(CNN Español) - El papa Francisco se unió la noche del sábado a la Fiesta de las Familias y encabezó la víspera de oración en el Benjamín Franklin Parkway de Filadelfia.
Fue un encuentro esperado por miles, entre ellos Catire Walker, su esposa, Noël Zemborain y sus hijos, una familia que viajó más 20.000 kilómetros para ver al papa.
Francisco escuchó muy atento el testimonio de mujeres y hombres de todas las edades y varias partes del mundo sobre los problemas y los peligros a los que se enfrenta la familia: la división, el desacuerdo, la guerra, la inmigración, el divorcio, las dificultades económicas y las enfermedades, entre muchas otras.
El pontífice hizo un apasionada defensa de la familia.
“Ustedes son un verdadero testimonio de que vale la pena la vida en familia”, dijo el obispo de Roma.
Una sociedad, agregó, crece fuerte, buena, hermosa y verdadera si se edifica sobre la base de la familia.
“La familia tiene carta de ciudadanía divina y se la dio Dios, para que en su seno creciera cada vez más la verdad, el amor y la belleza”, subrayó Francisco.
Incluso bromeó y dijo que algunas personas le podrían cuestionar lo que predica sobre la familia porque es soltero, lo que arrancó una carcajada colectiva en el Benjamín Franklin Parkway.
“La familia es - perdonen la palabra - es una fábrica de esperanza. De esperanza de vida y de resurrección”, sostuvo.
Y llamó la atención sobre los divisiones: el odio, dijo el papa, no supera ninguna dificultad.
“El amor es fiesta, el amor es gozo, el amor es seguir adelante”, agregó.
Cuidar a niños y abuelos
El papa pidió tener especial cuidado en los niños y los abuelos porque aseguró que no hay muestra de amor más promisoria de la familia.
“Un pueblo que no sabe cuidar a los niños y un pueblo que no sabe cuidar a los abuelos es un pueblo sin futuro porque no tiene la fuerza y no tiene la memoria para llevarlo adelante”, advirtió.
Y dejó un último consejo: “Nunca terminen el día sin hacer la paz. En una familia no se puede terminar el día en guerra”.
El tenor italiano Andrea Bocelli, la legendaria Aretha Franklin y el cantante colombiano Juanes, además de The Philadelphia Orchestra, participaron en el evento que forma parte de la conclusión del Encuentro Mundial de las Familias, una reunión global que se lleva a cabo cada tres años y que fue el motivo que dio origen al viaje de Francisco.