El área es 35 veces más grande que las actuales reservas marinas del país e incluye la cadena de volcanes submarinos más larga del mundo y la segunda fosa oceánica más profunda.

(CNN) – Nueva Zelandia está creando uno de los santuarios oceánicos totalmente protegidos más grandes del mundo, el cual duplicará en tamaño a la nación en sí, anunció el lunes el primer ministro del país.

“Esta es un área que tiene dos veces el tamaño de nuestra masa terrestre y 50 veces el tamaño de nuestro parque nacional más grande. Verdaderamente es un lugar especial y queremos mantenerlo así”, dijo el primer ministro John Key el lunes en una cumbre de las Naciones Unidas.

El santuario oceánico de 620.000 kilómetros cuadrados (unas 240.000 millas cuadradas) se encuentra en la región de Kermadec, al noreste de Nueva Zelandia.

El área es 35 veces más grande que las actuales reservas marinas del país e incluye la cadena de volcanes submarinos más larga del mundo y la segunda fosa oceánica más profunda, dijo el gobierno de Nueva Zelandia.

También es el hogar de varias especies de tortugas marinas en vías de extinción y sirve como importante área de crianza y alimentación para aves marinas, ballenas y delfines.

Equilibrio con los negocios

Este es un paso importante en la conservación del océano que ha sido alabado por grupos ambientalistas. A diferencia de una reserva marina que permite cables submarinos, aquí se establecerá una zona totalmente protegida donde no se permita la extracción que limita esencialmente todas las actividades.

Mientras Key admitió que probablemente habrá algún impacto en la industria de la pesca y de la minería, una parte sustancial de la economía de Nueva Zelandia, dijo que el santuario había logrado el equilibrio adecuado con el crecimiento económico.

“Los recursos mineros posiblemente son muy, muy grandes allí porque existen cantidades desconocidas de plata y otros recursos”, dijo Key, pero “por el otro lado de la moneda, también estamos tratando de proteger lo que es, desde una perspectiva geológica, una parte del mundo muy importante y significativa”.

Él añadió lo siguiente: “Es inevitable que haya una mezcla de emociones, pero los neozelandeses tienen gran sentido de querer una buena economía, una que genere empleos y al mismo tiempo que preserve nuestro medioambiente y nuestras credenciales medioambientales. Creo que este es un buen equilibrio entre esos aspectos”.

Cinismo sobre las emisiones de carbono

Sin embargo, los intereses comerciales no son la única objeción. Algunos ven esto como una maniobra de distracción respecto a los escasos esfuerzos del país para controlar las emisiones de carbono.

“Creemos que esto ocurre en un momento interesante”, dijo Bunny McDiarmid, directora ejecutiva de Greenpeace New Zealand. El establecimiento de un santuario había sido tema de discusión durante seis años, y ella señala que la Conferencia sobre el Clima 2015 se llevará a cabo en París a principios de diciembre.

El gobierno de Nueva Zelandia ha descrito un plan para reducir las emisiones de carbono en un 11% de los niveles de 1990 para 2030, algo que palidece en comparación con otros países cuyo objetivo es lograr reducciones de más o menos 30 a 40%.

“Ellos van a París con una propuesta realmente mala”, dijo McDiarmid.

“Por un lado, están estableciendo esta área maravillosa y por otro lado, la están socavando por completo con una acción totalmente inadecuada respecto al cambio climático”, dijo.

“Los océanos no serán protegidos por esto al decir que es un santuario oceánico. Si el gobierno tiene intenciones serias acerca de estas áreas, necesitan un plan sobre el clima realmente sólido y no lo tienen”.

El aumento en las temperaturas de los océanos debido a las emisiones de carbono está causando la muerte del coral, y la mayor acidez de las aguas crea un ambiente inadecuado para la vida marina.

“Si crees que eso es todo lo que necesitas, entonces estamos soñando”, dijo McDiarmid. “Necesitamos salir de París con un acuerdo sobre el clima que sea increíblemente bueno”.