Nota del editor: Kelly Wallace es corresponsal digital y editora de CNN que cubre temas de familia, carrera y vida. Lee sus otras columnas, y sigue sus notas en CNN Parents y en Twitter.
(CNN) – Probablemente no te sorprenderá escuchar que un nuevo informe encontró que los adolescentes y preadolescentes pasan mucho tiempo viendo televisión, videos y películas, jugando videojuegos, leyendo, escuchando música y revisando las redes sociales, pero quizá te sorprenda un poco (¡a mí me sorprendió!) ver cuánto tiempo le dedican a estas actividades.
En un día cualquiera, los adolescentes en Estados Unidos pasan alrededor de nueve horas utilizando los medios para su entretenimiento, de acuerdo con el informe realizado por Common Sense Media, una organización sin fines de lucro dedicada a ayudar a que los niños, los padres y educadores naveguen por el mundo de los medios y la tecnología.
Pongamos estas nueve horas en contexto por un momento. Eso representa más tiempo del que los adolescentes normalmente pasan durmiendo, y más tiempo del que pasan con sus padres y maestros. Y esas nueve horas no incluyen el tiempo que pasan utilizando los medios en su escuela o para hacer tareas.
Los preadolescentes, identificados como niños de 8 a 12 años, dedican alrededor de 6 horas, en promedio, a los medios, según el informe.
“Creo que el simple volumen de tecnología de los medios al que los niños están expuestos todos los días es impresionante”, dijo James Steyer, director ejecutivo de Common Sense Media, en una entrevista.
“Esto solo te demuestra que estos niños viven en este enorme mundo de tecnología digital 24/7, y esto le está dando forma a cada aspecto de sus vidas. Ellos pasan mucho más tiempo con la tecnología de medios que con cualquier otra cosa en su vida. Este es el intermediario dominante en su vida”.
El informe, el primer estudio a gran escala que explora el uso que los adolescentes y preadolescentes le dan al rango completo de los medios, según Common Sense Media, se basa en una muestra nacional de más de 2.600 jóvenes de 8 a 18 años.
Cuando se trata de consumir medios en pantallas, entre ellas computadoras portátiles, teléfonos inteligentes y tabletas, los adolescentes, en promedio, pasan más de seis horas y media frente a las pantallas y los preadolescentes, más de cuatro horas y media, encontró el informe.
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“Solo creo que esta debería ser una total llamada de atención para cada padre, educador, legislador, empresario y miembro de la industria de la tecnología, en relación a que la reestructuración de nuestro panorama de la tecnología de medios está afectando principalmente las vidas de los jóvenes, y le está dando una nueva forma a la niñez y a la adolescencia”, dijo Steyer, cuyo libro más reciente es “Talking Back to Facebook: The Common Sense Guide to Raising Kids in the Digital Age”.
Estos son unos cuantos aspectos reveladores sobre los hábitos de la Generación Z relacionados con los medios, según el informe:
No. 1: ¿Qué hay de malo en hacer varias cosas a la vez?
Si los adolescentes, en promedio, pasan nueve horas al día consumiendo medios, no es de sorprenderse que a menudo lo hagan mientras hacen sus tareas. La mitad de los adolescentes dicen que “a menudo” o “a veces” usan las redes sociales o ven televisión mientras hacen sus tareas. Más o menos el 60% dice que envían mensajes de texto y el 75% dice que escuchan música mientras hacen sus tareas en casa.
Y de los niños que hacen varias cosas a la vez, la mayoría de ellos no piensan que esto tiene un efecto en la calidad de su trabajo. Casi dos tercios dice que ver televisión o enviar mensajes de texto no hace diferencia, y más del 50% se siente así cuando de usar las redes sociales se trata.
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“Los adolescentes piensan que hacer varias cosas a la vez mientras hacen sus tareas no afecta su capacidad de aprender y… sabemos que sí es así”, dijo Steyer, citando estudios como uno realizado en Stanford, el cual encontró radicales diferencias en el control cognitivo y en la capacidad de procesar información entre quienes hacen varias cosas a la vez con los medios y quienes no lo hacen tanto.
“Es completamente obvio que no puedes hacer varias cosas a la vez y ser igual de eficiente y competente”.
No. 2: los niños prefieren Xbox; las niñas, Instagram
Existen diferencias de género definitivas cuando se trata de los hábitos de los adolescentes y preadolescentes relacionados con los medios.
Más o menos el 62% de los niños adolescentes dice que les gusta “mucho” jugar videojuegos, en comparación con el 20% de las niñas. En relación con usar las redes sociales, el 44% de las niñas adolescentes dice que lo disfrutan “mucho”, en comparación con el 29% de los niños. Las niñas, en promedio, pasan más o menos 40 minutos más en las redes sociales que los niños; las niñas pasan más o menos una hora y media en las redes sociales al día y los niños, poco menos de una hora.
“Definitivamente creo que esto demuestra que hoy en día, las niñas usan los medios y la tecnología para una mayor interacción social, y los niños son mucho más propensos a jugar videojuegos, e incluso a que esto se vuelva una adicción”, dijo Steyer, de Common Sense Media. “Existen diferencias reales entre los niños y las niñas, así que ese es un mensaje para los padres y educadores, en relación a que tienen que estar conscientes de las diferencias”.
No. 3: la brecha de igualdad digital es real
Mientras nuestros hijos crecen en un mundo digital 24/7, los niños en hogares de menores ingresos tienen menos acceso a la tecnología, que los niños de las familias más acaudaladas. Solo el 54% de los adolescentes en los hogares con ingresos de menos de 35.000 dólares al año tienen una computadora portátil en sus hogares versus el 92% de los niños en hogares con ingresos de 100.000 dólares al año o más.
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“Existe una brecha de acceso independientemente de si te gusta o no el impacto de los medios o la tecnología en las vidas de nuestros hijos, y existen ventajas y desventajas; la verdad es que los niños pobres tienen mucho menos acceso que los niños acaudalados, y eso está mal, especialmente cuando las plataformas de Internet y las plataformas digitales son tan clave para todo, desde la escuela, hasta obtener un empleo y conectarse con otras personas”, dijo Steyer. “Por lo tanto, cerrar la brecha de la desigualdad digital es un importante asunto de política pública”.
No. 4: ¿adivina qué? La televisión y la música aún se encuentra en las primeras posiciones
A pesar de todos los nuevos medios que los adolescentes y preadolescentes tienen a su disposición… todo desde Instagram hasta YouTube y Xbox, los adolescentes y preadolescentes aún califican a actividades como ver televisión y escuchar música como actividades que disfrutan “mucho” todos los días, más que jugar videojuegos y juegos en el móvil, ver videos en línea y usar las redes sociales. De hecho, solo el 10% de los adolescentes calificó las redes sociales como su actividad favorita.
“Creo que la conclusión aquí es que ahora se trata de una utilidad”, dijo Steyer en referencia a las redes sociales. “Cada vez más, los niños se están dando cuenta de que entran a Facebook, Instagram y SnapChat… sienten que tienen que hacerlo, pero no les encanta y eso es bueno. En mi opinión, eso es bueno”.
No. 5: ‘Es un mundo móvil’
Considera estas estadísticas: el 53% de los preadolescentes —niños de 8 a 12 años de edad— tienen su propia tableta (mis hijos tratan de usar esto como munición para conseguir su propia tableta) y el 67% de los adolescentes tienen sus propios teléfonos inteligentes. Los dispositivos móviles representan el 41% del tiempo total que los preadolescentes pasan frente a una pantalla, y el 46% en el caso de los adolescentes.
“Es un mundo móvil, así que estos niños viven en plataformas móviles”, dijo Steyer. “Quiero decir, si consideras los números, es evidente que tienes esta clara transformación de las vidas de los adolescentes y preadolescentes por medio de plataformas digitales y móviles”.
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Las implicaciones de esta transformación digital son enormes para los adolescentes y preadolescentes, para educadores, legisladores y padres. En primer lugar, vivir y comunicarse por medio de dispositivos móviles se interpone en la empatía, dijo Steyer.
Enviar mensajes de texto es menos empático que tener una conversación en persona, ver a alguien a los ojos y tener una presencia física o al menos verbal con ellos, dijo.
Súmale los problemas de la adicción digital y las implicaciones de atención y distracción que vienen con los dispositivos móviles, y la “empatía realmente se ve amenazada”, dijo.
“Ese es un gran problema en términos de la sociedad y las relaciones humanas, y de cómo los jóvenes están evolucionando en un contexto social y emocional”, añadió, al afirmar que se necesita hacer una mayor investigación.
El próximo estudio de Common Sense Media, el cual será publicado el próximo año, es sobre el impacto de la adicción y distracción digital.