(CNN) – La magia de un camino al aire libre, sendero o montaña siempre han capturado desde hace tiempo la imaginación de los ciclistas, así sean profesionales o guerreros de fin de semana.
Ian Dille, autor de “The Cyclist’s Bucket List” (La lista de cosas por hacer del ciclista), pasó nueve meses recabando información sobre carreras y paseos de todo el mundo para una guía exhaustiva. La publicación cuenta con una descripción detallada de las “75 experiencias de ciclismo por excelencia” que abarcan seis continentes.
“Estas son las vistas, los olores y los sabores que todos los ciclistas deberían experimentar antes de morir”, escribe en el prólogo.
Dille, un exciclista profesional, está en apuros en cuanto a elegir un favorito dado que, a su manera, cada viaje apela a su amor por el deporte.
Estos son nueve recorridos tomados del libro que te dejarán con ganas de agarrar tu bicicleta y salir a la carretera.
Tour d’Afrique, África
Los turistas a menudo hacen hincapié para ver todo lo que un lugar tiene para ofrecer y saturan sus itinerarios para visitar todo lo que sea posible. Este viaje transcontinental, atravesando 10 países desde Egipto hasta Sudáfrica, aligera esa preocupación para los ciclistas que son lo suficientemente afortunados de contar con cuatro meses para dedicarse a montar bicicleta a lo largo de toda África.
El recorrido organizado, el cual dura desde mediados de enero hasta mediados de mayo, requiere también de una considerable inversión financiera. El recorrido completo cuesta casi 16.000 dólares, aunque los ciclistas también pueden optar por recorrer solamente ciertos segmentos de la ruta de un poco más de 12.000 kilómetros.
Vas a pedalear a lo largo de las cabeceras del río Nilo, a través de los desiertos y en todo el Ecuador, y eso solo es el inicio de las vistas.
Ruta TransAmerica, Estados Unidos
Iniciando en las colinas de Astoria, Oregón, y terminando en la bahía de Chesapeake en Yorktown, Virginia, este recorrido parece estar inspirado en la letra de “God Bless America”, ya que atraviesa desde “las montañas, hasta las praderas/hasta los océanos, blancos con espuma”.
Los fans de la historia estadounidense y aquellos bien versados en viajes por carretera pueden esperar lo inesperado en el viaje de tres meses.
“El refrán común de los ciclistas que han recorrido la ruta TransAmerica es que aprenden más acerca de nuestro país en los 90 días del recorrido en bicicleta que lo que la mayoría de la gente aprende durante el tiempo que viven”, escribe Dille.
Abundan los parques nacionales y estatales, la cocina local y las carreteras secundarias para los ciclistas que recorren esta ruta legendaria. Las paradas y restaurantes en la ruta reciben a los ciclistas con los brazos abiertos y muchos tienen revistas para que los visitantes puedan leer las reflexiones de los ciclistas del pasado y registrar sus propios viajes.
Carretera de Manali a Leh, India
Haz girar tus ruedas por la escalofriante carretera montañosa que conecta a Leh y a Manali al norte de la India. La ruta de casi 490 kilómetros es una de las carreteras más altas del mundo, con una altura máxima que alcanza casi los 5.200 metros.
Dille no estaba familiarizado con el viaje al principio, pero tuvo que investigar luego de que surgiera una conversación con unos ávidos ciclistas. Lo que encontró fue “una de las cosas más extremas y aventureras que puedes hacer”, dijo.
Hay vistas que se extienden desde las cimas barridas por el viento del Himalaya hasta el río Indo, el cual se abre paso a través de las montañas hacia los fértiles campos que están abajo. A lo largo de la ruta encontrarás espectaculares monasterios y templos, incluyendo el templo de cuatro pisos, Hadimba Devi.
Los ciclistas siguen el río Indo al sur hacia Manali, pasando por More Plains y cerca del Tso Kar, un inmenso lago salado. Alrededor del lago y de los pantanos cercanos verás deambulando a gacelas tibetanas, zorros y burros salvajes. En cada esquina encontrarás formaciones rocosas poco comunes.
Tasmania Occidental, Australia
Cuando el corazón sufre por la total lejanía y la naturaleza prístina, Tasmania Occidental satisface ese deseo. La escabrosidad de la zona es más acogedora para los ciclistas del siglo XXI que buscan aventuras que para los convictos que escaparon cerca la isla Sarah en el siglo XIX.
Pasa por el área de la Reserva Natural del Patrimonio de la Humanidad de Tasmania, la cual cubre más de 1,6 millones de hectáreas. El terreno escarpado cuenta con cuencas rocosas, cuevas antiguas y lagos glaciales extensos que reflejan el impresionante cielo azul que está arriba.
Dille sugiere tomar la autopista Lyell Highway de Queenstown a Strahan, cerca del Parque Nacional de Franklin-Gordon Wild Rivers. Aquí, las densas selvas tropicales que se encuentran arriba y los ríos que serpentean abajo impresionan a los visitantes.
País Vasco, España
Algunas de las personas más desafiantes de España viven en el País Vasco. Los vascos, un pueblo indígena con un idioma distinto y una rica tradición culinaria, se convirtieron en una comunidad autónoma a finales de 1970.
Quizás incluso más que los ascensos a las montañas, los ciclistas disfrutan de los restaurantes y bares de la zona.
“Para muchos ciclistas, las comidas más memorables las encuentran en lo profundo de los valles de la región y a lo largo de sus laderas rurales”, escribe Dille.
DuPont State Forest, Carolina del Norte
Da un paseo montañoso en bicicleta en las profundidades de las Montañas Blue Ridge de Appalachia y te encontrarás frente a las impresionantes cascadas que aparecen en las películas de “El último mohicano” y “Los juegos del hambre”.
Poner al DuPont State Forest de Carolina del Norte en la gran pantalla no fue un error: es hermoso. El agua que fluye hacia el río Little pasa por imponentes robles y pinos del bosque, lo cual crea un brillante collage de colores en el otoño.
Los senderos rodean las extensiones rocosas, ofreciendo unas de las mejores experiencias de ciclismo de montaña de Estados Unidos. La ruta Big Rock Trail ofrece el reto de escalar una pared de roca de granito de 152 metros, mientras que la ruta Cedar Rock Trail desciende rápidamente antes de quedar en paralelo con el río Little.
La ruta Leadville 100, Colorado
Conquista el Salvaje Oeste en tu bicicleta al recorrer las rutas para ciclismo de montaña de la más alta ciudad incorporada en América del Norte. A una altura de casi 3.094 metros, Leadville es un histórico pueblo minero incrustado en las Montañas Rocosas.
La ruta Leadville 100 MTB inició como una pista de carreras en 1983. Una versión similar para ciclistas, 161 kilómetros a través del terreno más extremo de la zona, se introdujo once años después para los ávidos ciclistas de montaña.
Los más atrevidos del deporte pueden participar en la carrera anual al pagar para entrar en la lotería en línea, en la que califican para una carrera diferente, participan en un campamento de ciclismo específico o son patrocinados por una organización benéfica luego de alcanzar una meta de recaudación de fondos.
Ciudad de Nueva York y sus alrededores, Nueva York
La mayoría considera la ciudad de Nueva York como un laberinto de calles llenas de autos, bocinas y conductores irritados. Llegar desde un extremo de la ciudad al otro pone a prueba tu paciencia y te da dolores de cabeza. Sin embargo, gracias a las recientes mejoras los ciclistas pueden esquivar algunos de esos fastidios.
“Numerosas ciudades han hecho mejoras para los ciclistas”, escribe Dille. “Pero ningún municipio lo ha hecho tan rápido como Nueva York”.
Encuentra senderos populares en línea o descubre el tuyo a lo largo de los más de 475 kilómetros de nuevos carriles para ciclismo. Los semáforos para bicicletas y el programa compartido de bicicletas Citi Bike se encuentran entre otros de los servicios designados para los ciclistas.
Camino de la Muerte, Bolivia
El nombre no es una broma; los monumentos al lado de la carretera marcan algunos puntos donde los motociclistas o ciclistas han caído de los riscos andinos. Una nueva carretera de circunvalación y visitas profesionales han disminuido un poco el factor de peligro.
El viaje comienza típicamente en La Cumbre, en medio de picos de las montañas cubiertos de nieve. Un acantilado impresionante espera en cada esquina, incluyendo algunos que caen a más de 910 metros. Conforme la carretera se acerca más al nivel del mar, las temperaturas aumentan y la ruta se sumerge en la selva tropical fuera de Coroico y La Senda, dos opciones para concluir el viaje.