Beijing tiene uno de los índices más altos de contaminación en China. La alerta durará tres días y se pondrán en marcha medidas especiales.

(CNN) – En Baoding, China, la ciudad más contaminada del país, la niebla tóxica es tan espesa como para verla. Te hace arder los ojos y te deja un sabor agrio en la boca.

Esta es la realidad de la vida diaria bajo el manto de una atmósfera tóxica.

Es el aire que Zhao Shuang y su familia respiran todos los días. Él creció en Baoding, y recuerda su infancia con cielos soleados.

Hoy en día, eso es algo poco común. Su hijo pequeño tiene un año de edad y ha visto muchos más cielos grises que azules.

“Cuando la contaminación se torna realmente seria, no podemos ver los edificios que están al lado nuestro”, dice Zhao, desde el pequeño departamento que comparte con su hijo, su esposa y su madre.

El lunes, el índice de calidad del aire (AQI por sus siglas en inglés) en una de las propias estaciones de monitoreo de la ciudad se situó en casi 1.000, el peor en el país, de acuerdo con el Ministerio de Protección al Medio Ambiente de China. De acuerdo con las directrices de las Naciones Unidas, un índice de más de 100 es insalubre para los grupos que se encuentran en riesgo.

El día en el que Zhao habló con CNN, la calidad del aire no era tan mala… solo cuatro veces mayor que las directrices de las Naciones Unidas. Pero en un lugar como Baoding, eso cuenta como un buen día.

Las calles y edificios en Baoding, China, se ven envueltos en una pesada niebla tóxica el 30 de noviembre de 2015.

Ciudad de contradicciones

Zhao se dirige a trabajar en la mañana al igual que otras miles de personas. Ellos se cubren la boca con máscaras mientras pasan por una planta de carbón que libera toxinas hacia el cielo en medio de la nieve que cae.

Pero la fábrica de Zhao espera hacer que el carbón al que se le atribuye gran parte de la contaminación de la ciudad quede obsoleto: Baoding, irónicamente, lidera el impulso de energía renovable del país.

La ciudad de un millón de habitantes ha sido nombrada la primera ciudad “positiva en el carbón” del mundo, al ser el hogar de más de 200 productores de energía alternativa y tecnología eficiente en términos de la tecnología.

Zaho trabaja en la línea de producción de paneles solares en Yingli Solar, una de las compañías de energía solar más grandes de China. Tiene su sede en medio de Boading y el negocio está en auge.

La compañía ha ampliado rápidamente su producción en las últimas dos décadas más o menos, y espera aumentar en más del doble su capacidad actual para el 2020.

“Creo que habrá un gran aumento en la industria de la energía renovable, sin importar si es energía solar, energía eólica u otras”, dice Allen Geng, el gerente de ventas internacionales de la compañía.

La fuerte contaminación que se cierne sobre los cielos de China ha provocado el aumento en la demanda de energía más limpia en todo el país.

En 2014, las compañías Chinas invirtieron más de 80.000 millones de dólares en todo, desde proyectos hidroeléctricos y eólicos hasta solares. Ningún país en el mundo ha invertido más.

¿El carbón aún es el rey?

A pesar de todo eso, la energía renovable solo representa el 10% más o menos del suministro de energía de China.

Este es un país donde el carbón aún es el rey; las familias mantienen cantidades de combustible negro a mano para producir calor durante los meses de invierno.

Es un importante contaminante, pero también es barato y eficiente, y debido a eso, representa entre el 60% y el 70% de la combinación energética de China.

Xie Zhenhua, el enviado especial de China sobre el cambio climático, le dijo a CNN que ha cerrado las centrales de carbón con la misma capacidad de generación de energía del Reino Unido… y aún tiene planificado reemplazar muchas de estas con centrales de carbón más limpias.

Según Greenpeace, entre enero y septiembre, China aprobó al menos 155 centrales de carbón este año; eso representa cuatro por semana.

Pero Xie dice que China, el mayor emisor de gases con efecto invernadero del mundo, aún cumplirá con un ambicioso objetivo de que las emisiones alcancen un punto máximo para 2030.

Este es un objetivo muy necesario. Según la más reciente evaluación sobre el cambio climático de China, publicada en noviembre, el país podría ver que las temperaturas promedio aumenten en hasta cinco grados Celsius antes del final del siglo.

China ya ha visto que los niveles del mar aumenten en más de seis centímetros, y sus glaciares se han encogido en un 10%.

La contaminación es personal

Para cumplir con sus objetivos del clima, China necesitará la ayuda de más compañías como Yingli, y de más trabajadores como Zhao.

Para él, la contaminación es personal. Él trabaja 60 horas a la semana y camina a casa todos los días con su hijo.

Zhao espera que su trabajo lo ayudará a hacer las cosas mejor, así su hijo no tendrá miedo de respirar profundamente mientras crece.

“Estoy muy preocupado por la salud de mi hijo”, dijo Zhao.

“Si la contaminación del aire permanece así, él nunca será capaz de salir de la casa”.