(CNN) – Europa se está ahogando en leche.
Rusia ha prohibido las importaciones, la demanda China está debilitándose y los límites de la producción han sido eliminados. El resultado: una enorme superabundancia de leche.
Hay tanto derramándose alrededor de la Unión Europea que la leche ahora es más barata que una botella de agua. Una botella de un litro de agua cuesta alrededor de 1,50 dólares; un litro de leche cuesta 1 dólar.
El desplome es un desastre para los productores de leche. Miles protestaron en Bruselas el lunes, bloquearon las calles con sus tractores y bañaron a la policía con heno y huevos.
Mientras que el precio de la leche en tiendas ha caído alrededor de un 5% este año, los precios de la leche al por mayor han colapsado alrededor de un 20% hasta alrededor de 33 centavos.
Eso está obligando a muchos granjeros a vender su leche por menos de lo que les cuesta producirla.
La Unión Europea dijo el lunes que le proporcionará a los granjeros 500 millones de euros (555 millones de dólares) como apoyo de emergencia para ayudarlos a enfrentar el desplome de los precios.
Los granjeros europeos ya se estaban tambaleando debido al embargo de alimentos impuesto por Moscú el año pasado en represalia a las sanciones occidentales sobre Ucrania.
Rusia era uno de los mayores mercados de la Unión Europea para los productos lácteos, lo que representaba el 32% de las exportaciones de queso y el 24% de las exportaciones de mantequilla.
Una disminución de la demanda de China, el mayor importador de leche del mundo, también está perjudicando a la industria láctea. China es un gran comprador de leche en polvo.
Los granjeros de Europa ahora exigen la reintroducción de cuotas de producción para tratar de equilibrar el mercado. Las cuotas fueron abolidas con anterioridad en este año, dejando a los granjeros libres para producir tanto como quisieran por primera vez en 30 años.
La desregulación condujo a más sobreoferta, lo que llevó a acumular aún más presión sobre los precios.
A menos que la producción sea reducida, el mercado continuará deteriorándose a un ritmo constante”, dijo Romuald Schaber, presidente del Consejo de Leche Europeo (EMB, por sus siglas en inglés), el cual representa a los productores de leche.