(CNN) – Xi Jinping hizo algo inusual, casi inaudito, para un presidente chino: hizo una broma. En público. Bueno, algo así.
Cuando hablaba sobre sus tres años de campaña contra la corrupción en un discurso durante su visita a Estados Unidos el martes, Xi insistió que el objetivo era directamente aniquilar los trapicheos y no deshacerse de rivales políticos.
Esto no es, dijo, con una sonrisa, una “House of Cards”, en referencia al popular programa de Netflix que traza la intriga y traición de Francis Underwood, un político hambriento de poder interpretado por Kevin Spacey.
La audiencia en Seattle sonrió disimuladamente y aplaudió. ¿Una referencia a la cultura popular que muestra a un líder en contacto con Estados Unidos? Este es el caso en especial luego de haber hecho una referencia previa a la película “Sintonía de amor”.
Sin embargo, lo que vemos aquí es una deliciosa ironía.
Xi había dedicado una parte clave de su discurso al crimen cibernético, y tranquilizó a su audiencia al decirle que Beijing tenía un enfoque especial en proteger los derechos de propiedad intelectual (IPR, por sus siglas en inglés) de la piratería.
“House of Cards” es uno de los programas que más se descarga en China de manera ilegal. Según Excipio, el organismo de control contra la piratería, en las primeras 24 horas después del inicio de la tercera temporada, la serie fue descargada de manera ilegal 682.000 veces alrededor del mundo. ¿Y quién es el principal culpable? Lo adivinaste, es China.
La superproducción de Netflix está disponible en China legalmente a través de Sohu TV, la cual compró los derechos de la serie. Es enormemente popular.
Como lo escribió el año pasado nuestro productor de Beijing, Steven Jian, quien se declara como un adicto al programa, no es nada halagador en cuanto a China o a los políticos chinos, pero eso no frena el avance de su popularidad en el país.
Y luego de una mención como esta, su popularidad probablemente aumentará.