(CNN Español) – Francisco mostró la otra cara de su gira al acercarse este viernes a sus seguidores en Estados Unidos, en especial a los niños, en una visita a una zona con alta población inmigrante de Nueva York.
Fue a la escuela Nuestra Señora Reina de los Ángeles, en el este de Harlem, y tuvo la oportunidad de compartir con estudiantes y trabajadores quienes le manifestaron su admiración.
En de un día bastante ajetreado –Francisco estuvo en la ONU, visitó la Zona Cero y dio un paseo por el Central Park– el pontífice llegó a esa escuela, que atiende a 295 niños, en su mayoría latinos y negros.
El papa se reunió con una veintena de estudiantes de cuatro escuelas primarias católicas.
“Queridos chicos, tienen derecho a soñar y me alegra que puedan encontrar el apoyo para poder hacerlo”, les dijo. Y les dejó un ‘homework’: que recen por él para que pueda compartir la alegría de Jesús.
Francisco también se reunió con inmigrantes y refugiados procedentes de México, Perú, Ecuador, Honduras, India, Pakistán y África. Entre ellos hubo jornaleros, madres inmigrantes, trabajadores de lavados de coches y menores no acompañados que cruzaron la frontera sin sus padres y ayudaron a empezar una liga de fútbol en el Bronx.
En el este Harlem, los hispanos son el 55 % de la población.
“Esta es la parada más importante”, dijo el monseñor Kevin Sullivan, director ejecutivo de Caridades Católicas.
Don trabajadores inmigrantes pudieron hablar con Francisco y le regalaron parte de su uniforme. “Los inmigrantes, que trabajamos mucho en este país, estamos orgullosos de recibirte en este momento con nuestras familias. Gracias porque tú has tomado el tiempo de haber venido a visitarnos y en nombre de los Obreros Unidos de Yonkers de Nueva York y en nombre de todos los inmigrantes te traemos este regalo”, dijo uno de ellos.