La capitana de la Copa Solheim de Europa, Carin Koch (en la foto), ha ayudado a diseñar los uniformes de su equipo para el torneo del 2015.

(CNN) – ¿Comodidad o alta costura? ¿Apropiado o elegante?

Para Carin Koch, pocos detalles son demasiado pequeños como para ser considerados insignificantes, tanto en el campo de golf como fuera de él.

Si su equipo europeo retiene la Copa Solheim en casa por primera vez en los 25 años de historia de la competencia, los uniformes usados por sus jugadoras el próximo mes, pueden no ser la contribución más obvia para su éxito.

Pero sus atuendos serán la evidencia de las meticulosas preparaciones de Suecia para el evento bianual, disputado contra el visitante estadounidense.

La chaqueta que será usada por el equipo europeo durante la Copa Solheim 2015.

“Tienes que asegurarte de que las 12 personas que van a usar esto se sientan cómodas”, dice Koch respecto a la ropa que ella ayudó a diseñar.

La mujer de 44 años de edad ha tenido una larga y distinguida carrera en el circuito femenino, la cual se remonta a principios de la década de 1990.

Ahora, en su papel de capitana de la Copa Solheim, Koch ha aplicado un toque de sabiduría sartorial para asegurarse de que sus esfuerzos abarquen todos los detalles posibles.

Conseguir la vestimenta de juego correcta es “muy importante”, le comenta ella a CNN en una entrevista telefónica desde su casa, en Suecia. “Es el único evento del golf femenino donde juegas como un equipo y consigues vestir la misma ropa”.

Koch ha ayudado a crear los conjuntos del equipo para el 2015 junto con la firma de ropa deportiva Abacus, y ha ofrecido sugerencias y modificaciones para mejorar el diseño y la comodidad.

La prioridad número uno, explicó ella, ha sido evitar la calamidad estilística y el mal funcionamiento del vestuario.

“Jugué la Copa Solheim unas cuantas veces (incluyendo las victorias europeas en el 2000 y el 2003) y recuerdo una ocasión en que teníamos pantalones tan incómodos que, en realidad, nadie los usó. En su lugar, usamos pantalones para lluvia”, agrega.

Moda oscilante

Aunque algunas jugadoras podían mostrar entusiasmo por los excéntricos pantalones que son populares para los golfistas masculinos –como Ian Poulter y Rickie Fowler–, otras son más tradicionales.

“Si sientes como si te vieras ridícula o no te sientes cómoda, es horrible”, dice Koch. “Esa es la razón por la que no puedes enloquecer con algunos de los diseños, aun cuando algunas de las chicas se decidirían por ellos”.

Sin embargo, una moda que quede bien no es el único elemento en la meticulosa lista de Koch de cosas por hacer, antes de dar por iniciado el torneo el 18 de septiembre.
Ella también ha invertido mucho tiempo en y alrededor del campo St. Leon en Baden Wurtemberg, Alemania, donde se llevará a cabo el evento.

Se han ofrecido sugerencias sobre cómo se deberían establecer los hoyos, el hotel y las instalaciones del dormitorio han sido modificadas para engendrar una atmósfera positiva, en tanto que se ha organizado una gama de actividades para mantener a las jugadoras felices y ocupadas cuando estén lejos del campo.

Luego está el importante tema de la selección de cuatro comodines para complementar a las ocho golfistas que califican automáticamente a través de los distintos sistemas de clasificación.

Koch reconoce que las estadounidenses serán las favoritas, ya que es probable que tengan más jugadoras de mayor clasificación en su equipo.

Pero ella tiene la suerte de contar con manos experimentadas a las que puede acudir, entre ellas las vicecapitanas Annika Sorenstam, Sophie Gustafson y Maria McBride –por no mencionar a una selección de jugadoras experimentadas que han ganado las últimas dos Copas Solheim para Europa.

Koch misma fue también vicecapitana Solheim en el 2013 y el año pasado, pasó tiempo viendo de cerca al victorioso capitán de la Copa Ryder, Paul McGinley, mientras que el equipo europeo del irlandés jugó el mejor golf que los hombres de Estados Unidos podrían haber jugado en Gleneagles, Escocia.

Carin Koch (a la izquierda) posa como parte del triunfante equipo europeo de la Copa Solheim del 2013.

“Aprendí mucho cuando hablé con Paul McGinley”, dice Koch. “Su atención a los detalles era fantástica”.

“Creo que nuestras personalidades son similares en cuanto a que no vamos a dejar nada a la casualidad. Quiero asegurarme de que estoy muy preparada, y cuando salga de Alemania quiero estar segura de que hice todo lo que podría haber hecho para que el equipo se desempeñara de la mejor manera posible”.

Poder femenino

Koch también se muestra entusiasmada por hacer lo mejor que pueda a favor del golf femenino durante su capitanía. A pesar de los avances realizados en años recientes, este sigue recibiendo una fracción de la atención que se le da al juego masculino.

“No creo que el golf femenino sea tan apreciado como debería serlo”, indica Koch. “Las jugadoras ahora sencillamente son extraordinarias”.

“Muchas de las mejores jugadoras viajan con sus propios entrenadores mentales y sus entrenadores físicos. En la actualidad, simplemente es un nivel más alto”, añade.

“Eventos como la Copa Solheim son nuestra forma de exhibir eso y mostrarlo en un formato muy divertido… con las mejores jugadoras y un lugar asombroso”.

Pero incluso con esa plataforma, el progreso en materia de igualdad dentro del deporte sigue siendo demasiado lento para Koch.

El golf conserva elementos de sus inicios patriarcales con algunos clubes importantes, sobre todo en el Reino Unido, en donde todavía se niegan a admitir miembros femeninos.

Koch posa con la Copa Solheim después del triunfo de Europa en el 2013.

“Es increíble que eso todavía suceda en algunos clubes donde no pueden tener miembros femeninos o donde las mujeres no pueden jugar a ciertas horas del día o de la semana”, comenta Koch. “Con ese tipo de cosas, no es de extrañar por qué la gente observa el deporte de una manera determinada”.

Durante mucho tiempo, Koch ha sido partidaria de que el deporte cuente con mayor participación femenina.
Ella ha trabajado para promover un informe del 2014 patrocinado por la agroindustria Syngenta en el Reino Unido a fin de destacar el asunto y animar a más mujeres para que jueguen golf.

“Podría ser un deporte tan sensacional para las mujeres”, dice, antes de sugerir posibles soluciones para alterar las cosas desde la base, tales como las rondas de seis hoyos o más mujeres involucradas en la gestión de clubes de golf.

“En todos los niveles de un club de golf, no se trata tan solo de los miembros. Es gente involucrada con el club, los voluntarios en el club, los gerentes de los clubes, los maestros, todos… está tan dominado por los hombres.

“Realmente espero que podamos cambiar la perspectiva de esto y conseguir que más mujeres se involucren”.
“Pero creo que va a tomar tiempo debido a las tradiciones y los puntos de vista que algunas personas tienen acerca del golf”.

Una memorable Copa Solheim se llevará a cabo en septiembre y podría ser justo lo que se necesita para acelerar ese proceso.