(CNN)– El nuevo líder electo de Canadá tiene la intención de seguir adelante con su promesa de campaña de sacar al país de la campaña internacional de bombardeos contra ISIS en Siria e Iraq.
Justin Trudeau, quien dirigió el Partido Liberal a una sorprendente victoria en las elecciones del lunes, dijo que ya habló con el presidente estadounidense Barack Obama de sus planes.
“Él entiende los compromisos que he hecho alrededor de poner fin a la misión de combate”, dijo Trudeau, a la prensa el martes, sin dar un plazo para la suspensión de los ataques aéreos de Canadá.
Se espera que Trudeau asuma el cargo en las próximas semanas, reemplazando al primer ministro conservador Stephen Harper, que envió aviones de guerra canadienses para llevar a cabo ataques aéreos contra ISIS.
Los bombardeos de Canadá comenzaron a golpear las posiciones del grupo extremista islámico en Iraq en noviembre de 2014 y se expandieron a Siria en abril.
Hasta la semana pasada, seis cazas Hornet de Canadá en la región habían realizado 1.046 incursiones en la operación anti-ISIS, según los militares, que no especificaron cuántos de esos vuelos estuvieron involucrados en ataques aéreos. Otros aviones han realizado cientos de misiones de reabastecimiento de combustible y de reconocimiento.
Canadá “participará de manera responsable ‘
Trudeau dijo el martes que Canadá seguirá siendo “un fuerte miembro de la coalición” en contra de ISIS, pero que “participará de manera responsable.”
Su partido quiere proporcionar más ayuda humanitaria en Iraq y Siria, en lugar de misiones de bombardeo, informó la afiliada de CNN, CBC.
El comunicado de la Casa Blanca sobre la llamada telefónica entre Obama y Trudeau no mencionó la intención del líder de Canadá de retirarse de la campaña aérea. Se dijo que los dos líderes están “comprometidos con el fortalecimiento de los esfuerzos conjuntos de los países” en la lucha contra el terrorismo y otros temas.
Otras naciones que han tomado parte en los ataques aéreos de la coalición contra ISIS liderada por Estados Unidos son Australia, Francia y Gran Bretaña, así como naciones del Golfo como Arabia Saudita y Jordania.
A principios de octubre, la coalición había llevado a cabo más de 7.000 bombardeos, casi dos tercios de ellos en Iraq, según el Pentágono. El Ejército de Estados Unidos ha llevado a cabo cerca de 80% de todas los ataques aéreos.