La mitad de los estadounidenses encuestados dijeron que apoyaban un acuerdo que pudiera aliviar algunas de las sanciones económicas contra Irán a cambio de restricciones importantes sobre el programa nuclear  y mayores inspecciones internacionales  (AFP/Getty Images/Archivo).

WASHINGTON (CNN) – Una creciente mayoría de estadounidenses se está poniendo en contra del acuerdo nuclear con Irán y creen que el Congreso debe rechazar el acuerdo negociado entre Estados Unidos, otras cinco potencias mundiales e Irán.

A medida que el Congreso se mueve con lentitud y está más cerca de su voto para aprobar o rechazar el acuerdo, 56% de estadounidenses ahora dice que creen que el Congreso debería rechazar el acuerdo con Irán –un incremento desde el 52% de hace menos de un mes– según la última encuesta de CNN/ORC que fue divulgada el jueves.

Además, según la encuesta, 6 de cada 10 estadounidenses también desaprueban la manera en que el presidente Barack Obama ha gestionado la relación entre Estados Unidos e Irán.

La creciente desaprobación que manifiesta el público estadounidense respecto al acuerdo con Irán se deriva de una polarización partidista, cada vez mayor, del mismo, con más republicanos que se oponen y más demócratas que aprueban el acuerdo nuclear. Además, esto llega en medio de un intenso esfuerzo de parte de Obama y de su gobierno por venderle el acuerdo al público y a los miembros del Congreso antes del voto clave sobre el mismo, el cual habrá de emitirse el próximo mes… para lo que los republicanos están haciendo su máximo esfuerzo a cada paso.

La oposición republicana ha saltado hasta un 83% desde el 66% del mes pasado, mientras que el 70% de los demócratas ahora dicen que el Congreso debe aprobar el acuerdo, por encima del 61% en julio.

Entretanto, el número de los independientes que se oponen al acuerdo se mantiene firme, mientras que una mayoría –ahora el 58%– sigue creyendo que el Congreso debería rechazar el acuerdo.

Los políticos republicanos han sido casi unánimes en su oposición al acuerdo; la mayoría del campo presidencial del partido expresó su indignación y oposición al acuerdo casi tan pronto como se anunció.

Además, considerando que la candidata demócrata favorita, Hillary Clinton, ha expresado su apoyo al acuerdo, es probable que este se convierta en un tema decisivo en las elecciones del 2016.

Una parte de la oposición al acuerdo se puede extraer de las políticas partidistas detrás del mismo, ya que la mitad de los estadounidenses encuestados dijeron que apoyaban un acuerdo que pudiera aliviar algunas de las sanciones económicas contra Irán a cambio de restricciones importantes sobre el programa nuclear de Irán y mayores inspecciones internacionales de sus instalaciones nucleares… esencialmente los términos acordados por Irán y seis potencias mundiales.

Casi con todos los republicanos comprometidos a oponerse al acuerdo cuando salga a votación el próximo mes, es probable que Obama tenga que usar su veto para mantener con vida el acuerdo.

Dos líderes demócratas del Senado –el senador Charles Schumer de Nueva York y el senador Bob Menéndez de Nueva Jersey– ya han anunciado su oposición al acuerdo y se comprometieron a votar para invalidar el veto de Obama si es necesario.

Pero a menos que otros 11 senadores demócratas se unan a esa causa, los que se oponen al acuerdo no tendrán los votos para evitar que este entre en vigor.