Los legisladores de Estados Unidos quieren aprovechar los recursos que tiene la Reserva Federal.

(CNNMoney) – El Congreso estadounidense quiere sacar miles de millones de la Reserva Federal.

Los legisladores están tratando de aprobar una ley de carreteras por 325.000 millones de dólares para reparar carreteras y puentes derruidos en Estados Unidos. Y el Congreso quiere que parte de esos fondos provengan del dinero del colchón de emergencia de la Fed.

De hecho, el Congreso quiere tomar los 29.000 millones de dólares de la Reserva Federal y también cerrar esa cuenta para siempre.

La Fed creó esta “cuenta de superávit”, poco después de que comenzó a operar en 1914. La idea era que serviría como un colchón para absorber las pérdidas potenciales en que la Fed incurre.

Sin embargo, muchos miembros del Congreso creen que la Fed no necesita ese dinero y que debe darle un mejor uso.

“Es apropiado liquidar la cuenta (de superávit de la Fed) para adaptarse a las realidades de hoy”, dijo Randy Neugebauer, un congresista republicano de Texas, a la Cámara de Representantes a principios de noviembre.

La Cámara de Representantes estuvo de acuerdo, y votó abrumadoramente para incluir miles de millones de la Fed en el proyecto de ley de carreteras.

Sin embargo, algunos creen que el movimiento para aprovechar los fondos de la Fed tiene motivaciones políticas y es solo el último de una serie de bombardeos contra la Reserva Federal por parte de los miembros del Congreso.

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Independencia de la Fed

La Fed no quiere parecer una cuenta bancaria del Congreso.

“En la medida en que sean considerados como una alcancía, (esa imagen) los amenaza”, dice David Wessel, director del Hutchins Center on Fiscal and Monetary Policy de la Brookings Institution.

La Fed ya ha sido amenazada por el Congreso este año. Los candidatos presidenciales republicanos Rand Paul y Ted Cruz han sido muy elocuentes al pedir una “auditoría” de la Fed, a pesar de que el Banco Central ya es auditado dos veces al año por un auditor independiente y por la Contraloría General del Gobierno de Estados Unidos (Government Accountability Office, GAO), que es parte del Congreso.

Y la semana pasada, dos republicanos propusieron un proyecto de ley que obligaría a la Fed a operar su política monetaria con base en una regla definida, algo que la Fed cree que dificultaría su capacidad de actuar en tiempos de crisis.

Funcionarios de la Fed dicen que todas estas acciones, incluyendo el que el Congreso meta mano en su alcancía, amenazan la independencia de la Fed de la política.

“Utilizar a un banco central como una fuente de ingresos para cubrir el costo de un programa fiscal es peligroso para su independencia”, dijo el vicepresidente de la Fed, Stanley Fischer, a principios de noviembre.

Debido a la reciente crisis financiera y a las acciones de la Fed para apoyar y estimular la economía estadounidense, el Banco Central tiene actualmente más de 4 billones de dólares en activos. Parece que ahora la Fed necesita un colchón contra potenciales pérdidas más que nunca.

Pero son bajas las probabilidades de que la Fed tenga que utilizar este fondo especial para absorber alguna pérdida, según los expertos. La Fed puede simplemente vender otros valores en su cartera para compensar las pérdidas.

Sin embargo, si el Congreso toma los miles de millones de dólares de la Fed y cierra la cuenta, potencialmente podría crear una situación en el futuro en la que la Fed de hecho pueda contemplar una pérdida sin otra opción que la de pedir efectivo al Congreso.

Muchos creen que el escenario crea un conflicto de intereses para la Reserva Federal, que debe tener independencia para fijar la política monetaria sin ningún tipo de presión política.

Sin importar lo que pase, la ley de carreteras tiene urgencia. Los demócratas y republicanos coinciden en que las carreteras de Estados Unidos deben recibir mejoras y mantenimiento. También podría ser un beneficio para los empleos del sector de la construcción.

Actualmente solo hay fondos suficientes hasta el 4 de diciembre para gastar en carreteras.

Es el mismo día en que el Congreso tiene previsto votar sobre el proyecto de ley, que será financiado por seis años.

Pero a final de cuentas, tomar los 29.000 millones de dólares simplemente no establece un buen precedente, argumenta el expresidente de la Fed, Ben Bernanke.

“No es una buena óptica o un buen precedente para el Congreso que sea visto asaltando al supuestamente independiente banco central para pagar el gasto”, escribió Bernanke en una publicación de un blog.