La policía tailandesa dio a conocer un boceto del sospechoso en el atentado santuario.

(CNN)— La policía tailandesa dijo este jueves que la organización del atentado de esta semana en el popular santuario de Erawan de Bangkok requiere de al menos 10 personas.

“Esta operación fue llevada a cabo por una gran red, organizada y preparada (para esto), necesitaría mucha gente… al menos 10 personas”, dijo el jefe de la policía nacional tailandesa Somyot Pumpanmuang.

Las autoridades están a la caza de un hombre “extranjero no identificado de sexo masculino”, que según un video de vigilancia del santuario colocó una mochila debajo de un banco en el santuario y luego se alejó poco antes de la explosión.

La policía cree que el sospechoso probablemente tenía cómplices.

La revisión de las imágenes del video indica que al menos otras dos personas estaban ayudando al principal sospechoso en el ataque, que mató a 20 personas e hirió a más de 120 la noche del lunes, dijeron funcionarios de la policía en una conferencia de prensa el miércoles.

El coronel Winhai Suvaree dijo este jueves que el ataque no parece tener nexos con el terrorismo internacional, y que los turistas chinos que murieron en la explosión no eran un objetivo directo de la misma.

El principal sospechoso “no parecía tailandés”

Un conductor de mototaxi tailandés que cree que recogió al sospechoso poco después de la explosión dijo que el hombre no parecía ser tailandés, aunque admitió que no vio toda su cara. Dijo que recordaba su larga barbilla y su cara pálida muy bien, sin embargo.

El conductor Kasem Pooksuwan, de 47 años, dijo a CNN que el hombre -que hablaba un idioma desconocido en su teléfono celular durante el corto trayecto- no habló con él en absoluto, pero le mostró un pedazo de papel con el nombre de un parque en el centro de la ciudad en inglés.

“Cuando lo dejé, todavía parecía muy tranquilo, como un cliente normal. No parecía tener prisa en absoluto”, dijo Kasem.

Kasem, que es taxista en Bangkok desde hace poco más de dos años, dejó a su pasajero en Lumpini Park, cuando ya no estaba al teléfono era, dijo. No estaba claro si él realizó la llamada o la recibió.

Más allá de la camiseta amarilla y las gafas de montura oscura que llevaba, poco se sabe hasta ahora sobre este hombre, sobre quien la policía dice que estar “muy segura” de que es el atacante. Está ofreciendo una recompensa por valor de unos 28.000 dólares por información que conduzca a su detención.

La policía también dijo que el sospechoso tenía material envuelto alrededor de sus antebrazos, lo que dicen podría indicar que había sufrido anteriormente algún tipo de lesión.

Grandes preguntas permanecen acerca de quién está exactamente detrás del ataque y qué lo motivó.

No ha habido ninguna adjudicación del atentado, y los comentarios de los funcionarios tailandeses hasta ahora han sido vagos.

“A partir de este incidente, es evidente que hay individuos activos o grupos que albergan la intención de dañar Tailandia, que pueden estar persiguiendo fines políticos u otras intenciones como dañar la economía y el turismo”, dijo el primer ministro Prayuth Chan-ocha el martes.

Los analistas han especulado acerca de una amplia gama de grupos -incluyendo los opositores del régimen militar en el país o una facción en el ejército o incluso la policía- pero no hay hasta ahora ninguna evidencia para vincular el ataque con ninguno de ellos.