El subsecretario nacional para el Manejo y la Reducción de Riesgos, Alexander Pama, da a conocer los riesgos que enfrenta Filipinas por la llegada del supertifón Koppu.

(CNN) - El supertifón Koppu embistió con todo su fuerza, este sábado, el norte de Filipinas.

El fenómeno tocó tierra en la isla de Luzón, en horas de la noche, con vientos sostenidos de 240 kilómetros por hora, una fuerza equivalente a una gama alta de huracán de categoría 4.

Las autoridades advirtieron que una vasta zona del archipiélago podría enfrentar un período de tres días de las inundaciones y deslizamientos de tierra.

El ojo de Koppu, conocido con el nombre de Lando en Filipinas, impactó de lleno Casigurán, una ciudad costera de alrededor de 25.000 de pobladores.

Incluso antes de que llegara el centro del meteoro, sus bandas externas descargaron fuertes lluvias.

El servicio meteorológico del país, PAGASA, advirtió de probables daños significativos a los edificaciones cerca del centro del supertifón, pues el nivel de las inundaciones podrían llegar hasta los tres metros por sus incesantes tormentas.

En algunos lugares, además de inundaciones repentinas, podría haber avalanchas de lodo que hacen muy peligrosas las zonas bajas, dijeron los especialistas.

Con frecuencia Filipinas es golpeado por los tifones. En diciembre, por ejemplo, Hagupit mató al menos a 18 personas e hirió a cientos más.

Pero esa devastación palidecía en comparación con los estragos causados por el tifón Haiyan, de noviembre de 2013, en el que murieron más de 6.000 personas y más de 27.000 resultaron heridas.