(CNN) - Tras pasar de ser el guardia de un club en Nueva York a ser un combatiente de la milicia kurda en Siria, Robert Rose ha pasado varias noches de los últimos meses bajo el fuego de morteros en medio de un intenso calor, luchando contra ISIS en Siria.
Su historia arroja luz sobre cómo un grupo kurdo de la oposición está reclutando combatientes occidentales.
“Tengo un presentimiento en relación a que se supone que debo morir aquí”, dijo Rose, de 25 años, el miércoles desde la sede de las YPG, la milicia kurda a la que se ha unido, a unos kilómetros de Hasaka en la región del noreste de Siria.
“La lucha ha sido tan pesada en estas últimas semanas que he visto cosas terribles”, dijo.
Las YPG, o los Leones de Rojava, un término que se refiere a los combatientes occidentales del grupo, dicen en Facebook que piensan “enviar a terroristas de ISIS al infierno y salvar a la humanidad”.
Según Rose, las YPG están conformadas por militantes kurdos que defienden su tierra y a su pueblo en su lucha contra ISIS. Dijo que las mujeres también pelean, y que lo único que quieren es vivir en paz.
Rose, quien es originario del Bronx, dijo que ha odiado a los terroristas desde que al Qaeda atacó su hogar en 2001, al estrellar dos aviones contra las torres del World Trade Center. No pudo servir en el ejército de Estados Unidos a los 18 años de edad porque ya tenía la custodia completa de su hijo, Jonathan, pero dijo que su pasión por luchar en contra de terroristas nunca decayó.
“Daesh se ha dedicado a publicar todo lo que hacen en los medios de comunicación públicos”, dijo Rose, utilizando un nombre en árabe para ISIS.
Asegura que el video que el grupo publicó de asesinatos masivos, decapitaciones, incendios y apedreos de personas inocentes lo inspiró a buscar una forma en la que pudiera pelear.
Rose nunca había escuchado del pueblo kurdo antes de septiembre de 2014. Fue en aquel momento cuando supo de otro estadounidense, Jordan Matson, quien se había unido a las Unidades de Protección Popular, la rama armada del Partido de la Unión Democrática en Rojava, la región kurda de Siria.
Matson, originario de Wisconsin, cuenta con más de 22.000 seguidores en Facebook y publica regularmente acerca de la actividad militar de Turquía en contra del pueblo kurdo. Él publica que el gobierno turco no hace nada por luchar contra ISIS. Ha subido varias fotos en las que aparece vestido con ropa de combate, y los comentarios de sus seguidores están llenos de caritas felices y corazones.
Después de ponerse en contacto con Matson por medio de Facebook, Rose dijo que Matson le presentó a uno de sus comandantes.
A partir de ahí, rápidamente encontró un patrocinador en Alemania en línea, quien le pagó su primer viaje a la región, por lo que dejó su hogar y a su familia el día después de Navidad.
Estuvo en Siria durante solo un poco más de dos meses, y no vio mucha acción o combate. Poco después de regresar a casa al Bronx, se enteró de que su comandante y su traductor habían sido asesinados. Sintió que necesitaba regresar.
El 6 de julio regresó a Siria, esta vez para combatir en el frente.
Rose dijo que su unidad ha experimentado más luchas y derramamiento de sangre de lo que pueda imaginar desde que regresó a Siria a principios de marzo, y describe días y noches que pasó sin dormir.
“No dormimos en la noche, estamos de guardia durante toda la noche, y hace tanto calor durante el día que solo puedes dormir tres o cuatro horas”, dijo,
El padre de Rose, Bobby Rose, dijo que él está increíblemente orgulloso de su hijo, aunque cuando viajó a Siria la primera vez y dejó a Jonathan al cuidado de sus abuelos, ellos estaban muy preocupados por su seguridad.
“Tenemos que respaldarlo, especialmente ahora, sobre todo porque está luchando por una causa justa”, dijo su padre. “Él supo de lo que ISIS le estaba haciendo a los kurdos; eso lo enfureció y lo llevó a querer hacer lo que pudiera por su país, porque ellos también podrían venir aquí a hacer daño. Él siente que también está luchando por Estados Unidos”.
Robert Rose siempre sintió algo por los desamparados, según su padre, y defendía a los niños que eran víctimas de bullying en la escuela. Su madre, Azilde Andrea Gomez Rose, dijo que no la sorprendía el hecho de que se hubiera ido a pelear, porque él siempre había sido el tipo de persona que quería ayudar a los demás y servir a su país.
Ante la pregunta de qué le dicen al hijo de Robert, quien ahora tiene 9 años, Bobby dijo que al principio le ocultaron que su padre estuviera en Siria, y le dijeron que estaba en Alemania. “Aún mantenemos eso a raya en cierta forma, pero es más difícil porque con los medios, él ha estado viendo fotos de todo”, dijo.
“Tenemos que cruzar los dedos para que salga bien de esto… se trata de mi hijo”, dijo un Bobby Rose esperanzado. Él añadió que toda la familia, entre ellos la hermana de Robert, Tyla, y su hermano Jason, lo están esperando en casa.