(CNN) – El paleontólogo Xu Xing ha descubierto tantos dinosaurios que ha perdido la cuenta.
Una hoja de cálculo que muestra en la computadora de escritorio en su oficina llena de fósiles en Beijing se detiene en 57, pero Xu dice que cree que son más de 60.
Cualquiera que sea el número exacto, Xu le ha puesto nombre a más dinosaurios que cualquier otro paleontólogo vivo, ya que ha desenterrado fósiles en algunos de los rincones más remotos de China que han revolucionado nuestra comprensión de la prehistoria.
Entre estos están el gigantoraptor de 8 metros de largos, el cual tenía el doble de altura que cualquier hombre y el linhenykus de un solo dedo que podría haber bailado en tu mano.
Dinosaurios: ¿amigos con plumas?
Pero no solo es el gran número de dinosaurios.
Xu y sus colegas chinos han encontrado evidencia de que los dinosaurios no eran los asesinos tipo reptiles escamosos que son representados en las películas, sino que tenían plumas, eran peludos y mucho más parecidos a los pájaros.
De hecho, ha sido ampliamente aceptado que las aves que aletean alrededor de nuestros patios traseros son descendientes de los dinosaurios. Pero esta era una teoría controvertida hasta 1996, cuando el primer fósil de plumas fue desenterrado en la provincia de Liaoning, al norte de China… el Sinosauropteryx.
“Cuando ese fósil se abrió paso hacia el occidente, en realidad fotografías del mismo, fue algo brillante… impactó a la gente”, dice Richard Stone, editor de noticias internacionales en la revista Science.
Desde entonces, unos 35 dinosaurios emplumados han sido descubiertos, principalmente en China.
Aunque aún se debe encontrar evidencia fósil, Xu cree que la gran mayoría de los dinosaurios habrían tenido plumas o cerdas… incluyendo al temible tiranosaurio rex y al descomunal saurópodo con cerebro del tamaño de un guisante.
Por qué los dinosaurios tenían plumas es una pregunta ampliamente debatida.
Pocos vellosos dinosaurios volaban… al menos en el sentido convencional.
Existe una mayor probabilidad de que su plumaje fuera utilizado para conservar el calor o por motivos de exhibición… potencialmente para atraer a sus compañeros, al igual que sucede con un pavo real, y solo hasta posteriormente en su historia evolutiva las plumas les sirvieron para volar.
“Hemos encontrado extrañas combinaciones en las plumas de la cola que simplemente no vemos en las aves actualmente existentes”, dice Zhou Zhonghe, colega de Xu y director del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología de China.
Zhou descubrió al ave picuda más antigua del mundo y su investigación ha ayudado a aclarar los orígenes del vuelo.
Los más reconocidos descubrimientos emplumados de China incluyen al Epidexipteryx, el cual tiene cuatro plumas expuestas tipo listón en su cola, el Anchiornis huxley, el dinosaurio con plumas más antiguo y, más recientemente, el Zhenyuanlong suni con cuatro alas.
El zhenyuanlong, el cual tiene una altura de dos metros, es el mayor dinosaurio alado encontrado, pero a pesar de que sus cortos brazos tienen plumas sustanciales tipo púas, los investigadores creen que no podía volar.
Fue memorablemente descrito por un paleontólogo como un “esponjoso poodle emplumado del infierno”.
La cultura popular ha sido lenta para abrazar estos dinosaurios emplumados que se sienten tan diferente a las criaturas escamosas verdes de los libros infantiles.
Los velocirraptores que acechan en la franquicia de la película de Jurassic eran depredadores tipo reptiles, aunque en la nueva película de animación de Disney Pixar “Un Gran Dinosaurio”, la cual se estrenará en Estados Unidos el jueves, estos lucen un peinado tipo mullet.
“Un animal con escamas se ve mucho más genial que un animal peludo o emplumado. Ellos (los directores de cine) quieren que los dinosaurios sean máquinas asesinas de sangre fría”, dice Xu.
En la pared de la oficina de Xu, prendidos con alfileres, hay imágenes de dinosaurios pintadas con crayón y cartas escritas a mano de jóvenes aficionados y de cazadores de dinosaurios aspirantes.
Sin embargo, dado que creció en la pobre y remota provincia de Xinjiang, en el lejano oeste de China, Xu no había oído hablar de los dinosaurios hasta que fue a la universidad en Beijing, donde la especialidad que le fue asignada era paleontología.
Rápidamente saltó al campo y ahora es el más notable de una nueva generación de paleontólogos chinos… se siente igual de cómodo en una excavación remota que estudiando detenidamente los fósiles en el laboratorio.
Xu dice que es adicto a sus viajes de verano en las tierras salvajes del desierto de Gobi, en los que vive en tiendas de campaña y le hace frente a las tormentas de arena, lobos y altas temperaturas. El equipo lleva consigo pollos vivos para alimentarse.
“Es como fumar… cuando no lo hago, lo echo de menos”, dice.
Pompeya de dinosaurios
La reputación de China como una potencia paleontológica es en gran parte gracias a un sitio de fósiles… Liaoning, al norte de China.
Aquí, hace 100 millones de años, los dinosaurios murieron de forma masiva, atrapados en una enorme serie de erupciones volcánicas, dejando tras de sí un tesoro de fósiles exquisitamente conservados con un nivel de detalle pocas veces visto en algunos otros sitios.
Algunos de los fósiles de los dinosaurios emplumados están tan bien conservados que los investigadores han sido capaces de capturar la información de “melanosomas”… estructuras diminutas enterradas dentro de las plumas que les dan color.
Los resultados hasta ahora han sido sorprendentes. El sinosauptryx, el primer dinosaurio emplumado, tenía una cola rayada color jengibre y marrón. El microraptor, un pequeño pariente del T-Rex y uno de los descubrimientos favoritos de Xu, era de color iridiscente oscuro… como un cuervo.
Incluso a medida que China hace descubrimientos a un ritmo asombroso, el campo enfrenta desafíos.
Muchos de los fósiles con plumas que le han dado reconocimiento a Xu fueron desenterrados por agricultores locales, descubiertos mientras trabajaban sus campos.
El comercio de fósiles se ha convertido en un negocio lucrativo para muchas familias locales, pero Xu, Zhou y sus colegas trabajan con los agricultores para asegurar que los científicos tengan acceso a los mejores ejemplares y que no terminen en manos privadas.
Sin embargo, muchos aún están perdidos para la ciencia.
“Hay tantos fósiles hermosos en colecciones privadas… lo suficiente como para crear un buen museo”, dice Zhou.
El comercio del mercado gris prospera y ha dado lugar a falsificaciones —compuestos que han sido unidos para que se vean más espectaculares— y Xu dice que los descubrimientos hechos por los paleontólogos chinos están sujetos a un escrutinio adicional debido a estas preocupaciones.
Cuando Xu descubrió el microraptor de cuatro alas en el 2003, aún había un gran escepticismo sobre la existencia de dinosaurios con plumas y enfrentó interrogantes por parte de los académicos occidentales sobre la autenticidad del fósil.
Las autoridades chinas están tomando medidas contra las excavaciones no autorizadas, pero Xu dice que las duras medidas son contraproducentes.
“Ellos simplemente son agricultores. Ellos simplemente están excavando fósiles para ganar algo de dinero para mejorar su vida”.
¿Edad de oro?
Gracias a los descubrimientos realizados por Xu, Zhou y otros investigadores, la posición de la paleontología de China en la ciencia mundial está en su punto más alto.
Sin embargo, es algo preocupante para algunos, ya que el campo no está atrayendo mucho talento nuevo.
Pocos estudiantes eligen paleontología como carrera universitaria; son tan pocos que la Universidad de Pekín, la institución más importante del país, ha tenido la suerte de admitir a uno cada año. En dos de los últimos siete años, no hubo solicitantes en absoluto, según el diario China Daily.
Los expertos dicen que las tasas de inscripción han dado lugar a una preferencia por las carreras “útiles” como es el caso de los negocios. Hasta la década de 1980, una educación universitaria era gratuita y las carreras eran asignadas durante la inscripción.
A diferencia de Washington D.C. y Londres, Beijing no tiene un museo nacional de historia natural que pueda servir de inspiración para la próxima generación.
La mayor parte de los hallazgos importantes de fósiles en China son almacenados fuera de los caminos trillados en museos provinciales con financiación insuficiente, donde las exposiciones a menudo son mostradas de forma poco eficiente.
“Necesitamos contar con más gente para que sirvan de curadores de museos y para enseñar en las universidades”, dice Zhou.
Sin embargo, Xu confía en que la edad de oro de China de la paleontología no será de corta duración… aunque sus propios hijos prefieren los juegos de computadora y la música pop que los dinosaurios.
En el 2005, Xu publicó lo que él considera su mayor logro: un ensayo sencillo de 1.000 palabras que figura en un libro de texto leído por casi todos los estudiantes de primaria chinos.
“Eso me ha dado la oportunidad de contarles a los niños pequeños sobre la paleontología en China”, dice.
“Esto es mucho más importante que cualquier artículo científico”.