(CNNMoney) – Díez días después de que la compañía minera canadiense Lucara desenterrara el diamante más grande que se ha encontrado en 100 años, aún no han podido ponerle precio a la enorme gema.
A pesar de los reportes de que podría valer “más de 60 millones de dólares”, según William Lamb, director ejecutivo de la compañía, aún está muy temprano para saber el verdadero valor y la empresa no ha hecho un estimado aún.
“La importancia de la recuperación de una piedra preciosa de calidad gema mayor de 1.000 quilates, la más grande desde hace más de un siglo y la recuperación continua de piedras de gran calidad… no puede ser exagerada”, añadió Lamb.
El descubrimiento ha transformado la suerte de la compañía canadiense. La acción, que se cotiza en Estocolmo y en Toronto, había perdido 26% hasta ahora en este año.
“Los diamantes no sólo se avalúan según sus quilates”, afirma Lamb. “El vamos también está basado en el interés del mercado. En la ilusión que lleva la piedra”, añade.
Lamb ha recibido un correo electrónico con una oferta de 40 millones de dólares, y algunos analistas estiman que la piedra podría costa hasta 66 millones. Pero antes de establecer un valor real, el diamante deberá ser examinado por compradores potenciales, dice el director ejecutivo.
Esto se debe a que el diamante es tan grande que no encaja en los escáneres convencionales que se usan para evaluar el posible precio de las piedras preciosas.
Estas máquinas de última tecnología evalúan la claridad, color y fracturas internas de la piedra, y pueden determinar cómo cortar un diamante para obtener el máximo valor.
Pero con esta gema, los compradores deberán usar su conocimiento, y sus ojos, para darle un valor estimado. Probablemente esto ocurra en Antwert, Bélgica, en el corazón del comercio de diamantes, donde hay algunos de los mejores expertos en el campo.
El diamante más grande de calidad gema fue el “Cullinan Diamond” de 3.106 quilates que se encontró en Sudáfrica en 1905. De ese diamante se cortó el diamante conocido como la “Gran Estrella de África” que ahora adorna el Cetro de la Cruz… una de las joyas de la Corona británica que ahora se exhiben en la Torre de Londres.