(CNN)– La Corte Suprema anunció el viernes que escuchará un desafío sobre partes esenciales de la ley sobre abortos de Texas de 2013, la cual es una de las más estrictas de la nación, según partidarios de los derechos al aborto.
La corte no ha escuchado sobre un importante caso de aborto desde 2007, y su decisión probablemente se dará a conocer en algún momento de la primavera del próximo año o principios del verano, en medio de la campaña presidencial. Si los jueces mantienen la decisión del tribunal inferior y permiten que dos disposiciones de la ley entren en vigor, se espera que el número disponible de clínicas en el estado baje a más o menos 10.
Mientras los partidarios de la ley argumentan que su objetivo es proteger la salud de las mujeres, los oponentes dicen que no tiene nada que ver con la salud y la seguridad, sino que es un intento encubierto para ponerle fin al aborto. Otros estados tienen una legislación similar que se filtra a través de los tribunales inferiores.
Una disposición en cuestión requiere que los doctores que realizan los abortos tengan privilegios de ingreso en un hospital cercano. La otra exige que las clínicas mejoren sus instalaciones para tener estándares como de hospitales.
Amy Hagstrom Miller, quien es dueña de y opera cuatro clínicas en Texas, es la demandante principal en el caso y está representada por el Center for Reproductive Rights. Ella dice que las disposiciones directamente desafían el precedente de la corte que hace que una ley sea inválida si esta “tiene el propósito o efecto de colocar un obstáculo sustancial en el camino de una mujer que busca el aborto”.
“Existe una carga excesiva cuando las mujeres tienen que recorrer 402 km en una dirección, faltar dos días al trabajo y solicitar cuidado infantil para someterse a un procedimiento que está protegido por la Constitución”, le dijo a CNN.
Hagstrom Miller está respaldado por Jennifer Dalven del Reproductive Freedom Project de la ACLU, quien dice que los jueces a la larga decidirán “qué tipos de obstáculos los estados pueden poner en el camino de las mujeres que han decidido someterse a un aborto”.
“Sabemos que los doctores no pueden obtener privilegios de ingreso por razones que no tienen nada que ver con su competencia médica”, dijo Dalven, y añadió que algunos grupos médicos dicen que las actualizaciones costosas para las instalaciones no son necesarias desde el punto de vista médico.
Sin embargo, el fiscal general de Texas, Ken Paxton, rebate en informes legales que las disposiciones “elevan el estándar de cuidado para todos los pacientes de abortos” y sostiene que si se permite que entre plenamente en vigor, la ley “mejorará la salud y la seguridad de las mujeres”.
Paxton enfatiza que la Corte Suprema ha reconocido que los estados tienen un interés legítimo de proteger la salud de una mujer, y que la ley “asegura que los doctores estén calificados, promueve la continuidad del cuidado en el caso de que se presenten complicaciones que requieran hospitalización y reduce los errores de comunicación y los retrasos de tiempo cuando un paciente debe ser tratado en un hospital”.
Él dice que cada área metropolitana que cuenta con un centro de abortos y que actualmente opera en Texas aún tendrá un centro en funcionamiento si el fallo del tribunal inferior se mantiene, y que aunque algunas clínicas de abortos puedan elegir cerrar sus puertas “en lugar de cumplir con la ley”, algunos otros centros quirúrgicos ambulatorios en Texas podrían empezar a realizar procedimientos de aborto.
Esta no es la primera vez que la ley de Texas ha pasado por los jueces. En el último día del período de 2015, cinco jueces accedieron a bloquear temporalmente el fallo del tribunal inferior para que no entrara en vigor hasta que la corte en pleno considere los informes sobre el tema. El juez principal John Roberts, junto a los jueces Antonin Scalia, Clarence Thomas y Samuel Alito discrepó de esa orden.
Nancy Northup, la presidenta y directora ejecutiva del Center for Reproductive Rights, elogió el anuncio de la Corte Suprema.
“Hoy, la Corte Suprema dio un paso importante hacia restaurar los derechos constitucionales de millones de mujeres, los cuales los políticos de Texas han pasado años desmantelando por medio de leyes engañosas y trámites burocráticos reguladores”, dijo en una declaración.
Sin embargo, el Alliance Defending Freedom, un grupo conservador, dijo en una declaración que los requisitos de la ley de Texas son “protecciones de sentido común que aseguran la máxima cantidad de seguridad para las mujeres”.
“Los abortistas no deberían estar exentos de los requisitos médicos que todos los demás deben seguir”, añadió el grupo.