CNNE 221434 - 150804123705-denali-6-aboveitall-exlarge-169

(CNN) – Algunas travesías cambian la vida debido al tiempo en que ocurren.

Irte a la universidad o ir de luna de miel son experiencias que las personas llevan con ellas para siempre.

Otros viajes son grandes primicias, como dejar el país por primera vez, cruzar el océano o escalar una montaña.

Y algunos viajes son planificados porque es tiempo de un cambio.

He aquí algunas experiencias de viajes que pueden darle una nueva perspectiva a la vida, una fresca apreciación del planeta o tan solo una oportunidad de unirse a una enorme celebración que levanta el espíritu.

1.- Parque nacional y reserva Denali (Alaska)

La carretera de 148 kilómetros que atraviesa el parque nacional Denali pasa por incomparables paisajes subárticos de América del Norte.

Las águilas doradas vuelan por encima, los caribús escalan riscos y los osos pardos avanzan a través de la tundra.

Coronada por la montaña que le da el nombre al parque, la zona natural protegida se extiende un poco menos de dos millones y medio de hectáreas (seis millones de acres), un área del tamaño de un país europeo pequeño como, digamos, Macedonia.

Es difícil perderse en la única ruta que atraviesa el parque y los sitios de campamento son tan populares que el parque estableció un sistema de reservaciones.

Pero es fácil perderse en un paisaje que no ha sido tocado por el paso del tiempo, en un espacio tan grande que cualquiera se sentirá pequeño.

2.- Estambul

Turquía se asienta en un barrio agreste, con batallas sectarias y políticas en muchos países vecinos.

A pesar de todo, Estambul es un jubiloso recordatorio de que no tiene que ser de esa manera.

Las capas del pasado literalmente se desvinculan en Hagia Sophi.

La mezquita Azul recibe a los visitantes con una acogedora imagen del islam.

Junto al corazón histórico de la ciudad, la arquitectura y el arte contemporáneo, una vibrante vida nocturna y una cocina moderna conviven alegremente.

3.- Bagan, Birmania

Hace mil años, esta ciudad gobernó un reino del sudeste asiático que mostró su riqueza mediante la construcción de 10.000 templos budistas a lo largo del río Irawadi.

Hoy en día, más de 2.000 permanecen en pie.

A diferencia de Camboya, donde grupos gigantes de turistas acuden a visitar Angkor Wat, Bagan sigue siendo una experiencia tranquila, donde los lugareños que usan sándalo para su maquillaje y longyis, muestran parte del interés turístico.

Al atardecer, pequeños grupos de turistas escalan las terrazas de los templos para ver cómo el cielo ilumina cientos de chapiteles.

No hay megahoteles, no hay grandes complejos turísticos, tan solo un resbalón en el tiempo que nos lleva a una Asia que ya no existe en muchos otros lugares.

4.- Navegar por el Caribe

Es como vivir con piratas pero sin el saqueo ni el derramamiento de sangre.

Alquilar un velero privado es más fácil de lo que pareciera, lo cual realmente vale la pena con los días tranquilos en el mar abierto y las paradas en las islas que todavía pueden sentirse como recién descubiertas.

Muchos proveen excelente comida (y bebidas), y la belleza de tener el barco completo es lo que permite personalizar el itinerario.

5.- Festival de Joli (India)

En primavera, el festival hindú de colores explota en las ciudades-templo indias de Mathura y Vrindavan.

El polvo y agua de color que son gratis para todos dejan a todo mundo luciendo como gomitas humanas.

El festival se ha extendido alrededor del mundo (Mauricio realmente lo disfruta) pero mantiene un significado especial aquí, en el punto venerado como el lugar de nacimiento de Krishna.

Esta es una celebración de la primavera, pero tomar parte verdaderamente significa abrazar el espíritu de perdón de la fiesta… hacia otros y hacia uno mismo.

6.- La Gran Barrera de Coral (Australia)

Bucear o practicar snorkel en la Gran Barrera de Coral hace que el mundo parezca aún más grande de lo que es.

Los 2.900 arrecifes que forman la Gran Barrera comprenden miles de millones sobre miles de millones de diminutas criaturas vivas, corales, los cuales juntos han formado algo visible desde el espacio.

Incluso los novatos que practican snorkel pueden experimentar de cerca lo que se parecería a la formas de vida extraterrestre.

Es algo que es mejor hacer lo más pronto posible.

La autoridad que administra el arrecife dice que el calentamiento de las aguas oceánicas ha causado el blanqueamiento de enormes franjas de coral.

Se espera que esto empeore cada año, lo que hace del arrecife un recordatorio visible de la fragilidad de la Tierra.

7.- París

Romance… y arte… y moda… y comida.

Estas cosas ofrece París durante todo el año, pero están en exhibición en el “Salon du Chocolat”.

Cada otoño, los mejores chocolateros, pasteleros y expertos en cacao celebran los sabores y las creaciones que no se pueden encontrar en ningún otro lugar.

Este año incluía un oso de seis metros de altura, música y baile de países que fabrican cacao y un desfile de moda de diseños que estaban fabricados de chocolate o inspirados en el mismo.

¿No puedes ir a París?

El ‘Salon’ es tan exitoso que ha comenzado a viajar a otros países.

8.- Kioto, Japón

Los elegantes trenes de alta velocidad de Japón y las calles con iluminación LED se quedan en un segundo plano en Kioto, la antigua capital imperial de pagodas y templos, en la que una ceremonia del té puede durar horas.

Los visitantes informales pueden meditar sobre los misterios de la vida mientras pasean a lo largo del sendero de los filósofos, que pasa debajo de cerezos y cerca de santuarios y templos.

El abrazar realmente la concientización y la meditación significa ingresar a un retiro en uno de los templos Zen, como Shunkoin.

Los templos manejan casas de huéspedes y ofrecen pláticas regulares en inglés, acerca del Zen y la concientización.

No te preocupes por estar demasiado aislado del mundo, uno de los monjes es un tuitero activo.

9.- Chicago

Los viajeros que se ciñen a las costas estadounidenses se pierden de la impresionante arquitectura del Medio Oeste de Chicago, los clubes de jazz y los festivales étnicos cada fin de semana durante todo el verano.

Aún una mejor razón para visitar: es el campo de entrenamiento para las personas más divertidas del país.

Tina Fey, Amy Poehler, Stephen Colbert y otros más de lo que es posible nombrar aquí aprendieron la comedia en Chicago.

El teatro Second City (donde tres de los arriba mencionados aprendieron a improvisar) ofrece clases para cualquier persona que quiera inscribirse.

Un curso completo tiene una duración de ocho semanas, pero si eso es demasiado tiempo para unas vacaciones, hay clases en las que puedes entrar y sesiones intensivas para visitas que sean incluso más cortas.

Ellos también toman en serio la idea de que la risa puede cambiar tu vida, con cursos de improvisación para la ansiedad o para los adultos con autismo.

10.- Drakensberg, Sudáfrica

Si el Drakensberg tuviera su propia cuenta de Instagram, cada foto se etiquetaría con una etiqueta #nofilter (no se usó filtro).

El paisaje de otro mundo evocado por su nombre en afrikáans, Montañas del Dragón, no necesita ayuda digital.

Escarpaduras recortadas, acantilados verticales y picos nevados de invierno son como un escenario de libros de cuento que al director de “Hobbit”, Peter Jackson, le encantaría.

El nombre zulú Quathlamba o fortificación de lanzas, resume el aspecto real de las montañas.

Las personas han admirado su calidad mística desde hace miles de años, evidenciada en la colección de arte rupestre de los aborígenes San, escondido en cuevas y refugios en toda la región.

Algunos se remontan 4.000 años y son accesibles solo para escaladores competentes.

Otros están cerca de caminos bien conocidos a donde el caminante promedio puede llegar fácilmente.

Esta es la colección más grande arte rupestre de África, una ventana a cómo nuestros antepasados ​​experimentaron la vida y la naturaleza.

11.- Buenos Aires

Con su reputación por el tango, los vinos finos y los churrascos, muchas personas pasan por alto otro atractivo de Buenos Aires: los libros.

La capital argentina es un refugio para los ratones de biblioteca (aquellos a quienes les emociona eso), con más librerías por cabeza que cualquier otra ciudad en el mundo.

Es imposible visitar aún una fracción de ellas, pero el famoso El Ateneo Grand Splendid captura las reverencias otorgadas a los libros.

Alojado en un viejo teatro ornamentado, El Ateneo es un santuario para la palabra escrita.

Los asientos han sido reemplazados por estantes, pero los palcos del teatro son ahora rincones para una lectura de muestra antes de comprar.

12.- Ciudad Prohibida (Beijing)

Recorrer el antiguo palacio de la capital se puede sentir como parte de una lista de cosas por hacer en el viaje, un espectáculo digno de ser visto y marcado en la lista.

La Ciudad Prohibida, conocida formalmente como el Museo del Palacio, es diferente.

Es el complejo de palacios más grande y más visitado en el mundo, funciona a una escala que es difícil de imaginar sin llegar, en realidad, caminando a través de sus múltiples vías y penetrando las capas sobre capas de grandeza.

China, un centro de poder durante casi cinco siglos, ha invertido mucho para volver a establecerlo como un símbolo de poderío y prestigio histórico del país.

Las dos puertas principales tienen una separación de casi un kilómetro, con 74 hectáreas encerradas por una pared de 10 metros de alto y rodeadas por un foso de 52 metros.

Más de 15 millones de personas, la mayoría turistas chinos, visitan el lugar cada año para ver los tesoros de arquitectura, arte y caligrafía del museo.

Cada parada adentro es una lección de ambición.

13.- Carretera 1 de Estados Unidos por la costa del Pacífico

Hay muy pocas experiencias de viaje en Estados Unidos más icónicas que un viaje por carretera, y pocos caminos más espectaculares para elegir que la Carretera 1 que pasa por la costa de California.

Partes de la ruta son instantáneamente conocidas a través de películas y comerciales.

Virajes en ángulo, dramáticos barrancos e impactantes puentes forman parte de un recorrido estimulante sin una escena de persecución o un jugueteo romántico.

El viaje completo es de un poco más de 965 kilómetros desde San Diego hasta el norte de San Francisco.

No planees acelerar a lo largo de él.

Hay muchas paradas a lo largo del camino.

Las montañas se estrellan dentro del Pacífico en Big Sur, la artística ciudad de Carmel invita a lentas caminatas y el Castillo Hearst es un estudio de opulencia.

14.- El Jazz Fest de Nueva Orleans

En ninguna parte es presentada la comida y la música de Nueva Orleans de manera más fina que en el Festival de Jazz, el cual se llena de artistas de renombre y pequeños coros religiosos de ciudades pequeñas con el mismo entusiasmo.

Las áreas de comida se derraman a través de los jardines con langosta y cangrejo de cascarón hervidos, sopa de quingombó y limonada de fresa.

Esto puede ser un poco de glotonería, tanto para el estómago como para los oídos, en la mejor manera.

El Jazz Fest se trata realmente de la celebración de los placeres de la vida y de superar sus obstáculos.

15.- Wimbledon (Londres)

Como el más antiguo, y discutiblemente el más prestigioso, de los torneos de Gran Slam de tenis, el Wimbledon es indudablemente uno de los acontecimientos deportivos más grandes del mundo.

Con sus tradiciones ferozmente guardadas –canchas con césped recién cortado, jugadores vestidos completamente de blanco, paredes cubiertas de hiedra–, el Wimbledon es un ejemplar de un cierto tipo de vieja escuela de lo británico.

Sí, alguna de las suntuosidades puede ser ridícula.

Pero no existe argumento contra las fresas con crema o contra una copa de Pimm.

Para los amantes del tenis, esto es el cielo.

Incluso para aquellos con un interés pasajero en un deporte.

Wimbledon es una forma de dar reconocimiento a las viejas tradiciones, algo así como jugar en Downton Abbey, mientras se exploran muchas clases vibrantes de lo británico moderno que Londres ofrece.

16.- Senderismo con gorilas (Ruanda)

La caminata en el Parque Nacional de los Volcanes de Ruanda no es para todos.

Puede ser difícil hacer senderismo por la selva, subiendo y bajando cuestas montañosas empinadas, y algunas veces por caminos resbaladizos.

Aun así, tan solo alrededor de 700 gorilas de montaña siguen vivos en cualquier lugar, y encontrarlos puede cambiar la idea misma de lo que significa ser un humano.

Solo 10 grupos de gorilas en Ruanda están acostumbrados a los humanos, así que esos son los únicos que los turistas pueden visitar.

Los grupos de visitantes son necesariamente pequeños, así que éste es un viaje que se debe planificar con suficiente antelación.

La ventaja de los grupos pequeños es que cada uno tiene una oportunidad de mirar los expresivos ojos de un gorila, observarlos jugar con sus pequeños y preguntarse qué tan diferentes de ellos somos en realidad.

17.- Bali, Indonesia

El nombre de la isla es sinónimo de “paraíso tropical” y con buena razón.

Bali ha sido desde hace mucho un refugio para artistas y escritores que buscan inspiración, lo cual ofrece en abundancia.

Un paisaje estupendo, excelente comida, vida nocturna y tranquilos refugios… Bali es realmente lo mejor.

Aunque es muy visitado por turistas, este es todavía un lugar de escape.

Ya sea acampando en un alojamiento de mochilero o una semana en un centro turístico, Bali le ofrece a los visitantes la oportunidad de volver a nivelarse al mostrarles su propio ejemplo de cómo vivir.

Griffin Shea es un viajero y escritor que tiene su residencia en Sudáfrica.