(CNN Español) – Cuando Liam, de 9 años, se quiso disfrazar en Halloween de la villana Cruella De Vil, su padre Will Hutt lo apoyó.
Lo que no se imaginó es que su hijo —tras una asombrosa transformación con maquillaje— asumiera el papel con tanto aplomo: lo disfrutó plenamente.
Pero cuando compartió las fotos en redes sociales, una de las personas que comentó pasó al terreno del bullying y lo criticó considerándolo “inapropiado”: un niño vestido de mujer.
“Es muy típico que la gente asuma que por tener dos papás eso de alguna forma lo llevó en esa dirección”, le dijo Hutt a Gaily Grind.
“Ese no es el caso. Hablamos de la posibilidad de que quizá tuviera que enfrentarse a reacciones adversas al usar este atuendo en la escuela en Halloween y al salir a pedir dulces”.
Pero Hutt dijo que por fortuna sus amigos en el colegio no lo molestaron. “No pido el aplauso ni la aceptación de otros padres. Entiendo perfectamente que puedan tener un problema con esto, pero estoy perplejo por las críticas de otros padres”.
Hutt dice que quiere que su hijo, y cualquier otro niño, se sienta cómodo mostrando su personalidad sin vergüenza, sobre todo cuando eso no hace daño a nadie.
“Los niños deberían poder explorar sus intereses sin miedo”.