"El cambio climático que estamos experimentando, y sus raíces, nos concierne a todos", dijo el papa Francisco.

Nota del editor: Ban Ki-moon es el secretario general de las Naciones Unidas. Las opiniones expresadas en este comentario son únicamente las del autor.

(CNN) - Me siento honrado de recibir a Su Santidad, el papa Francisco, en su histórica visita a las Naciones Unidas el día en el que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible será adoptada por unos 150 líderes mundiales.

Él ha sido una voz importante a favor de que se tomen acciones para reducir la pobreza, aumentar la dignidad humana y proteger al planeta, nuestro hogar común.

Para continuar con los sorprendentes logros que se han hecho en el transcurso de los últimos 15 años en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la nueva agenda, la cual incluye un conjunto de 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible (SDG, por sus siglas en inglés), nos guiará a terminar la tarea mientras trabaja de manera más profunda y amplia hacia un futuro de dignidad para todos.

La nueva agenda es integral, y refleja la complejidad del mundo de hoy.

Es equilibrada, ya que toma en cuenta los vínculos entre las dimensiones económicas, sociales y ambientales del desarrollo sostenible. Con sus enlaces con la justicia, las instituciones y la inclusión, la agenda puede ayudar a que el mundo aborde de manera pacífica los desafíos de un mundo que cambia rápidamente en un planeta con recursos limitados.

El papa Francisco ha hecho un llamado a que las personas en todo el mundo trabajen por la realización de los SDG “con generosidad y valentía”.

Con la adopción de esta nueva agenda, la atención ahora se enfoca en la siguiente prueba importante de responsabilidad internacional: la conferencia sobre el clima que se llevará a cabo en París en diciembre, donde los estados miembro de la ONU se reunirán con la intención de adoptar un nuevo acuerdo sobre el clima que sea universal y significativo.

El papa Francisco, en su reciente encíclica, claramente expresó que el cambio climático es una cuestión moral, y uno de los principales retos que enfrenta la humanidad.

Acertadamente citó el sólido consenso científico que demuestra el calentamiento significativo del sistema climático, donde la mayor parte del calentamiento global en las décadas recientes principalmente es el resultado de la actividad humana.

Y ha hecho hincapié en la necesidad crítica de apoyar a los pobres y a los miembros más vulnerables de nuestra familia humana de la crisis en la que tuvieron menos culpa, pero por la que más sufren.

Otros líderes religiosos también están alzando la voz, al manifestar la congruencia entre la religión y la ciencia en cuanto a este tema.

Apenas el mes pasado, en una importante reunión internacional de líderes islámicos y estudiosos se hizo pública una fuerte declaración en la que hacían un llamado a que se tomaran acciones colectivas sobre el cambio climático. Elogio a los dirigentes de estos y otros grupos religiosos que públicamente han hecho un llamado para que se den pasos urgentes a fin de proteger a las personas y al planeta de los impactos devastadores del clima.

Los líderes religiosos pueden tener una influencia enorme, al construir puentes, defender a los marginados y excluidos, como defensores de los valores universales que conectan a todas las religiones y tradiciones, como modelos a seguir que se expresan en contra del odio. En una época de múltiples conflictos, el creciente extremismo y la discriminación en contra de migrantes y refugiados, ese papel es más importante que nunca.

El papa Francisco también escribió acerca de nuestras responsabilidades unos con otros, con el planeta y con generaciones futuras. Ahora que la ONU celebra su 70º aniversario, ansiamos trabajar con todas las personas y socios para llevar a cabo la visión de nuestra acta constitutiva de tener un mundo pacífico donde nadie sea dejado atrás, donde todas las personas vivan en armonía con los ecosistemas que nos sostienen, y unos con otros.