(CNN)– Olvídate de los paraguas: el último símbolo de protesta en Hong Kong es el sostén.
Así se manifestaron decenas de ciudadanos el domingo en contra de lo que dicen es una decisión absurda y sexista: la condena de un manifestante de tres meses y medio de cárcel por “agredir a un agente de la policía” con su pecho.
El pecho de Ng La-ying golpeó el brazo derecho del policía Chan Ka-Po durante una protesta en marzo.
Un video aficionado del incidente citado por la prensa local muestra a la mujer, de 30 años de edad, cayendo al suelo durante una interacción con los agentes de policía. No está claro qué pasa después, pero cuando se levanta hay sangre en su cara.
Durante su juicio, Ng se declaró inocente, diciendo que ella gritó “asalto indecente” cuando la mano del oficial de policía cayó sobre su pecho, según el South China Morning Post.
Sin embargo, un magistrado local la acusó de mentir.
“Ha utilizado su identidad femenina de inventar la alegación de que el oficial le había molestado. Se trata de un acto malicioso”, dijo el magistrado adjunto Chan Pik-Kiu, añadiendo que Ng había dañado la reputación del funcionario con su acusación.
Los manifestantes que se reunieron afuera de la Jefatura de Policía de Wan Chai, en el centro de Hong Kong, cantaban “pechos no son armas” y dijo que el fallo contra Ng era ridícula.
“Creo que todos estamos sorprendidos en cuanto a cómo funciona un ataque de mama”, dijo Ng Chuek Ling, activista de 24 años de la Coalición de Mujeres de Hong Kong para la Igualdad de Oportunidades.
“Si esto sienta un precedente, la policía no solo puede abusar de su poder, sino también despojar a las mujeres de sus derechos a participar en las protestas. El acoso sexual se convierte en una táctica para la represión de la policía”, dijo a CNN.
El legislador prodemocracia Leung Kwok-hung dijo que la sentencia era un “insulto a todas las mujeres de esta tierra.”
Elaine Yu contribuyó con este reporte