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Hong Kong (CNN) – Una de las obras de arte más grande y ambiciosa que alguna vez haya adornado a Hong Kong está lista para ser dada a conocer este mes… pero los residentes no necesitarán entrar a un museo para verla. Solo tienen que ver hacia arriba.

A partir de esta semana, 31 esculturas de hombres desnudos y anatómicamente correctos aparecerán a lo largo de un kilómetro en el corazón de la ciudad.

Cada uno está colocado dentro de la vista del otro y cuatro esculturas de hierro fundidas estarán a nivel de la calle y veintisiete están hechas de fibra de vidrio y suspendidos en los techos.

En conjunto, las figuras representan el ‘Event Horizon’, una obra del escultor británico Sir Antony Gormley.

“La idea es hacer que el mundo construido, de alguna manera se convierta en un asunto de ensueño. Para pensar en ello con imaginación. Para motivar a la gente a que de alguna manera se salga de un mundo de obligación y se desplace a uno en el que puede soñar con los ojos abiertos”, explica Gormley.

‘Acupuntura’ de la ciudad

Las esculturas son moldeadas a partir del mismo artista… personificando la leve joroba y silueta alta de Gormley.

Cada una tiene variaciones sutiles… más notablemente donde cae el aliento en relación al diafragma.

La obra, la cual se exhibió inicialmente en Londres en el 2007, ha recorrido Rotterdam, Nueva York, Sao Paulo y Río de Janeiro.

Sin embargo, Hong Kong es “más maníaco y más alto” que otras ciudades anfitrionas dice Gormley, ya que su imponente horizonte dieron lugar a que muchas de las obras se vieran del “tamaño de un fotón”.

Una de las figuras más prominentes está ubicada en la cima del edificio Standard Chartered Bank Building, de 185 metros, un rascacielos ubicado en Central, el distrito financiero de Hong Kong.

Si te detienes y entrecierras los ojos, más o menos puedes distinguir la ligera silueta que se asoma de forma amenazadora hacia abajo, como si fuera a saltar.

“Muchos de los edificios en Hong Kong tienen el nombre de la empresa”, dice el artista.

“Ellos identifican el edificio como parte del mundo mercantil. Me interesa liberar los edificios como formas. Formas de paisaje.

“Mi idea es que esta es una forma de acupuntura. Estas diminutas agujas que se desplazan en y alrededor del cuerpo colectivo de la ciudad… con el fin de liberar una energía que no surgiría de otro modo”.

Hong Kong alberga más arte público

El arte público ya no es un fenómeno poco común en Hong Kong. A principios de este año, el artista británico Richard Wilson instaló ‘Hang On a Minute Lads… I’ve Got a Great Idea’ (2012), en el que se veían autobuses de tamaño real que se balanceaban de forma precaria desde el techo de The Peninsula Hotel.

Otros esfuerzos orientados al público por parte del gobierno local, con el fin de posicionar a Hong Kong como un centro de arte internacional, han incluido la presentación del Art Basel Hong Kong (en el 2016, se presentará la cuarta edición de la feria), y la construcción de M+, el futuro museo de la ciudad para la cultura visual.

Como el artista detrás de la obra de arte público más grande de la ciudad hasta la fecha, Gormley dice que su trabajo tiene la intención de iniciar un diálogo dentro de la ciudad.

“Tienes la realidad de los autobuses y tranvías, así como gente corriendo, luego tienes estas diminutas cosas del tamaño de un fotón, justo en el borde de su campo visual. Pero una vez que reconoces que está ahí, que a mi percepción podría ser sesgada, todo cambia”.

“Quizá nos haga ver —en lugares donde por lo general no miramos— hacia el cielo, hacia ese pedacito del mundo construido, que conecta con el espacio infinito”.

Trabajos confundidos con intentos de suicidio

‘Event Horizon’ inicialmente estaba programado para ser exhibido en Hong Kong en el 2014, pero fue cancelado luego de que un banquero de inversión de JPMorgan se quitara la vida al saltar del techo de las oficinas centrales del banco estadounidense.

La propiedad le pertenecía a Hongkong Land, el patrocinador original del evento.

Al público se le informó con anticipación sobre el lanzamiento de la exposición de seis meses, dado que existían preocupaciones de que las estatuas podrían ser confundidas con intentos de suicidio, como ha sucedido en otras ciudades.