho menos por qué pudieron haber cometido tan horrible crimen.
Cualquiera que haya sido la motivación, el episodio ha sacudido a los ciudadanos en Broken Arrow, un barrio en las afueras de Tulsa que cuenta con aproximadamente 1.000 habitantes, y donde por lo general se ven uno o dos homicidios al año y no cinco en un día.
“Un crimen como este no tiene precedentes en nuestra zona, dado que nuestra comunidad es segura”, le dijo el sargento de policía Thomas Cooper a KJRH, afiliada de CNN. “Desafortunadamente, es una familia que fue destruida debido a un crimen, y debemos recordar a esas víctimas como también a los oficiales y las personas de los servicios de primera respuesta”.
Policía: Los oficiales arriesgaron sus vidas al sacar a las víctimas
Las autoridades vislumbraron su primer indicio de problemas alrededor de las 11:30 p.m. del miércoles (12:30 a.m. del jueves, hora del este) por medio de una llamada al 911 desde una casa en un vecindario que el cabo de la policía de Broken Arrow, Leon Calhoun, describiría como un vecindario de baja criminalidad y de “mucha clase media”.
Sin embargo, eso no significaba que sabían qué esperar. La llamada al 911 provino de una línea abierta, le explicó Cooper a CNN, lo que significa que se estableció una conexión pero que no hubo ninguna conversación con el despachador.
Dos agentes llegaron, llamaron a la puerta, pero no obtuvieron respuesta alguna. Pero escucharon gemidos y se abrieron paso para entrar, según Calhoun.
Era una pesadilla. Los oficiales vieron a una chica de 13 años herida y la sacaron por seguridad. Después sacaron a dos víctimas más.
Y los oficiales arriesgaron sus vidas en el proceso, dijo Calhoun, porque ellos no tenían idea si un asesino, o asesinos, rondaban cerca.
La cifra final se hizo evidente tan solo después de que las autoridades recorrieron toda la casa independiente. Dos adultos y tres jóvenes estaban muertos, mientras que dos personas más –la chica de 13 años y una niña de 2 años, quien resultó ilesa– estaban vivas.
Niña bajo custodia protectora; chica de 13 años en el hospital
En cuanto a los responsables, Cooper le dijo a KJRH: “Parece que los dos sospechosos huyeron por la puerta en algún momento durante nuestra llegada”.
La policía pronto les estaba siguiendo la pista, incluyendo un equipo K-9 que siguió a los adolescentes a una zona boscosa detrás de la casa, en donde fueron capturados.
Estos sospechosos, quienes son hermanos, vivieron dentro de la misma casa de Broken Arrow al igual que sus víctimas. No está claro si se presentarán en el tribunal y cuándo lo harían, ni los cargos que enfrentarán, aunque Calhoun dijo que cinco cargos de asesinato son una posibilidad real.
En cuanto a su motivación, planificación, y el papel de cada uno en todo –incluyendo si uno podría haber llevado a cabo los asesinatos, mientras que el otro tenía un papel más pasivo–, esas son todas las cosas que los investigadores están tratando de averiguar, dijo Calhoun.
Los miembros de la familia que sobrevivieron podrían aportar un poco de luz, aunque ha sido difícil dar con ellos. Se cree que las dos víctimas adultas son padres de los menores y de los sospechosos, según Calhoun. Además, un desafío es que la familia se ha mudado constantemente, según el cabo de la policía de Broken Arrow.
La única persona que no sufrió herida alguna es una niña pequeña y está bajo custodia de protección.
En cuanto a la niña de 13 años, ella estaba en estado crítico el jueves por la mañana, en un hospital cercano. Calhoun dice que los investigadores quieren que se mejore antes de hablar con ella, aunque piensan que ella será vital para el caso.
“Esperamos que la niña ayude muchísimo”, dijo.
Tina Burnside y Sheena Jones contribuyeron con este reporte.