(CNNMoney) – La desigualdad de ingresos está en aumento. Los ricos controlan una mayor parte de la riqueza del país. La afiliación sindical está decayendo. Las filas de los pobres están creciendo.
¿Suena como Estados Unidos? De hecho, es Dinamarca.
Este pequeño país escandinavo ha estado bajo los reflectores en las últimas semanas. Bernie Sanders, quien aspira a la candidatura presidencial como un autodenominado socialdemócrata, y Joseph Stiglitz, el economista ganador del premio Nobel, han señalado a Dinamarca como un modelo de igualdad y bienestar social que Estados Unidos debe seguir.
Sin duda, Dinamarca sigue teniendo una de las tasas más bajas de desigualdad y una de las mayores tasas de ascenso social económico entre los países desarrollados. Sus ciudadanos gozan de una amplia red de seguridad social, que incluye universidad y atención de salud gratuitas, así como cuidado infantil subsidiado. Dinamarca también está entre los primeros lugares en términos de felicidad global.
Para pagar por todos estos beneficios, los daneses son gravados más fuertemente que los estadounidenses. En Dinamarca, los ingresos fiscales totales son de 49% el tamaño de la economía, en comparación con 25.4% en Estados Unidos, de acuerdo con la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE). Los daneses pagan una tasa impositiva máxima del 56%, frente al 39.6% en Estados Unidos
Sin embargo, Dinamarca está batallando con muchos de los mismos temas que están ampliando la brecha de ingresos en Estados Unidos y en otros países europeos.
Los daneses ricos se están beneficiando del auge de los mercados bursátiles mundiales en los últimos años. Los ciudadanos educados que dominan las últimas tecnologías están captando sueldos más grandes, mientras que los empleos de manufactura de clase media están desapareciendo. El Gobierno danés recortó los impuestos a los ricos, mientras que restringió la asistencia pública para los pobres, desempleados e inmigrantes recientes.
“Hay más bien un estigma sobre el desempleo”, dijo Kristian Weise, director de Cevea, un centro de estudios de centro-izquierda. “Los daneses en general apoyan un gran estado de asistencia social, pero hay una creciente sensación de que la gente tiene que hacer más por sí misma para conseguir un trabajo”.
Así es como se está ampliando la brecha:
Dinamarca, junto con Islandia, experimentó el mayor aumento de desigualdad en Europa: al elevarse 12% en cada uno de estos países entre 2008 y 2012, según Eurostat.
El 10% de los daneses vio crecer sus ingresos en 29% durante la década que terminó en 2013, mientras que la gente de ingreso medio experimentó un alza de solamente 12.3%, de acuerdo con el Economic Council of the Labour Movement, un centro de estudios izquierdista, que citó estadísticas nacionales. Los daneses más pobres sufrieron una pérdida de casi el 1% de los ingresos, un hecho poco habitual en un país en que por lo general aumentan los ingresos en todos los sectores.
En lo que respecta a la riqueza, el 10% superior está acaparando más de ella, aunque las estadísticas oficiales son un poco engañosas, ya que no incluyen los ahorros de pensiones, que están extendidos de manera más uniforme entre la población. Lo que los datos muestran es que el extremo superior controló casi el 80% del patrimonio de la nación en 2013, frente al 65% en 2000, de acuerdo con el consejo.
En Estados Unidos, el 10% controló casi el 78% de la riqueza en el 2013, de acuerdo con Edward Wolff, profesor de Economía en la Universidad de Nueva York.
Menos daneses se están uniendo a los tres sindicatos principales que negocian los convenios colectivos, y la afiliación ha caído a 60%, una baja de 10 puntos porcentuales respecto a finales de 1990. Sin embargo, la participación en los sindicatos de Dinamarca es mucho mayor que en Estados Unidos, donde la tasa de afiliación fue de solo 11% en 2014.
Y la pobreza en Dinamarca se elevó a poco más de 6% en 2013, comparada con poco más de 3% en 1995.
Mientras Sanders trata de convertirse en el primer socialdemócrata en la Casa Blanca, Dinamarca sacó del poder a sus socialdemócratas en junio. Esto podría conducir a recortes en la red de seguridad del país. Los nuevos líderes de centro-derecha del país ya han reinstaurado un recorte en la asistencia social para los inmigrantes recientes y están buscando limitar estos beneficios para todos, dijo Weise. En lugar de ello, los funcionarios de centro-derecha han dicho que quieren dar más incentivos a los daneses para trabajar.
El ascenso social ya está siendo afectado. En los últimos años, ha habido una disminución en la proporción de adultos jóvenes de familias de bajo nivel educativo que logran graduarse de la preparatoria o de la universidad, dijo Jonas Schytz Juul, jefe de investigación del consejo económico.
Hay otras consecuencias también. Juul señala investigaciones recientes de la OCDE y del Fondo Monetario Internacional que muestran que el aumento de la desigualdad de ingresos perjudica el crecimiento económico. Además, la creciente brecha perjudica la cohesión social.
“Tienes que sentir algún tipo de conexión para hacer que funcione una sociedad de asistencia pública”, dijo Juul. “Si la brecha entre ricos y pobres es cada vez más amplia, ese sistema es desafiado. No se siente ninguna conexión con la gente en la parte inferior”.