Londres (CNN) - Un informe del Reino Unido sobre las denuncias de abuso sexual infantil por parte de personas en, o cerca de, el gobierno en las décadas de 1970 y 1980, ha dado lugar a nuevas críticas sobre el comportamiento de los altos funcionarios del gobierno británico de esa época.
El “informe complementario” a una investigación liderada por Peter Wanless, presidente de una organización benéfica para niños, y el abogado senior, Richard Whittam, se desencadenó luego de que nuevos documentos relacionados con las acusaciones salieran a luz después de haberse concluido su revisión original del 2014.
Esto surge en un momento en que Gran Bretaña se ha visto sacudida por revelaciones de abuso sexual infantil por parte de figuras públicas —incluyendo al animador del Reino Unido, Jimmy Savile— y acusaciones de que la clase dirigente británica pudo haber tratado de encubrir las denuncias históricas de abusos que involucran a algunos de los expolíticos con altos cargos.
En el último informe, Wanless y Whittam escriben que a los asuntos relacionados con delitos contra niños “se les dio mucho menos importancia de la que se esperaría en la actualidad”.
Ellos destacan lo que llaman un ejemplo sorprendente, tomado de una carta que Sir Antony Duff le escribió en 1986 —en ese entonces jefe del servicio de seguridad nacional MI5 de Gran Bretaña— al secretario permanente del Gabinete, Sir Robert Armstrong, luego de una investigación sobre denuncias de que un parlamentario tenía una “inclinación hacia los niños pequeños”.
Según escriben Wanless y Whittam, esa investigación concluyó por aceptar las negaciones del legislador y citan una observación en la carta del MI5 al gobierno: “En la etapa actual… los riesgos de vergüenza política para el gobierno son mucho mayores que el peligro a la seguridad”.
Wanless y Whittam continúan: “El riesgo para los niños no fue considerado en lo absoluto”.
La carta tiene fecha de noviembre de 1986, cuando la primera ministra Margaret Thatcher estaba en el poder.
Organización benéfica: ‘Prioridades fuera de lugar’
Un portavoz de la organización benéfica dirigida por Wanless, la Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad hacia los Niños, dijo que el último informe mostraba que “existe un sentido claro de las prioridades fuera de lugar de aquellos que operan en los niveles más altos del gobierno, donde las personas simplemente no estaban pensando sobre los crímenes contra los niños y las consecuencias de esos crímenes de la forma en que esperaríamos que lo hicieran”.
Simon Danczuk, un legislador que ha estado entre los dirigentes de la campaña para que se haga justicia a las víctimas de los casos históricos de abuso infantil, dijo que el nuevo informe muestra que “todo el peso de la clase dirigente británica, incluyendo al MI5, se confabuló en un encubrimiento para proteger a los políticos que abusaron sexualmente de chicos jóvenes”.
Los nombres que afloran en los documentos recientemente encontrados son los del exministro del gabinete, Leon Brittan; del legislador conservador, Peter Morrison, quien era asesor de Thatcher; del exministro, William van Straubenzee; y, de Peter Hayman, un exdiplomático.
Todos ellos ahora están muertos y sus nombres habían sido vinculados previamente con acusaciones de abuso sexual infantil.
Los documentos también incluyen referencias al Kincora Boys’s Home en Belfast, Irlanda del Norte, el cual ha sido objeto de numerosas denuncias de abusos sexuales relacionadas con niños que tenía bajo su cuidado en la década de 1970.
La Oficina del Gabinete dijo que los nuevos documentos habían sido encontrados entre “documentos variados y no estructurados” que en su gran mayoría no estaban clasificados. Se disculpó por haber demorado la publicación.
La revisión del 2014 que Wanless y Whittam llevaron a cabo pretendía averiguar qué sabía el Ministerio del Interior y qué hizo en relación a las denuncias de abusos entre 1979 y 1999.
Wanless y Whittam dijeron que el material adicional —el cual vieron por primera vez este año— no cambió sus conclusiones.
La revisión del 2014 decía que aunque era “muy difícil probar algo definitivo” al examinar los incompletos registros en papel de hace 30 años, “no se había encontrado evidencia alguna de que el Ministerio del Interior hubiera intentado ocultar el abuso infantil”.
‘Solo es la punta del iceberg’
Además de las reclamaciones históricas, los escándalos de abusos recientes en Rotherham, Oxford y el área metropolitana de Manchester han revelado graves fallas por parte de la policía y las autoridades locales para proteger a los niños vulnerables de la explotación sexual.
En medio de la continua preocupación pública, este mes se abrió una investigación independiente con el objetivo de revisar “el grado en que las instituciones de Inglaterra y Gales han cumplido con su deber de proteger a los niños contra el abuso sexual”.
“La preocupación pública en relación al fracaso institucional en proteger a los niños contra el abuso sexual ha aumentado debido a que se tiene una mayor conciencia sobre la magnitud de este problema”, dijo Lowell Goddard, la jueza principal de Nueva Zelanda que ha sido nombrada para dirigir la investigación.
Theresa May, Ministra del Interior del Reino Unido, le dijo al Parlamento en febrero que lo que se había descubierto hasta el momento sobre el tema del abuso sexual infantil “solo es la punta del iceberg” y que se debe hacer más para exponer “las duras verdades” y llevar a los responsables ante la justicia.
“Con cada día que pasa y cada nueva revelación, es claro que el abuso sexual infantil ha tenido lugar y se sigue llevando a cabo en una escala que aún no podemos comprender a plenitud”, dijo.
“Lo que sí sabemos es que las autoridades de distintas maneras han decepcionado a muchos niños y adultos sobrevivientes”.
Andrew Carey y Hannah Calder de CNN contribuyeron con este reporte