El presidente Barack Obama habla con el presidente Raúl Castro desde la oficina oval de la Casa Blanca.

WASHINGTON (CNN) – El presidente Barack Obama y su contraparte cubana Raúl Castro hablaron por teléfono el viernes para discutir el proceso de normalización de relaciones entre los dos países.

La conversación ocurrió un día antes de que el papa Francisco llegue a Cuba, antes de dirigirse a Estados Unidos, donde se reunirá con Obama. De acuerdo con la Casa Blanca, los dos líderes reconocieron al papa por su rol en ayudar a avanzar en la normalización de las relaciones entre los dos países, que han estado distanciados por más de 50 años.

Obama y Castro discutieron la importancia de reabrir las embajadas en Washington y La Habana, y reconocieron que siguen teniendo diferencias mientras avanzan en el tema, el cual tienen intención de abordar con “franqueza”.

El viernes más temprano, el Departamento del Tesoro anunció una revisión en las sanciones existentes contra Cuba, en lo que es el tercer cambio regulatorio desde que el presidente Obama anunció en diciembre que Estados Unidos reestablecería relaciones diplomáticas con Cuba. Aunque los turistas no podrán viajar todavía a Cuba, los negocios estadounidenses podrán establecer oficinas en Cuba y contratar a ciudadanos cubanos. Los estadounidenses también podrán abrir cuentas bancarias en Cuba.

La Casa Blanca ha defendido en repetidas ocasiones su decisión de reabrir la comunicación con el país comunista a pesar de las denuncias de violaciones a los derechos humanos, al decir que más de 50 años de una política de aislamiento no ha tenido resultados y que es tiempo de involucrarse con el gobierno y la gente cubana.

“Estados Unidos sigue comprometido con nuestro objetivo permanente de promover una Cuba más prospera, que respete los derechos humanos y las libertades fundamentales de toda su gente”, reiteró el secretario de prensa Josh Earnest este viernes durante la conferencia de prensa diaria.

La última vez que ambos líderes hablaron fue en abril, cuando se saludaron en una cena en la Ciudad de Panamá durante la Cumbre de las Américas.