(CNN Español) – Cuando parte de la atención mundial está centrada en la crisis de refugiados al este de la vieja Europa en países como Italia, Grecia, Hungría o Croacia, al poniente, bañada por el llamado mar de Alborán, se encuentra una pequeña ciudad autónoma española llamada Melilla, otro punto de entrada que también ha visto llegar olas de migrantes.
Junto con Ceuta son los dos únicos territorios europeos en el norte de África con más de 500 años de presencia española.
“Vemos la cifra más alta de refugiados en la historia moderna de más de 60 millones y una situación cada día más trágica en el Mediterráneo, con hasta ahora, en lo que va del año más de 270.000 llegadas de hombres y mujeres y niños”, explica Francesca Friz-Prguda representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR por sus siglas en español).
“La gran mayoría huyendo la guerra y el conflicto y eso también impacta a España que tiene aproximadamente 2.000 llegadas marítimas en la costa, sobre todo en la costa andaluza, pero también tiene llegadas del mismo tipo de perfil de personas, o sea refugiados, muchos niños, muchas mujeres huyendo de la guerra, de un conflicto, a Ceuta y Melilla, que son las únicas fronteras terrestres entre Africa y la Unión Europea”, agrega Friz-Prguda.
Dos productores de CNN en Español viajaron este verano a esta ciudad de más de 12 kilómetros cuadrados limítrofe con Marruecos.
La localidad fue conocida mundialmente en los últimos años por los videos que recogían los numerosos asaltos a su valla fronteriza por parte de inmigrantes subsaharianos.
El 18 de marzo de 2014 más de un millar intentaron saltarla y al menos 500 lograron cruzarla.
Este tipo de inmigrantes que saltaban la valla son generalmente hombres jóvenes que huyen de la pobreza, inestabilidad política y el avance del extremismo religioso de países africanos como Argelia, Malí o Somalia.
Ese salto no es fácil. Es una doble valla de seis metros de altura con verja antitrepa y que incluso estuvo coronada por una lacerante concertina, hoy ya casi inexistente.
Ante estas dificultades muchas de estas personas no lo consiguen y se quedan en lo alto de la valla, rodeadas de un lado de la policía marroquí y del otro de la guardia civil española, que les piden que se entreguen.
Pero la ley española y europea permite que aquellos que lo consiguen, que logran pasar más allá de los alrededores de la valla, puedan exponer su caso ante las autoridades y poder acceder a un permiso de residencia, un estatuto de refugiado o asilado político, o en el peor de los casos, una deportación.
Este último año, las entradas han sido menos traumáticas. Ahora apenas hay saltos de esta valla y son los refugiados sirios los que cruzan por la frontera internacional de Beni Ensar. Estos tienen más fácil que el Estado español escuche sus casos, dada la cruenta guerra civil que sufre Siria desde hace 4 años.
En el caso de España, la entrada más importante de inmigrantes es Melilla.
“Melilla, en lo que va de año, ha llegado a ser la entrada más importante para refugiados a España y ha llegado a ser una alternativa mucho más segura que los viajes marítimos para sobre todo los refugiados sirios para llegar a buscar protección y seguridad en Europa”, dice Friz-Prguda
“Es decir, aunque los números de las llegadas en Melilla son relativamente bajas aún, en comparación con los números en Grecia, en Italia, en otros países, Melilla es una frontera de importancia estratégica diría yo, porque es más seguro llegar a Melilla ahora que tomar un barco [no apto] para el viaje desde Libia u otros lugares y arriesgar la vida”, comenta la representante de ACNUR.
Unos y otros, los inmigrantes subsaharianos y los refugiados sirios, coinciden finalmente en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes donde pueden alojarse mientras esperan su destino. Ese centro con capacidad para 480 personas está sobreocupado con más de 1.500 personas.
No obstante, todos pueden circular libremente por la ciudad autónoma, aunque no pueden tomar el barco o un avión a la península ibérica hasta que tengan el permiso de las autoridades españolas.
Según datos del Gobierno español, entre el 1 de enero al 15 de junio de este año, 5.320 refugiados e inmigrantes han llegado a las ciudades de Ceuta y Melilla.
Sólo en Melilla, llegaron 4.000 sirios y de ellos 3.000 han pedido asilo en el primer semestre del año.
A lo largo de una semana, CNN en Español conversó con algunos de ellos: subsaharianos que saltaron la valla o llegaron en una embarcación frágil, y con refugiados sirios que entraron por la frontera.
Ahora es momento de contar sus historias.