WASHINGTON (CNN) – Las temperaturas están bajando, las hojas están cambiando de color y las abejas de la Casa Blanca se están preparando para retirarse a su refugio invernal.
Esto significa que Charlie Brandts, el apicultor de la Casa Blanca no necesitará pasar muy a menudo por su antiguo lugar de trabajo. Las 35.000 abejas que consideran como su hogar el jardín de la Casa Blanca deben ocuparse de sí mismas durante el invierno.
“Ellas están en un lugar protegido”, dice Brandts. “No quiere decir que el Servicio Secreto simplemente las esté protegiendo, sino que están protegidas de los elementos”.
Brandts trabajó como empleado de la carpintería de la Casa Blanca desde de la década de los años 80, pero se jubiló de su trabajo de tiempo completo en el 2012. En el 2009, el entonces jefe de la Casa Blanca, Sam Kass, le pidió que creara una colmena cerca del jardín de la primera dama, Michelle Obama. Brandts había establecido una colmena en su propia casa algunos años antes y llevó a algunas de sus abejas a la Casa Blanca.
Ellas son las primeras abejas.
“La oficina del conservador investigó y efectivamente descubrieron que nunca antes hubo una colmena en los terrenos de la Casa Blanca”, dijo Brandts. “Esta es la primera vez que hay una colmena en los terrenos de la Casa Blanca”.
Las abejas son buenas para el jardín y son un ejemplo importante, ya que las aquejadas poblaciones de abejas son un asunto de seguridad nacional.
En el 2014, el presidente Barack Obama instruyó a los jefes de las agencias federales, incluyendo al Consejo de Seguridad Nacional, para que “crearan una estrategia federal para promover la salud de las abejas y otros polinizadores”.
Como CNN informó a principios de este año, “los parásitos, enfermedades y pérdida de hábitat han hecho mella en las abejas… quienes llevan en sus pequeñas espaldas la carga de miles de millones de dólares”.
La importancia de los pequeños insectos no es algo ajeno para Brandts, quien está colaborando con la población de abejas que se encuentra en la dirección más famosa del país.
Tener una colmena en la Casa Blanca es “una gran declaración para la apicultura. Las abejas están enfrentando muchos problemas como ya sabes; así que, esto permite que las abejas estén a la vanguardia”.