(CNN) – Un niño de 9 años de edad que murió víctima de disparos en un callejón de Chicago esta semana era el blanco establecido de un tiroteo relacionado con pandillas, dijo a los reporteros el superintendente de la policía de Chicago, Garry McCarthy, el jueves.
Tyshawn Lee fue “atraído” hacia el callejón donde fue asesinado, dice McCarthy, muy cerca de la escena del crimen.
“Tyshawn Lee fue asesinado probablemente en el crimen más aborrecible, cobarde e incomprensible que he visto en mis 35 años como policía”, dijo el superintendente. “Estamos bastantes seguros de que esto no es un accidente. Él no era un espectador”.
Fijaron al niño como objetivo, según McCarthy, por “la relación de su familia con un miembro de una pandilla”.
Cuando se le preguntó qué miembro de la familia, él identificó al padre del niño.
“El padre de Tyshawn tiene vínculos con cierta pandilla que está en conflicto con otra pandilla”, dijo McCarthy.
El padre, Pierre Stokes, no está cooperando con la policía
Él le dijo al Chicago Tribune más temprano esta semana que él pensaba que la muerte de su hijo había sido deliberada.
“Si no hubiera sido un objetivo, no le habrían disparado tantas veces en la espalda y en la cara”, dijo Stokes. “Creo que él fue un objetivo”.
El periódico de Chicago también informó que Stokes estuvo en desacuerdo con lo que la policía ha dicho sobre él, pero no habló específicamente sobre si pertenecía a una pandilla.
McCarthy le dijo a los reporteros que los investigadores creen que la muerte de Tyshawn el lunes era la más reciente en una serie de eventos relacionados con pandillas que se remontan hasta agosto o más temprano.
La policía está buscando a varias personas, dijo, no solo a una persona. No ha habido ningún arresto en el caso de Tyshawn.
McCarthy pidió que cualquier persona que tenga información se presente a las autoridades. Las autoridades están ofreciendo una recompensa de 35.000 dólares.
El reverendo Michael Pfleger, un sacerdote y líder religioso local en Chicago y quien también es un abierto defensor en contra de la violencia de armas, ofreció pagar para reubicar a cualquier testigo que sienta que estaría en peligro por brindar información.
“Lo que le ocurrió a Tyshawn Lee nos llevó a un nuevo punto bajo”, dijo Pfleger. “Este no fue un tiroteo desde un auto en movimiento. Esta no fue una ráfaga de balas. Un bebé fue ejecutado. Un bebé fue asesinado justo detrás de nosotros en este callejón”.
McCarthy estuvo de acuerdo.
“Este es otro nivel”, dijo el superintendente. “Se trata de no combatientes que son asesinados”.