(CNN) – Según un nuevo informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), las poblaciones de vida marina han disminuido casi en un 50% entre 1970 y 2012.
El estudio utiliza un Índice Planeta Vivo basado en las tendencias de 5.829 poblaciones de 1.234 mamíferos, aves, reptiles y especies de peces en el océano.
De acuerdo con el informe, las poblaciones de las especies pescadas a nivel local y comercialmente también se han reducido a la mitad, y en algunos casos incluso más. Las poblaciones de atún y caballa han experimentado una reducción de casi el 75%, y el atún de aleta azul del Pacífico está al borde de la extinción. Según los autores, esto se debe principalmente al problema mundial de la pesca excesiva.
Todos los océanos del mundo están en riesgo, pero el océano Pacífico es el que causa especial preocupación. Existen menos regulaciones en Asia y ellos están pescando en más aguas. La práctica común de “cercenar las aletas de los tiburones” ha afectado la población de tiburones. Esto consiste en extraer únicamente las aletas de tiburón y arrojar el cuerpo de nuevo al agua. La sopa de aleta de tiburón es considerada un manjar en Asia. Sin embargo, si esto continúa así, se estima que el 25% de las especies de tiburón podría extinguirse en los próximos 10 años.
Muchas de las especies que se están extinguiendo son fuentes vitales de alimentos en todo el mundo… especialmente para los países más pobres, los cuales dependen principalmente de la población de peces para su alimentación. Además, esto tiene un impacto significativo en la ecología de los océanos.
La causa
El informe culpó a varios factores por la disminución.
Uno de los problemas es la reducción de los hábitats de los peces. Muchos de los manglares y hierbas marinas han desaparecido. De hecho, los manglares están desapareciendo dos o tres veces más rápido que los bosques. Además, los arrecifes tropicales de los océanos se han reducido a la mitad y podrían desaparecer por completo para el año 2050. Gran parte de esto se debe al calentamiento del agua y la acidificación. Más del 25% de la vida marina del océano vive en arrecifes de coral y aproximadamente 850 millones de personas se benefician directamente de los mismos; de acuerdo con el informe, la desaparición de los arrecifes de coral podría ser catastrófica.
Un segundo problema es la contaminación. En los océanos hay 250.000 toneladas métricas de plástico. El plástico perjudica a los peces más pequeños de los cuales dependen los peces más grandes para sobrevivir y también podría perjudicar a los peces más grandes y a los mamíferos que quedan enredados o atrapados, ya que eso hace que se asfixien.
Relacionado con la contaminación está el cambio climático, el cual es responsable de cambiar los océanos más rápidamente que en cualquier otro momento registrado de la historia. Un ligero aumento en la temperatura cambiará las corrientes del océano y aumentará los niveles de acidez. Un ligero aumento de temperatura también afectará el desarrollo de la cadena alimenticia del océano. Las especies alterarán sus patrones migratorios en busca de aguas más frescas, lo cual solo causará un mayor desequilibrio en los océanos del mundo.
“El océano es un recurso renovable que puede suplir para todas las generaciones futuras si las presiones son tratadas efectivamente”, dijo Marco Lambertini, director general de WWF Internacional. “Si vivimos dentro de límites sostenibles, el océano contribuirá con la seguridad alimentaria, con los medios de subsistencia, con las economías y con nuestros sistemas naturales”.
Invirtiendo la corriente
El informe también expresó una luz de esperanza en relación a como revertir estos resultados devastadores. Este destaca la importancia de proteger los hábitats marinos, de manejar la industria pesquera y mejorar las prácticas de pesca.
“La buena noticia es que existen abundantes oportunidades para revertir estas tendencias”, dijo Brad Ack, vicepresidente senior para los océanos de WWF. “Detener la pesca en el mercado negro, proteger los arrecifes de coral, los manglares y otros hábitats críticos del océano y llegar a un acuerdo en París para reducir la contaminación de carbono sería bueno para el océano, la economía y la gente”.
“Este es el momento para que Estados Unidos y otros actores claves del mundo dirijan estas importantes oportunidades”.