(CNN) – El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos pidió al Consejo de Seguridad remitir a la Corte Penal Internacional (CPI) las “graves violaciones a los derechos humanos de Corea del Norte”.
Zeid Ra’ad Al Hussein declaró ante el Consejo de Seguridad después de que China y Rusia -miembros permanentes- intentaron sin éxito bloquear la reunión.
“El secuestro de extranjeros, las desapariciones forzadas, el tráfico y el movimiento continuo de refugiados y solicitantes de asilo marca este punto con claridad. Estas, además de una larga lista de otras violaciones graves a los derechos humanos, que todavía no fueron detenidas o revertidas por el Gobierno de la RPDC “, dijo Zeid, usando un acrónimo para el nombre oficial del país, la República Popular Democrática de Corea.
Dijo que era “esencial” remitir la situación en Corea del Norte a la CPI.
Los testimonios de Zeid y del secretario general de la ONU para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman, tuvieron lugar después de un importante informe de un panel de Naciones Unidas en 2014 que encontró violaciones a los derechos humanos en una escala “sin paralelo en el mundo contemporáneo”, comparable a las atrocidades de la Alemania nazi.
Cualquier discusión por parte del Consejo de Seguridad se llevará a cabo contra la fuerte oposición de China
“Siempre nos hemos opuesto a que el Consejo de Seguridad de la ONU se involucre en los asuntos de derechos humanos de un país”, dijo la portavoz de la Cancillería china, Hua Chunying en una conferencia de prensa regular en Beijing.
Aunque las relaciones han sido tensas entre Pyongyang y Beijing en los últimos meses, ha habido señales de un deshielo, ya que Corea del Norte anunció esta semana que la banda personal de chicas de Kim Jong Un llevará a cabo una serie de conciertos en China.
Conversaciones, pero ninguna acción
Los refugiados, desertores y organizaciones de derechos humanos han expresado su frustración por considerar que se ha hecho muy poco durante los dos años posteriores a la publicación del informe de la ONU.
“Estoy seguro de que llegará el día en que veremos al líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, juzgado en la Corte Penal Internacional”, dice Ahn Myung Chul, un exguardia de la prisión.
“Sin embargo, ese día está demasiado lejos para las víctimas”.
Chul y otros tres desertores, cada uno de los cuales declaró ante el panel hace casi dos años, dijo que las ejecuciones públicas son cada vez más frecuentes y el sufrimiento del pueblo de Corea del Norte no ha disminuido.
“La brutalidad del totalitarismo de Corea del Norte es grotesca”, dijo el miércoles en una declaración Param-Preet Singh, un asesor senior de justicia internacional de Human Rights Watch.
“El Consejo de Seguridad de la ONU debe poner sobre aviso a Pyongyang de que los implicados en crímenes de lesa humanidad pronto podrían enfrentarse a la justicia”.
Es una frustración que aquellos involucrados con el panel de la ONU simpaticen con el mismo, pero Michael Kirby, quien anteriormente presidía la investigación, tenía optimismo sobre el potencial de la intervención diplomática.
“Esta es una novela en la que aún debe escribirse el último capítulo. Es una novela de terror y es una historia inquietante, pero creo que se tomarán medidas”, dijo.