Hélène Darroze fue contactada por Pixar para ser la inspiración de Colette, la heroína de la película “Ratatouille” del 2007.

(CNN) — Con dos restaurantes galardonados con estrellas Michelín en Londres y París, múltiples premios incluyendo una Legión de Honor, así como dos hijos adoptivos que criar, perdonarías a Hélène Darroze por pensar que tiene más que suficiente.

Pero no.

La chef estrella de 48 años también tuvo tiempo para ser la inspiración de “Colette” en la caricatura culinaria favorita de todos, “Ratatouille”.

La cocina la lleva en la sangre.

“Mi padre, mis tíos fueros chefs, mi abuelo, mi abuela, mi bisabuelo y mi bisabuela, así que nací en una cocina, crecí en una sartén”, dijo a CNN.

La sartén en cuestión fue Les Landes al sureste de Francia, un área en la que comer, recibir gente y compartir en la mesa es algo natural.

“Es nuestra educación, es nuestra sangre, es nuestra cultura”, dijo.

“Crecí en este mundo de autenticidad con la comida”.

Sus padres dirigían un restaurante con una estrella Michelín en la pequeña ciudad de Villeneuve-de-Marsan en Francia.

También fue el inicio del compromiso de Darroze por usar sólo los mejores productos, cosa que ha mantenido a lo largo de su estelar carrera.

“Mis recuerdos de niña son muy simples: todo se enfocaba en los alimentos”, dijo.

“Esa era la manera de cocinar de mi familia, elegir lo mejor. Recuerdo a todos estos productores llegando cada mañana con el pollo, huevos, vegetales o champiñones cuando era temporada. Así que me vi confrontada con la realidad de las estaciones, de los alimentos que ponen las reglas. Así es como cocino”.

Hoteles y chicos malos

A pesar de un destino culinario aparentemente predestinado, Darroze se graduó de la Escuela de Negocios del prestigioso L’Ecole Superieure de Commerce de Bordeaux.

“En Francia en los 80 cuando eras buen estudiante no entrabas a la cocina a ser aprendiz. ¡De hecho sólo los chicos malos aprendían cómo ser chefs!” dijo.

Como ella quería entrar al mundo de la administración hotelera, le escribió al legendario chef Alain Ducasse del prestigioso restaurante Louis XV del Hotel de París, en Mónaco.

Él le ofreció un lugar en la oficina, pero después de un tiempo, la animó a trabajar también en la cocina.

“Ducasse era el único chef los fines de semana, no tenía ningún otro restaurante, así que siempre estaba en la cocina”.

Después de esta exposición culinaria, su padre le dio las llaves a la cocina del restaurante familiar en 1995, una oferta que no podía rechazar y que Ducasse apoyaba, con una condición.

“Si regresas, te quedas en la cocina”, le dijo.

Ella no estaba exactamente convencida.

“Le dije, ‘¿Estás loco? No es posible, nunca he ido a la escuela culinaria, no tengo las habilidades, la base’ y él dijo ‘Confía en mí, lo puedes hacer, te he visto y lo puedes hacer’”.

Esa confianza fue bien ganada.

Para 1999 se había mudado a París y abrió su propio restaurante.

Ella ganó una estrella Michelín tan sólo dos años más tarde, ganando legiones de fanáticos, incluyendo al expresidente francés Jacques Chirac.

“Siempre trato de contar una historia en el plato al comensal, quiero que el platillo hable sobre mí”, dijo.

“La otra regla es la generosidad: la comida es sobre compartir algo que está dentro de ti, dar un poco de ti”.

En el 2008, Darroze decidió duplicar su carga laboral y vivir entre dos ciudades cuando se convirtió en chef en el hotel The Connaught en Londres.

Una vez más llegó el galardón Michelín rápidamente, con dos estrellas tan sólo tres años más tarde.

Su cocina innovadora e inventiva se basa en su proceso creativo único.

“El primer paso es estar sola enfrente de un papel en blanco”, dijo Darroze.

“Necesito estar en mi pijama o algo así, muy cómodo”,

“Elijo los alimentos con los que quiero que trabajemos y doy ideas, algunas veces dibujo algo, y luego lo comparto con mis sous chefs.”

“Todos los nuevos platillos vienen de mi, necesito tener este contacto con la creación con la comida”.

¡Linnnnnnnguini!

La experiencia que sin duda más ayudó al perfil de Darroze también tuvo que ver con dibujar, pero en esta ocasión fue por alguien más.

Ella fue contactada por Pixar para ser la inspiración de Colette, la heroína de la película “Ratatouille” del 2007.

“Mi asistente tenía un niño pequeño, así que conocía particularmente la película ‘Cars’ y me dijo, ‘Me contactó Pixar, es increíble, quieren que inspires el personaje femenino”.

A pesar de su agenda apretada, incluyendo ser madre de una niña recién adoptada, Charlotte, ella aceptó.

“Me seguían a todas partes, me hacían preguntas, escribían notas, me filmaron y dos años después salió esta increíble película”, recuerda.

“Estoy tan feliz y orgullosa de ser parte de ello”.

“El año pasado fuimos a Disneyland París porque lanzaron la atracción sobre Ratatouille y fui la estrella invitada con mis hijas. Fue un gran momento, una gran experiencia”.

El ascenso de las chefs femeninas

El arte imitó a la vida, pues tal como en la película, Colette era la única mujer cocinera en la cocina del Chef Skinner de Gusteau’s.

La pregunta sobre si Darroze se encontró con retos similares ha surgido una y otra vez.

“Para mí nunca ha sido difícil ser la única mujer en la cocina”, dijo.

“Cuando llegue con Alain Ducasse era la única mujer y honestamente nunca tuve un problema. Al contrario, fui muy bienvenida por una razón esencial, nunca he intentado ser un hombre”.

“Era una mujer con mi propia sensibilidad, que era realmente diferente a la de los hombres”.

Cuando recibió su premio de Mejor Chef Femenina del Mundo en el evento de los 50 Mejores Restaurantes del Mundo en junio, Darroze mencionó que las mujeres ahora superan en números a los hombres en su cocina en París, por primera vez.

Pero como cuenta a CNN, eso no fue deliberado.

“No es algo que buscara realmente, no le dije a mi chef, ‘OK, tienes que reclutar nada más a mujeres’”, dijo.

“Es un hecho que hay cada vez más mujeres en el mundo culinario y eso es bueno”.